domingo, 31 de mayo de 2020

POR EL CAMINO VAMOS





Como un camino real, de aquellos que transitaron los abuelos, así es el camino de la vida. De tierra o empedrado, con flores o con espinas, llano o empinado, con sombra o con sol, con lluvia o con verano, ancho o angosto, solos o acompañados... de cualquier manera sea, tenemos que recorrerlo para bien o para mal. Aunque no lo parezca, es un camino muy transitado, todos queremos avanzar para llegar a la meta y para lograrlo tendremos que abrirnos paso soportando los avatares del destino, sorteado los obstáculos y, sin importar cuántas veces tropecemos, caigamos y volvamos a caer: tendremos que levantarnos para continuar la marcha. La vida no nos da ninguna tregua, debemos seguir andando, inevitablemente habrá que ir hasta la meta aun cuando no conozcamos la distancia a recorrer.


AVATARES
(Lizaraejoa)*

Al soñoliento avance de incautos peregrinos
la vida es un camino con muchos avatares,
de rosas y azucenas, de cardos y de espinos.

La suerte me depara las penas y alegrías
que ocultan a lo lejos mis cándidos anhelos,
como se oculta a veces el brillo de los días.

En mi soñar exhausto procuro ser paciente
y vago por el mundo cargando mil pesares,
arrastrando cadenas de agónico doliente.

Mas no es tristeza todo ni vana la quimera
en la noche silente que acuna mis desvelos,
si cantan los cenzontles y abriga la palmera.

La vida es un camino con muchos avatares
que ocultan a lo lejos mis cándidos anhelos,
y vago por el mundo cargando mil pesares
en la noche silente que acuna mis desvelos.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: El camino real
(villegaseditores)


viernes, 29 de mayo de 2020

TRABAJANDO SIN TREGUA





Las valerosas familias campesinas han sido pilar fundamental durante esta pandemia para que, en gran parte, el departamento de Boyacá haya contribuido a garantizar la seguridad alimentaria de los habitantes de las ciudades en las distintas regiones del país con una gran oferta de sanos, nutritivos y variados productos tales como: papa, frutas, legumbres, hortalizas, tubérculos, trigo, cebada, maíz, caña panelera, plátano y café entre otros. Boyacá es, en el contexto nacional, uno de los departamentos agrícolas por excelencia y la incansable persistencia de las gentes que habitan nuestros campos es claro ejemplo de laboriosidad sin medida. Para ellos nos hay cuarentena, nos hay días festivos, no hay tregua, ellos trabajan todos los días de sol a sol y merecen profundo respeto como prueba de agradecimiento a su importante labor... sin ellos no habría comida en nuestras mesas, no habría esperanza ni futuro.


LABRIEGOS
(Lizaraejo)*

Con su ruana, sombrero y azadón
el campesino inicia la jornada
con inmensa alegría e ilusión.

No le tiene temor a la tormenta
pues el barbecho su cariño espera
y el fruto de la tierra lo alimenta.

Las ovejas, las vacas, las gallinas
y las aves que vuelan en bandada
le brindan alegrías vespertinas.

El arroyo, las ranas y los grillos
le cantan serenata mañanera
al coro sinigual de gorrioncillos.

El campesino inicia la jornada
pues el barbecho su cariño espera,
y las aves que vuelan en bandada
le cantan serenata mañanera.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Campesino boyacense
(Gobernación de Boyacá)


*Lizara-Rima


miércoles, 27 de mayo de 2020

DESDE LA TRINCHERA





Es inevitable, la obligada cuarentena tendrá que terminar algún día, la presión de los gremios junto a la insensatez de algunos, dejarán en segundo plano la salud del pueblo y el bien común. A partir de ese momento tendremos que cuidarnos por nuestra propia cuenta, tendremos que atrincherarnos para repeler la amenaza del coronavirus. Nos queda la fe y, también, el amor a la vida para intentar sobrevivir en medio del fuego cruzado. Aunque nos quiten la talanquera, no podemos salir en estampida, el peligro sigue latente y de nosotros depende la sobrevivencia, está en nuestras manos. Los abrazos, los besos, el apretón de manos, las tardes en el parque y las charlas entre amigos nos estarán esperando. 


RESILIENCIA
(Lizaraejillo)*

Y... mayo también se fue
en tiempos de cuarentena,
pero nos queda la fe.

En estos días aciagos
la vida se hizo apacible,
a pesar de los estragos.

Un esfuerzo necesario
aunque parezca condena,
no es el golpe lapidario.

Con asomos de la muerte 
vivir aún es posible,
no está sellada la suerte.

En tiempos de cuarentena
la vida se hizo apacible,
aunque parezca condena
vivir aún es posible.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Stop al virus
(De la Internet)


*Lizara-Rima 


viernes, 22 de mayo de 2020

EN BARQUITOS DE PAPEL...





Mientras llega el feliz día en se nos permita volver a correr por los campos o a caminar sin prisa por las calles de la ciudad y de nuevo haya niños jugando en los los parques: podemos imaginar que somos avioncitos o barquitos de papel yendo por cielos y mares o por ríos de colores al compás del melodioso trinar de los pajaritos que nos miran al pasar. Imaginemos que la hermosa primavera nos acompaña, que el sol nos pinta la cara y que el viento alegre nos trae los recuerdos de tiempos mejores, tiempos que hoy añoramos y que, sin duda, regresarán algún día... cuando se vaya la niebla.


FIESTA DE COLORES
(Jotabemo dodecasílabo)

Floreció la malva, despuntó el clavel
y de colorines se tiñó el vergel.

Voló la torcaza, trinó el ruiseñor
y las mariposas van de flor en flor;
canta el arroyuelo su canción mejor
y muestra el paisaje sereno candor.

Refulge la rosa y aroma el jazmín
y la primavera se muestra por fin.

El sol nos calienta y broncea la piel
gracias a la santa mano del Señor,
que bendice todo de norte a confín.
-
Lo que acibarado ya es jugosa miel,
como azúcar dulce es ahora la hiel.

Casilda, la bruja, se volvió un primor
y con su varita nos pinta de amor;
el malvado cuervo se hizo picaflor 
y de buenas nuevas es el portador.

Suenan las campanas, también el clarín
y sus bendiciones nos da un querubín.

Barcos y avioncitos hechos de papel
por cielos y mares viajan a vapor:
repartiendo besos... de chocolatín.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Foto intervenida
(De la Internet)

miércoles, 20 de mayo de 2020

CUANDO PUEDAS REGRESAR





A veces, algunas veces, la tristeza le cuelga nido en los pliegues de su alma... y se la ve por ahí, silenciosa e indiferente, como ida de este mundo. Frente a la ventana, con la mirada fija en la nada, parece esperar alguna respuesta a su anhelar, parece pregustarse hasta cuando, hasta cuando lejos del amor soñado. Están separados físicamente, pero se mantienen unidos con el pensamiento: dos corazones en uno, dos penas en una; dos ilusiones perdidas entre la bruma de la distancia obligada. La contemplo entristecida, e imaginando su pesar quisiera decirle algo que la reconfortara, mas no soy capaz; las palabras se atragantan y los ojos se humedecen al igual que los cristales del ventanal empañado. Tal vez, el amor que guarda le ayude a soportar y, quizás, su pobre alma compungida no se canse de esperar.


QUIZÁS
(Sonetillos ingleses)

I
Quizás, abrazo, regreses 
cuando puedas regresar,
para compensar con creces
 los que no he podido dar.

Una propia y otra ajena
 son dos almas doloridas,
triste y amarga condena
las ilusiones perdidas.

Si para encontrarte amor
tengo que ser errabundo,
cual viajero picaflor
te buscaré por el mundo.

Regresarás... algún día,
cuando puedas, alegría.

II
Quizá, alegría, regreses
cuando puedas regresar,
para tenerte mil veces
como chiquillo al jugar.

Una propia y otra ajena
son dos risas compartidas,
mi alma de ilusiones llena
hará lo que tú le pidas.

Si tuviera en mi dolor
el gesto del moribundo,
bastaría tu candor
tan sólo por un segundo.

Regresarás... algún día,
cuando puedas, vida mía.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Foto intervenida
(De la Internet)


viernes, 15 de mayo de 2020

SESENTA DÍAS DESPUÉS





Esta mañana, después de casi dos meses de estar confinado en mis aposentos sin salir ni siquiera a la esquina, por fin me atreví a caminar por los alrededores de mi barrio. Como el gobierno municipal desde hace algunos días, permite a los mayores de sesenta años salir una vez por semana, resolví dar un corto paseo hasta la plaza principal que está a tan sólo cinco cuadras de la casa y, de esta manera, contemplar el panorama en medio de la pandemia. Todo me pareció extraño: la ciudad solitaria, los comercios cerrados y las pocas personas que tenían permiso para circular parecían zombies detrás de los tapabocas corriendo apurados sin mirarse los unos a los otros, cada quien en lo suyo sin contacto social. Pero en medio de la desolación la ciudad se veía bonita, aseada y tranquila, con un ambiente apropiado para caminar y disfrutar de la arquitectura colonial que tanta historia conserva.


CAMINATA
(Soneto)

La solitaria plaza parecía
arrancada de algún pueblo olvidado,
ni un alma en el entorno se veía
y todo se encontraba desolado.

A caminar salí,  puesto que hacía
dos meses del encierro decretado, 
y el cuerpo resentido me crujía
cual fuera galeón desvencijado.

Tobillos y rodillas, codos, manos
y, la espalda también, daba señales
de ser vieja bisagra ya oxidada.

La falta de ejercicio a los ancianos
les pasa la factura, con los males,
que llegan tras la edad acumulada.



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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Plaza de Bolívar, Tunja
(De la Internet)

domingo, 10 de mayo de 2020

EN LA TARDE UMBRÍA





Antes de terminar la segunda botella, el pobre hombre, se quedó profundamente dormido sobre el sillón que estaba junto al equipo de sonido. Había estado casi toda la tarde escuchando música vieja, añorando los tiempos idos al calor de algunas copas de vino tinto, y recordando a su querida madre lejana por siempre.  Se encontraba solitario en medio del encierro obligado que la emergencia sanitaria imponía, se sentía desamparado y rogaba al cielo le diera alguna lucecita de esperanza. Así, dormido, pasó toda la noche. Su señora esposa lo abrigó con una manta de lana, bajó el volumen de la música, apagó las luces y lo dejó sumido en su sopor. Los primeros rayos del sol le dieron en la cara y despertó de súbito, pero era otro su sentir, estaba feliz, tenía en el brillo de sus ojos la luz anhelada... nunca más estaría solo.

En el día de las madres... un recuerdo, nada más.

SUEÑO CELESTIAL
(Jotabé entrelazado)

Rebosaba la copa y, él, absorto,
contemplaba la espuma del oporto

e incubaba su mente pendenciera
una infausta y agónica quimera:
que tal vez en el vino apareciera
un ángel, y su pena detuviera.

Madre querida, dulce madre mía,
anhelo estar contigo en este día.

Contigo voy, a nadie ya le importo
  y no soporto más tan larga espera;
en su febril delirio... repetía.
-
Dormido se quedó y, en su agonía,
soñó ser ave que en la tarde umbría

erraba inconsolable por el mundo
en busca incierta de nidal fecundo;
y en el sopor de su soñar profundo
a su regazo fue, sólo un segundo.

De rosas blancas le tendió un tapiz,
e inventó un cielo con azul matiz.

Besó su frente y tal como quería
  príncipe fue, ya no más vagabundo,
y... de su sueño, despertó feliz.



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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imágenes: Una rosa blanca

(De la Internet)

viernes, 8 de mayo de 2020

JOTABEROS POR LA PAZ





Intentando estaba, entre dormido y despierto, destapar la bolsa del café para preparar el acostumbrado primer 'tintico' de la mañana, cuando sonó el timbre del teléfono celular y recibí un sorpresivo e interesante correo electrónico: "Muchas felicitaciones querido poeta ha ganado el Primer Premio del Concurso 'Poetas Jotaberos por la Paz', adjunto el diploma y todo el fallo, la Antología saldrá antes del fin de mes. Abrazo". Este concurso fue proclamado desde la ciudad de Salta en Argentina por la poeta embajadora de la Rima Jotabé y de la Cadena Mundial para La Paz: María Herrera. El concurso tuvo como Jurados a reconocidos poetas y, como presidente del mismo, al creador de la Rima Jotabé Juan Benito Rodríguez Manzanares. Agradezco a la organización y a los honorables Jurados.


UN SÍMBOLO
(Jotabé con estrambote)

La poesía, es símbolo de amor,
cual el perfume de la hermosa flor

que despunta por cada primavera
y alegra corazones por doquiera;
la poesía, con verdad sincera,
es sosiego y es dicha duradera.

Es puente y es camino bendecido
hacia la paz que no se ha conseguido.

Pero… tal vez, logremos a tenor
de alguna dulce pluma lisonjera,
encontrar el camino ya perdido.

¡Oh!, mi Señor, te pido,
por el destello que en tu cruz fulgía:
nos des la paz signada en poesía.



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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imágene: Diploma del Primer Lugar
(Cadena Mundial por la Paz)


miércoles, 6 de mayo de 2020

EN EL PECHO MI BANDERA





El amor patrio está por encima de todo, no me cabe la menor duda, pero hay cosas que duelen y que entristecen mucho el alma, no solamente en estos oscuros tiempos de pandemia sino desde tiempos inmemoriales. Todos, absolutamente todos los males que aquejan a mi patria querida tienen sus raíces en la "corrupción", una pandemia más devastadora que el propio coronavirus, una epidemia muy arraigada y que a veces miramos con ciega indiferencia que casi raya en la complicidad, bien sea por conveniencia o por ignorancia. Hospitales, escuelas, acueductos, carreteras y muchas otras obras convertidas en elefantes blancos e infinidad de notorias injusticias sociales que serían interminables de enumerar en aspectos tales como: salud, educación, vivienda, empleo, servicios públicos y, para colmo de males, se aúnan la violencia y el abandono estatal... Dios nos ampare, decía mi abuelo.


RETAHILANDO
(Octavillas)

En el pecho mi bandera
la porto con emoción
y con sublime amor patrio
se hincha mi corazón,
mas algo dentro del alma
me produce desazón:
es un mal insoportable
que se llama corrupción.

Ayer por la mañanita
no le miré al sol su brillo
y pesé pa'mis adentros
se lo robaría algún pillo
d'esos que andan de corbata
sin dejar ver el colmillo,
pero que tienen las garras
afiladas al dedillo.

En esta patria señores
en cualquier calle o esquina
ladrones de cuello blanco
y avaricia de la fina 
reparten el presupuesto
en la tarde sabatina,
juegan polo, toman güisqui
y nos dejan en la ruina.

Ayer por la mañanita
no "vide" al sol encendido
y pensé pa'mis adentros
quién sabe cuál malnacido
lo habrá querido tapar, 
como han tapado el torcido
de la plata'el hospital
que jamás se ha construido.

En esta patria señores
en cualquier club señorial
los malandrines de siempre
se reparten el "tamal"
y después del lo causado
no dan ninguna señal,
pisoteando impunemente
la Bandera Nacional.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imágenes: Orgullo colombiano

(De la Internet)

lunes, 4 de mayo de 2020

EL MUNDO SUENA EN JOTABÉ





El poeta y gestor cultural Edwin Antonio Gaona Salinas, embajador de la Rima Jotabé en Ecuador, ha lanzado ya el Tercer Concurso Internacional de Poesía "El Mundo Suena en Jotabé"; este año desde Quito, la capital de nuestra nación hermana. El evento es un concurso abierto a los poetas del mundo que compongan poemas estróficos en alguna de las variantes de esta novedosa y armónica estructura poética con la cual es posible componer poesía neoclásica sin perder el encanto lírico que nos han brindado la rima y la métrica tradicional. La "Rima Jotabé" fue creada en el año 2009 por el escritor y poeta Juan Benito Rodríguez Manzanares, en la ciudad de Valencia, España. Al día de hoy, cuenta con un amplio reconocimiento en el ámbito literario y son muchos los poetas que la están utilizando para plasmar sus creaciones. Entonces, amigos, los invito a "Jotabear" y a participar en el concurso.


VAGAROSA
(Dos Jotabé con estrambote)

I

La "Rima Jotabé" cual mariposa
con donaire pasea vagarosa.

Airosamente va de flor en flor
y en corazones posa su candor,
expresión más sublime del amor
que alivia la tristeza y el dolor.

Son sus odas un mágico sentir
e impoluto aliciente del vivir.

La "Rima Jotabé" sí es blanca diosa
que brilla con magnífico esplendor,
y entrega al firmamento su existir.

II

Como un candil la veo refulgir
en el sendero de mi porvenir.

¡Oh!, poesía... mariposa al vuelo
en cuyas alas he subido al cielo,
y en un lienzo de suave terciopelo
el verbo da razón a mi desvelo.

Ella es el estandarte de mi fe,
el puerto que de niño imaginé. 

Sus versos hacen claro el discurrir
y se sublima mi constante anhelo,
si el poema es en "Rima Jotabé".

Aromas de café,
en once trazos que le dan acierto:
a esta locura de soñar despierto.

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Mi Medalla del Primer Lugar 
Segunda Versión - 2019


AQUÍ SE PUEDEN LEER LAS BASES DEL CONCURSO

Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen superior: Afiche Promocional

viernes, 1 de mayo de 2020

EN EL DÍA DEL TRABAJO





A la mano de Dios, como reza el dicho, voy a ponerle un poquito de humor a esto de la cuarentena y para tal fin, me he inspirado en la situación de mi compadre Juancho que se la pasa todo el día dando quejas y llorando. Le compuse unas décimas, en honor a su obediencia, para que se las dedique a su señora a ver si le quita el mal genio, pues dizque ella es muy brava y que lo saca de quicio con absurda cantaleta: «Que si esto, que si lo otro, que si ya está la comida, que si ya ordenó la casa, que la ropa bien planchada, que el juguito de naranja, que la papaya picada y que no se haga el pendejo con el tinto en las mañanas» me dice que ella le dice y suelta la carcajada. Ahí le va pues, compadrito, no se deja amilanar por la señora Facunda, mejor póngase a cantar que yo le hago la segunda.

Ay, ay, ay, ay, ay...  ya no sé qué hacer. 
Ay, ay, ay, ay, ay... con esa mujer.

PA'QUE AFINE
(Décimas)

Se está poniendo pesado 
esto de la cuarentena,
francamente me da pena
vivir tan atolondrado.
Mi mujer me ha regañado
por no cumplir las labores
que con besos y primores
cada instante me delega,
y si no lo hago me pega
con el jarrón de las flores.

Cuesta arriba está el asunto
con esto de la pandemia,
he dejado la bohemia
y no salgo del conjunto.
 Muy desde las seis en punto
lave la ropa y cocine:
«tome mijo, pa'que afine,
el fregador o la escoba
y ordene pronto la alcoba
 antes de que el hambre trine».

Ya ni para qué yo le hablo
a esa señora tan brava,
si esta penuria no acaba
me va a llevar es el diablo.
Parezco burro en establo
acongojado y muy triste,
cual pájaro sin alpiste
  encerrado todo el día...
¡vaya!, suerte tan impía
y qué terrible despiste.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imágenes: El amo de casa

(De la Internet)

jueves, 30 de abril de 2020

AÑORANZAS DE ABRIL





Era inevitable que nos enamoráramos aquel día de abril, cuando nos conocimos. El sol estaba radiante, el cielo bellamente pintado de oro y los arbustos florecidos, que adornaban la calle principal, le daban un suave toque primaveral a la radiante mañana de domingo, mientras yo miraba pasar a la gente que iba para misa. De repente, como en cámara lenta, apareció un ángel caminando hacia mí. Se detuvo, me sonrió tímidamente y luego dijo: «Estoy recién llegada y busco algún lugar donde pueda comprar un helado»Sí, claro, señorita le contesté, si usted gusta la puedo acompañar y le indico el mejor lugar que, además de vender refrescos y deliciosos helados, será engalanado por la más hermosa de todas las flores. Por varias semanas estuvo en el pueblo y, en ese corto tiempo, vivimos un fugaz e inocente amor tan dulce como los helados, todavía lo recuerdo... especialmente en abril.

Para ella, la que vino de lejos... y se fue, como se va mi abril.

DESPEDIDA
(Soneto con estrambote)

Mi muy querido abril pronto te fuiste
allá, donde mi vista no te alcanza:
te fuiste, sí... pero te despediste
pintando de recuerdos mi esperanza.

Mi muy querido abril sé que partiste
en silencio cual sol en lontananza,
te fuiste, te alejaste y no pudiste
contemplar mi silueta en tu labranza.

No pudiste porque las circunstancias
han puesto con grilletes los candados,
en las puertas del alma y las estancias.

Hoy los pueblos se ven abandonados,
  pero llenos de flores y fragancias...
así como en los tiempos ya pasados.

Encuentros aplazados,
tal vez porque el Supremo nos advierte:
que estamos barajando nuestra suerte.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Tibasosa, Boyacá, Colombia


lunes, 27 de abril de 2020

HÉROES EN MINIATURA





Ellos, los pequeños angelitos, son otros de los tantos héroes en estos inciertos días de aislamiento debido a la amenaza del coronavirus. Han aceptado, en la mayoría de los casos, de una manera tan resignada el encierro que pareciera poseen una precoz madurez y una insospechada capacidad para entender la situación e inclusive logran adaptarse sin mayores complicaciones a las nuevas circunstancias de vida que se nos han impuesto. Por experiencia propia lo hemos comprobado con nuestra nieta Martina, quien está con nosotros en la cuarentena. Aunque la chiquitina extraña su colegio, sus amiguitos y los anhelados juegos cotidianos: nosotros intentamos que la prolongada ausencia de las aulas escolares sea compensada con algunas actividades lúdicas y, ella, nos corresponde con su cariño sin igual.


CUARENTENARITOS
(Dos Jotabé)

I
De repente se fueron, se esfumaron
las voces de los niños... se acallaron.

Cerrados los colegios, las escuelas
no escuchan de sus gritos las estelas,
ni se ven los pinceles y acuarelas
dibujando en el suelo las rayuelas.

No lucen las paredes coloridos
rayones de chavales distraídos.

Los textos encerrados se quedaron
de los pupitres entre sus cajuelas,
como arcanos tesoros escondidos.

II
No se encumbra la risa colectiva
ni se desborda la pasión festiva.

Los tiernos angelitos de los cielos
en casa están con padres, con abuelos
que los cuidan entre ávidos desvelos,
y dormitan sus cándidos anhelos.

Pueden por las ventanas contemplar
el sol cuando comienza a despuntar,

y el cerco misterioso no los priva
de hacer las travesuras de pilluelos:
corriendo por la casa sin cesar.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Las nietecitas
(Del álbum familiar)

sábado, 25 de abril de 2020

ABELINO, PAN Y VINO





Si la memoria no me falla, Fidelino Castillo, llegó al pueblo por allá en el año mil novecientos sesenta y ocho. Tendría algunos veinticinco años, de mediana estatura, espalda ancha y piel quemada por el sol; su aspecto rudo dejaba entrever a un hombre curtido en las labores del campo. Una caja de cartón era todo su equipaje y, según dicen, venía de Cundinamarca en busca de trabajo argumentando ser bien experimentado en los oficios de agricultura y de ganadería. Por casualidad, luego de varios días de andar deambulando, se topó con mi abuelo materno, quien tenía una finca con sembradíos y ganado a las afueras del pueblo y estaba necesitando un ayudante. Al poco tiempo, ya era parte de la familia, se convirtió en el "Tío Abelino" y en la mano derecha de los abuelos hasta el día de su muerte, hace algunos años. Nunca se le conoció otra familia, ni se supo realmente de donde era natural; tampoco se casó ni tuvo hijos.


ABELINO
(Soneto)

Parrandero sin par era Abelino,
y un señor de los pies a la cabeza;
de olfato "goterero", agudo y fino,
para el guaro, la chicha y la cerveza.

Nadie supo, en verdad, de donde vino
ni su origen hallamos con certeza;
llegó como un errante peregrino,
y logró conquistar son su nobleza.

Con nosotros estuvo de por vida
y fue de la familia, un comodín,
ayudando en la finca del abuelo.

Muy honrado y sincero sin medida,
  le debía un soneto, pero al fin...
mis estrofas volando irán al cielo.

De nuevo todo, "al pelo",
será cuando podamos algún día:
volver a departir con una fría.



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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Fidelino Castillo
(Del facebook)


jueves, 23 de abril de 2020

EN EL JUEGO DE LA VIDA





Hay que jugar el último partido por sobre todas las cosas, no hay manera ya de evitarlo, está muy avanzado el torneo y sería vergonzoso abandonar. Ha sido una temporada algo accidentada: varias tarjetas amarillas, una roja, algunas fechas de suspensión y una que otra lesión sin consecuencias para lamentar. Se cometieron errores que nos ocasionaron dolorosas derrotas, pero también hubo aciertos que se convirtieron en resonantes victorias dignas de recordar; errores y aciertos que hoy mantienen equilibrada la balanza. A estas alturas del juego, "minuto sesenta y ocho", queda muy poco tiempo para intentar cambiar la estrategia, las cartas están echadas y hay que seguir hasta cuando se escuche el definitivo pitazo final. El público asistente al estadio será el juez terrenal, pero el veredicto definitivo lo emitirá el Creador del Universo. Por lo pronto, a seguir jugando, todavía se vale soñar e intentar anotar algún tanto que salve la dignidad. 


SOÑADOR
(Sonetillo con estrambote)

De cumpleaños estoy
en medio de la pandemia,
pero el existir me premia
con algo de lo que soy.

Soy caminante que voy
por una senda bohemia,
y aunque parezca blasfemia
tengo lo mismo que doy.

Doy amistad verdadera
y, recibo en primavera,
el perfume de una flor.

Doy cariño sin medida
y, me devuelve la vida,
un ramillete de amor.

Soñador,
que nunca pierde la fe:
he sido, soy... y seré.






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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imágenes: Presente y pasado

(Del álbum familiar)

lunes, 20 de abril de 2020

IMAGINANDO PAISAJES





A través de mi ventana veo el cielo más azul y el aire luce muy puro, a lo lejos las montañas parecen reverberar y hasta puedo sentir el canto de las aves o el suave arrullo de las aguas de algún arroyuelo cristalino e imagino a los animales del bosque correteando libremente sobre la verde, fresca e impoluta campiña florecida. Yo, que amo tanto a mi entrañable mes de abril, quisiera salir a disfrutarlo, pero una barrera invisible y peligrosa me impide salir a solazarme en su bello esplendor. Repentinamente, el cielo se nubló y pesadas puertas nos enclaustraron quizás para permitir que la naturaleza tomara un respiro y se liberara por un tiempo del cruel depredador que, soberbio e ignorante, menospreciaba el daño causado con sus actos sin reparar en su propia fragilidad ante el poder supremo.


EN LONTANANZA
(Jotabé espejo)

No fulge mi entrañable mes de abril
ni siento la emoción grata y febril.

Aunque afuera, tal vez la primavera
más radiante se muestre lisonjera:
el alma se conturba y la quimera
de libertad se ahoga por doquiera.

Hoy me hallo confinado en mi aposento
y un canto me parece cruel lamento.

Abril... mi abril, el de la edad pueril,
no te puedo gozar como quisiera,
me muero de pesar y estoy contento.
-
Las flores al brotar ya las presiento
e intuyo que el ambiente reverbera,
cual luz que parpadea en el candil.

Sueño un claro y sereno firmamento,
y anhelo la llegada del momento

en que pueda correr por la pradera
contemplando el paisaje, que naciera,
rozagante y feliz e incluso fuera
yo un chaval con tirantes y cauchera.

Entonces tú tendrás, querido abril,
un trono de diamante y de marfil.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Paisaje de páramo
(De la Internet)

sábado, 18 de abril de 2020

DEL CANCIONERO POPULAR





Eso sí, indefectiblemente, cada vez que la música sonaba se alegraba la casa entera y, ella, la señora Elvirita, mi bien querida y santa madre, se ponía a cantar muy quedito al unísono con los artistas que escuchaba. A ella le gustaban los discos de las Hermanitas Calle o de otros duetos femeninos que sonaban en la Rockola Wrlitzer, instalada por mi padre en su exclusivo "Salón de Billares El Príncipe". Eran canciones populares que retumbaban en casi todos las cantinas de mi pueblo en las cuales había de esos llamativos tocadiscos tragamonedas. Hoy, en el obligado encierro y con profunda añoranza por los tiempos idos, recordé aquellas melodías cantineras y, a despecho de mis penas, hice cuatro estrofitas con similar estilo al de algunas que fueran éxito por allá en los famosos tiempos de upa.


ALAS ROTAS
(Octavillas - Corrido)

Soy un gorrioncito
que en su nido llora
por el amorcito
 de alondra traidora,
soy ave sin vuelo
errando en el mundo
buscando consuelo
segundo a segundo.

Cuando yo era niño
tenía de mi madre
su dulce mirada
y el tierno cariño,
tenía los consejos
 también de mi padre
y ahora sólo tengo 
las penas que apiño.

Soy un gorrioncito
que soporta heridas
y arrastra solito
sus alas caídas,
soy ave sin vuelo
cual un moribundo
tirado en el suelo
con dolor profundo.

Cuando yo era niño
tenía de mi madre 
de sus bellos ojos
la risa y el guiño,
tenía los abrazos
 también de mi padre
y ahora sólo tengo
nostalgias que ciño.



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Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Wrlitzer Ami-120

(De la Internet)


jueves, 16 de abril de 2020

HAY CAMINOS TODAVÍA





Un amigo me escribió anteayer diciendo que su vida, a estas alturas del partido, ya no tenía sentido y que le parecía un sacrificio inútil seguir luchando, que no valía la pena continuar. «Ya no me queda nada más por hacer, comentaba, me siento agotado y triste». Por un buen rato permanecí con la mirada fija en el teléfono y la mente en blanco, sin saber que contestarle para hacer que se sintiera mejor y recuperara los ánimos. Finalmente resolví, sin tanto protocolo, enviarle una frase que alguna vez leí en un libro de auto-ayuda, a ver si lograba reanimarlo y, santo remedio, prontamente volvió a su estado normal: "Nunca permitas que la esperanza muera por causa de tu desesperación".


PASO A PASO
(Sonetillos ingleses)

I
Acongojado... llorando 
por el dolor y la pena,
 el hombre va soportando
una pesada cadena.

Empinado es el camino
y duro aunque no parezca,
e inevitable el destino
que la vida nos ofrezca.

Uno se llena de angustia 
mientras la luz se consume,
una rosa aun cuando mustia
nos regala su perfume.

Sí hay caminos, todavía,
para tu vida y la mía

II
Caminar y caminar
en pos de lo que soñamos,
sin hacer caso al penar
con alegría cantamos.

Llevamos a flor de piel
alma, vida y corazón,
sorbos amargos de miel
y dulce la desazón.

Unos de prisa caminan
y otros lo hacen lentamente,
de igual manera terminan
el osado o el prudente.

 Poco tengo, mucho valgo,
todo sucede por algo.

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Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Camino viejo

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lunes, 13 de abril de 2020

DE MIS AÑOS ENTRE RIELES





Esto de la cuarentena me está trayendo recuerdos, pero no de los que duelen sino de los que acarician el alma con sus embestidas. Recuerdos de aquellos años durante los cuales trabajé como Ingeniero de Campo en el ferrocarril que, bordeando el río Chicamocha, bajaba de Belencito a Paz de Río para luego regresar con su carga de hierro y carbón rumbo a la planta siderúrgica de Acerías, una de las empresas más importantes del país por aquella época. Fueron diez años de constante trabajo en procura de que la vía férrea permaneciera en buen estado para que el tren subiera, bajara y volviera a subir sin ningún tropiezo, aunque a veces los había. Diez años compartiendo con los trabajadores de las cuadrillas, con las tripulaciones, con los campesinos que habitaban cerca de la vía, con las personas que usaban el tren como medio de transporte y con mis superiores... a todos ellos, los recuerdo con cariño.


ETERNA GRATITUD
A los amigos ferroviarios
(Soneto alejandrino)

Son bellos los recuerdos que conservo en el alma
y muchos los amigos que diez años dejaron;
recuerdos que me ayudan a mantener la calma,
amigos que por siempre conmigo se quedaron.

Yo conocí esa vía, tal vez, como a la palma
de mis manos, que años y senderos arrugaron;
las nostalgias que siento mi pecho las ensalma
con aquellas vivencias que nunca se olvidaron.

A todos los amigos con gratitud los tengo
aquí entre mi equipaje cual fueran finas gemas,
pues ellos me dejaron el alma enternecida.

No atesoro caudales, ni lujos, ni abolengo,
pero tengo de antaño coronas y diademas:
que son el aliciente para seguir con vida.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: El Tren de Acerías
(De la Internet)



Nota: Trabajé durante toda la década de los años ochenta en la Empresa Siderúrgica Acerías Paz del Río, adscrito a la Subdivisión Transportes: Inicié como Ingeniero Auxiliar, luego fui designado como Ingeniero de Campo para control de las zonas inestables aledañas a la vía férrea y finalmente como Jefe de Vías y Obras del Ferrocarril Belencito-Paz de Río. Para contar las tantas anécdotas vividas y nombrar uno por uno a los amigos de aquella época... tendría que escribir un libro. Por lo pronto, con cariño, les dedico mis verseares.

viernes, 10 de abril de 2020

NUESTRO CALVARIO





A todas estas y por muchas razones, en especial por la que ahora nos ocupa, estamos volviendo los ojos al cielo para implorar piedad y pedir perdón por los pecados cometidos contra las leyes Divinas, contra la naturaleza y contra el prójimo. Vivimos un amargo y cruel destino, un agónica incertidumbre, un doloroso camino de enfermedad y muerte como el castigo por nuestra soberbia y maldad a lo largo de los siglos. Estamos volviendo los ojos al cielo como la última esperanza de salvación, todo depende de nosotros mismos, todo depende de que seamos capaces de limpiar nuestros fríos corazones aceptando humildemente que hemos sido los más crueles verdugos, que hemos arrastrado a Jesús hasta la cima del Calvario y que, hoy día, debemos recorrer la misma ruta dolorosa para lavar tantas culpas.


HUMILDE RUEGO
(Décimas)

¡Oh!, mi Señor de los cielos
de la tierra el redentor,
alivia nuestro dolor
y calma tantos desvelos.
Son nuestros caros anhelos
ver un mundo diferente
en el cual se ame la gente,
se reinventen ilusiones
y se abran los corazones
a tu amor omnipotente.

En esta torva inquietud
que nuestra dicha disuelve,
el mundo los ojos vuelve
al cielo con prontitud.
Ven Señor con tu virtud
a traernos la alegría
y a darnos sabiduría
para encontrar esa luz,
que nacida de tu cruz
en el Calvario fulgía.

¡Oh!, Señor crucificado,
por tu mortal agonía
apiádate en este día
de tu pueblo descarriado.
Te lo pido arrodillado
ante tu imagen bendita,
que tu bondad nos permita
en los últimos instantes:
ser humildes caminantes
hacia tu gloria infinita.

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Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: El Crucificado

(De la Internet)

Información del Autor

Mi foto
Un soñador, simplemente. Hacedor de versos, creador de canciones e inventor de historias. Paz de Río, Boyacá, Colombia. 23 de abril del año de 1952.

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