Esta mañana, aprovechando que el día estaba soleado y la ciudad muy tranquila, salimos con Merceditas a caminar por las calles del centro histórico. Al llegar a la plaza principal contemplamos una escena típica de los pequeños pueblos colombianos: Fotógrafos tradicionales armados con sus cámaras Polaroid que, por tres mil pesitos, retratan a los niños que disfrutan del sol primaveral. Ellos, se ganan la vida dignamente, con este gratificante y bonito oficio dominical.
LOS FOTÓGRAFOS
(Quintillas)
Don Aquilino y don Juan
en la plaza siempre están
sacando fotografías
de esas que, por estos días,
se guardan en el desván.
Caballitos y sombreros
son sus fieles compañeros
y... no parecen de hoy
sus cámaras Polaroid,
de aquellos años primeros.
Esbozando una sonrisa
después de asistir a misa
con sus finos instrumentos
retratan bellos momentos,
amablemente y sin prisa.
Montados en caballitos
se ven todos muy bonitos
entre volar de palomas
y muy elegantes tomas,
los alegres muchachitos.
Ya la tarde va cayendo
y el frio que estoy sintiendo
me encamina hacia la casa,
porque otro Domingo pasa
plácidamente sonriendo.
Y colorín, colorado
este cuento ha terminado,
los niños fueron felices
porque comieron perdices,
ricos bizcochos y helado.
Rahulig/012
DRA
Imagen: La Plaza de Bolivar
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