No sé si fue ella o fui yo, no recuerdo cual de los dos llegó primero al blog del otro, pero lo que sí sé es que desde aquel día se forjó una muy linda amistad que se mantuvo indemne durante varios años. En cada una de mis publicaciones sus constantes comentarios eran un cúmulo de generosas palabras, de elogios inmerecidos y de buenos deseos. Yo, por mi parte, disfrutaba enormemente sus poemas tratando de corresponderle en la mejor manera posible a tanto cariño y bondad. María del Carmen, ya no está, pero sigue viva en mis recuerdos. Ella... que colgaba estrellas y soñaba con mares en calma.
ORO Y GRANADA
(Soneto)
En medio del
perfume de cultivadas flores
vivía una
maestrita al norte de Argentina:
amable, bondadosa, poeta correntina,
escritora notable de
versos seductores.
Bordaba sus poemas
con hilos de colores
matizados con ecos de la brisa marina;
brisa que se escuchaba del valle a la colina
cual delicado arrullo de idílicos cantores.
Su pluma era una joya de oro y de granada,
soñadora
incansable, docente jubilada,
obrera de las letras, profesora de piano.
María del Carmen
Názer, dulcinea sencilla,
ahora es una
estrella que cada noche brilla