lunes, 30 de diciembre de 2019

OTRO QUE SE VA...





Después de todo, como lo mandan las leyes naturales, también a don querido Año Viejo le llegó la hora de convertirse en viajero del tiempo yéndose al más allá y debe partir para siempre dándole paso al siguiente. Poco a poco los días fueron pasando y las hojas del calendario cayeron una a una como caen las de los árboles en el otoño, finalmente su misión mundo está a punto de terminar. Se va y nos deja con los recuerdos de tantas cosas vividas: las alegrías, las tristezas, los éxitos, los fracasos, menos ímpetu, más canas y también más experiencia, pero menos juventud... así es la ley de la vida, nadie la puede esquivar y debemos seguir en la lucha, pues mientras el corazón palpite existirá la esperanza. ¡Feliz Año Nuevo, amigos!, la vida hay que celebrarla con abrazos y cariño para poder disfrutarla.


AÑO VIEJO
(Variantes)

Me deja entre muchas cosas
 este dos mil diecinueve:
un año más en la espalda
 y en mis cabellos la nieve.

Así es la ley de la vida
 nacer, crecer y morir,
por eso a todos nos toca
 tarde o temprano partir;
el tiempo se va, no vuelve,
mas otro habrá de venir
a traernos la esperanza,
la alegría o el sufrir.

Adiós, para siempre adiós
entrañable añito viejo,
mi gratitud y cariño
en estos versos te dejo.

Te marchas muy despacito
mientras el confeti llueve,
y entre pitos y tambores
al nuevo hay que recibir.
Te vas y también te quedas, 
como el dulce vino añejo.

El espejo
me hace ver cuando lo miro:
que la vida... es un suspiro.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: El Caminante
(Ana Echebarría)


lunes, 23 de diciembre de 2019

TIEMPO PARA AGRADECER





Sea esta mi manera de agradecer sinceramente a tantos y tantos amigos de las diferentes latitudes que dedican parte de su tiempo para leer mis ocurrencias y que de una u otra manera están presentes en mis constantes publicaciones. A los que frecuentan este blog, a los que me siguen en las redes sociales y a los que me conocen de vista; a mis estimados compañeros de la Rima Jotabé, a mis paisanos de la Asociación de Escritores Boyacenses y, en general, a quienes han estado a mi lado en este trajinar literario... para todos y cada uno, mi más afectuoso Saludo de Navidad y mis mejores deseos por su felicidad. Después de todo, solamente nos quedan los amigos, los verdaderos amigos. Gracias, mil y mil gracias, sin ustedes nada de esto sería posible, sin ustedes no tendría sentido escribir ni un renglón, sin ustedes estaría en el limbo, ustedes iluminan mi existir. Dios les pague por tanta bondad.


A LOS AMIGOS
(Tercetos)

Tiempo de amor, de paz y de alegría
para la humanidad es el Adviento
que embriaga con razón el alma mía.

Aromas de ilusión arrastra el viento
a su paso por pueblos y ciudades
bajo el fúlgido azul del firmamento.

Tiempo de celebrar las navidades
y ofrecer un saludo, una sonrisa
estrechando los lazos de amistades.

Bendecir al Señor por esa brisa
que impulsa mi velero suavemente
 sobre la mar a navegar sin prisa.

Hoy en mi corazón está presente
un profundo y sincero sentimiento
de fe para brindar por el ausente.

No sale de mi boca ni un lamento
y a pesar de los golpes sin medida
disfruto del vivir cada momento.

Porque tengo la voz comprometida
para ser en verdad agradecido
con todos los amigos de mi vida.

A ninguno de tantos yo lo olvido
y a todos los abrazo en la distancia
con alma de chaval enternecido.

Mil gracias por la mágica fragancia
de los bellos jardines que florecen
y brindan amistad en abundancia.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Tarjeta navideña
(De la Internet)

miércoles, 18 de diciembre de 2019

DE TUNJA PARA COLOMBIA





El Aguinaldo Boyacense es un evento catalogado como Patrimonio Cultural que se realiza anualmente en la noble e hidalga ciudad de Tunja, Boyacá, Colombia entre el 16 y el 22 de diciembre. El Aguinaldo Boyacense tuvo su primera versión en el año de 1955 como una festividad oficial del municipio la cual se le debe al sargento de policía Carlos Júlio Umaña Torres a quien se le ocurriera disfrazar a unos subalternos para sacar la Navidad a las calles, dando así inicio a esta tradición que se institucionalizó cuatro años más tarde y es por tal motivo que se le conoce como la fiesta más antigua de todo el país. Es un importante acontecimiento de carácter popular que identifica la región y pertenece a su acervo histórico. Durante la tradicional celebración se pueden disfrutar variadas atracciones tales como desfile de carrozas y comparsas, verbenas, conciertos, recitales, exposiciones, deporte y mucho más.


AGUINALDOS
(Quintillas)

La ciudad está embebida
en las fiestas decembrinas,
se desentiende la vida
de las constantes rutinas
y la dicha nos convida.

El bullicio de alegría
suena por doquiera te halles,
se cantan de noche y día
villancicos por las calles
en constante sinfonía. 

La concordia nos abraza
entre brillantes reflejos
de las luces, que en la plaza,
se divisan desde lejos
cual de tizones la braza.

Hay carrozas, bailarines,
comparsas, verbenas, gozo
y alocados matachines
que expanden el alborozo
por toditos los confines.

Contagioso es el furor
de la música festiva,
todo vibra en derredor
y ningún paisano esquiva
un traguito de licor.

De espíritu navideño
el alma grata se inunda, 
el dolor se hace pequeño
y en el corazón fecunda
la paz en cálido sueño.

Ricos y pobres unidos
sin importar diferencias
se abrazan entretenidos,
y se olvidan malquerencias
por nueve días seguidos.

Ya rezamos la novena
en santa fraternidad,
 y una campana que suena
anuncia la Navidad
en bella noche serena.

Del cielo baja una luz
que anuncia la salvación,
para morir en la cruz
y... darnos la redención:
en Belén nació Jesús.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Póster del Aguinaldo
(Alcaldía de Tunja)

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viernes, 13 de diciembre de 2019

EL TURISMO NAVIDEÑO





Ha comenzado la temporada navideña, las ciudades se iluminan con infinidad de luces multicolores cuyo intrínseco propósito se orienta hacia lo comercial. Calles y plazas se miran espléndidas a primera vista, pero el brillo de los adornos no logra ocultar las desigualdades sociales ni los sufrimientos de quienes nada tienen, de aquellos despojados y/o desterrados que se ven obligados a mendigar en las ciudades ante la indiferencia de una sociedad mercantilista y cínicamente cruel. Una pregunta da vueltas insistentemente en mi cabeza: ¿Cuánto dinero se gastarán los gobiernos municipales en la instalación de estos alumbrados y cuántas familias en extrema pobreza podrían tener un techo, un plato de comida, una medicina o alguna esperanza con estas millonarias inversiones? Al menos, los niños sentirán un poquito de alegría, cuando asombrados contemplen la luminosa fantasía.


AMARGA NAVIDAD
(Jotabé con estrambote)

La ciudad bellamente iluminada,
injusticia social... disimulada.

En la calle se ven los desplazados
y mendigos sufriendo abandonados,
mujeres, niños, viejos olvidados
que por la sociedad son ignorados.

Cual humildes barquitos de papel
a merced de la mar, sin timonel.

Por compañera de su andar: la nada,
y en su boca mendrugos reciclados.
Ah, humanidad; mercantilista y cruel.

Navidad en la piel,
festiva o pesarosa, blanca o negra:
a unos hace llorar, a otros alegra.



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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Alumbrados en Boyacá
Inferior: Desplazados
(De la Internet)

martes, 10 de diciembre de 2019

DESEMPOLVANDO RECUERDOS





La ovejita Marilín era una corderita blanca y juguetona que, si no estoy mal, fue un regalo de mi abuelo Tito cuando cumplí los siete años de edad, para que la diera al aumento y tuviera mi propio rebaño; era de carita tierna y de grandes ojos negros que miraban con cariño. Doña Ricarda, una amiga de la familia, tenía su parcela a la vera del camino que iba desde el pueblo hasta la vereda de Colacote y, a ella, se la encomendamos con el fin de que la terminara de criar. Cada que pasábamos por ese lugar, rumbo a la escuela donde mi madre laboraba como maestra rural, Marilín presentía mi presencia y brincando por entre los matorrales salía a saludarme. Pasó en tiempo, la ovejita creció y se hizo adulta, organizó familia, tuvo varios hijos y vivió muy feliz alegrándome la vida hasta que murió de vieja... de recuerdos me dejó una ruana y varias cobijas hechas con su blanca lana.


MARILÍN
(Cuartetas)

Mi ovejita Marilín
no era una oveja cualquiera,
saltaba por el jardín
como si de goma fuera.

Seda tenía por lana
y por ojos candelillas,
era amiga de una rana
y comía granadillas.

Remilgosa me miraba
con amor y mucha gracia,
cual la rubia que adornaba
la pared de la farmacia.

Jugaba con un ternero
y le gustaban los gatos,
usaba ruana, sombrero
y de fique los chocatos.

Fue un regalo del abuelo
por los siete años cumplidos,
yo la cuidaba con celo
allá por los tiempos idos.

En las montañas creció
con la señora Ricarda,
dos corderitas me dio
una blanca y otra parda.

Me dio también harta lana
radiante como la nieve,
para tejer una ruana
y cobijas siete o nueve.

Se murió de viejecita
mi adorada Marilín,
tan graciosa y tan bonita
con carita de arlequín.

No se ha ido, porque al fin,
en mis recuerdos habita.
¡Vaya!, por dios... ¡qué trajín!

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Postales de mi Boyacá
(Boyacá al día - @juafercano)


miércoles, 4 de diciembre de 2019

NAVIDAD ES ILUSIÓN





Sarita permanecía muy triste, pasaba las noches en vela contemplando el cielo a través del cristal de la ventana de su cuarto con la esperanza de ver pasar la estrella del oriente, la que guiaría a los Reyes Magos hasta el portal de Belén y anunciaría a los pastorcitos la llegada del Mesías, pero su ilusión se esfumaba al llegar la aurora. "Esta noche me haré la dormida y tal vez así le estrellita se atreva a salir sin temor", pensaba durante el día planeando una nueva estrategia. Se fueron varias noches sin que se cumpliera su deseo y presentía perdida la esperanza cuando, de improviso, en la noche de Navidad sucedió el milagro esperado: una hermosa estrella fugaz iluminó el firmamento y también su pequeña habitación. Admirada y feliz corrió hasta el salón principal para contarle a sus padres lo sucedido y, entonces, encontró bajo el árbol navideño la muñeca deseada... había llegado el Niño Dios.


LA ESTRELLA
(Jotabem con estrambote)

Estrella que vas en pos
de Belén y el Niño Dios.

Eres la luz que nos guía
por el mundo cada día
y... le entregas a María
del amor grande alegría.

Al mundo le das verdad
y a la familia bondad.

Pastores de dos en dos
cantan bella melodía
que anuncia la Navidad.

La deidad
de Jesús recién nacido:
a todos ha bendecido.



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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Martina, la nieta.
(Del álbum familiar)

domingo, 1 de diciembre de 2019

UN PAÍS RESQUEBRAJADO...





Las protestas, las marchas, los desmanes y los enfrentamientos entre dos polos opuestos que agobian a Colombia por estos días son un clara señal de que la paz esta lejana, de que la injusticia social causa el resquebrajamiento de la institucionalidad y genera desconcierto general. Los anhelos de paz de los colombianos son objeto de extrañeza para los observadores externos, quienes se preguntan cómo un pueblo ha podido sobrevivir con tanta zozobra y es lastimoso admitir que no hemos podido, desde todos los extremos, sacudirnos de nuestros esquemas para suscribir un acuerdo social que esté por encima de los intereses mezquinos y personales de aquellos empeñados en ostentar el poder, a cualquier costo, sin pensar por un momento en que nuestro país saldrá del ostracismo cuando todas las corrientes propendan por el progreso y el bienestar del pueblo... la unión construye, la mezquindad destruye.


DOLOR DE PATRIA
(Octavillas - Canción)

A mí me duele la patria
cansada ya de sufrir, 
me duele ver a los niños
creciendo sin porvenir.
Me duelen los estudiantes
y también los policías,
me duelen los campesinos
que luchan todos los días.

Me duelen los sin trabajo,
 los maestros, los obreros,
los médicos, los artistas
y también los ingenieros.
Me duelen los que reciben
como respuesta una coz,
los que mueren de repente
cuando levantan la voz.

A mí me duele la patria
masacrada y destruida,
me duele ver a los viejos
con la esperanza perdida.
Me duelen todas las madres
que añoran una caricia,
de los hijos que murieron
entre el odio y la sevicia.

Me duelen los poderosos
esclavos de su grandeza,
y mucho más los de abajo
sumidos en la pobreza.
Me duele de sur a norte
mi atormentada nación,
mi patria que ha padecido
por los siglos la opresión.

Me duele mucho, me duele,
lo siento en el corazón.
Me duele mucho, me duele,
mi atormentada nación.




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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Colombia herida 
(Udenarperiodico.com)

martes, 26 de noviembre de 2019

ÉRASE UN BALCÓN FLORIDO





Unos dicen que se halla en un convento, otros comentan que se fue a un largo viaje y los más osados aseguran que ella se murió de amor. Yo no sé cuál será la verdad, mas esa bella morena, la jardinera de las flores que adornaban el balcón de la esquina no ha vuelto a ser vista por nadie, el balcón está desolado, las hermosas macetas multicolores que pendían de los barandales también han desaparecido y el panorama muy triste se ve. Siempre se engalanaba con vaporosos trajes de tierra caliente, yo solía contemplarla por un buen rato cuando mi andar pasaba frente al balcón aquel e imaginaba que le cantaba serenata y hasta llegué a convertirla en mi amor platónico, pero jamás cruzamos palabra ni siquiera supe su nombre... me conformaba con admirarla mientras consentía sus flores.


JARDINERA 
(Jotabés decasílabos)

I
A la reina que en tiempo pasado
se asomaba al balcón adornado

con geranios, claveles y rosas:
no la he vuelto a mirar por las cosas
que la vida nos muestra azarosas
e insufribles, por ser misteriosas.

No se asoma, no ha vuelto a salir
ni se escucha su alegre reír.

El balcón permanece cerrado,
no hay fiesta ni veo mariposas;
de tristeza presiento morir.

II
Entre sueños canté serenata
en las trémulas noches de plata,

bajo aquel ventanal colorido
cual jardín nebular que, florido,
a mi amor le sirviera de nido
en el tiempo fugaz ya perdido.

Se marchó para nunca volver,
no sé a dónde, ni quiero saber.

Hoy mi pecho razones no acata,
y el balcón de mi ayer compungido:
nunca flores ha vuelto a tener.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Casa de don Antonio Ruiz 
(Tunja, Boyacá)

viernes, 22 de noviembre de 2019

LA ESPERANZA MALHERIDA





Muy poquito le duró la felicidad a Rosita luego de su regreso al terruño tras haber sido víctima de desplazamiento forzado, huir despavorida para poner a salvo su vida y subsistir mendigando caridad en las calles del pueblo por varios meses. Aquel nefasto día de la partida, con su pequeña hija en brazos, había dejado todo atrás incluido a su amado Ramón, quien valientemente se quedó en el rancho para cuidar su parcela a sabiendas de que su vida corría peligro. Por suerte, antes de que algo le sucediera, se firmó un acuerdo de paz entre gobierno e insurgencia lo cual les permitió volver a reunirse pensando en comenzar de nuevo, pero la realidad es otra: con el paso del tiempo se ha reactivado la violencia y otra vez pavonea por los campos y veredas... algunos malandrines incumplieron lo pactado.


ROSITA Y RAMÓN
(Coplas)

Eran Rosita y Ramón 
dos humildes campesinos,
que tenían su morada
 entre arrayanes y encinos.

También una hermosa niña
que apenitas caminaba
y una vaquita lechera
que trece botellas daba.

Una noche como todas, 
cuando estaban arrunchados:
la puerta se abrió de golpe 
y fueron encañonados.

¡Corra, "mija", sumercé!, 
gritó Ramón a Rosita,
ella cogió la criatura 
y emprendió la carrerita.

Anduvo cruzando montes
 con su pequeña cargada,
y en el pueblo mendigando
 se convirtió en desplazada.

Tres meses llevaba Rosa
 refugiada en el poblado,
cuando supo que la paz
 por fin se había firmado.

Qué alegría tan inmensa
 y qué noticia más grata,
esa mujer daba vueltas
 y brincaba en una pata.

Con lagrimas en los ojos
 y alegre su corazón,
agarró camino al campo
 a reunirse con Ramón.

Se instalaron nuevamente 
cerquita de la quebrada,
con su niña, la vaquita 
y de ovejas la manada.

Mas... poco duró la dicha
 de vivir en santa paz,
pues fiera y amenazante
 regresó el ave rapaz.

Desdichados ellos dos
 y todos los campesinos,
esperando la visita
 de malandros y asesinos.

Malherida la esperanza, 
la paz hecha una utopía
por mafiosos que destruyen 
la querida patria mía.

Y para colmo de males
 el abandono estatal,
con absurda indiferencia:
¡En la llaga pone sal!

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Camino incierto
(De de la Internet)


domingo, 17 de noviembre de 2019

SEÑORA DE MIS DESVELOS





El simple derecho a soñar nos engrandece, nos hace más humanos y justifica nuestra presencia en este mundo. No seríamos los mismos si nos quitaran el derecho a soñar o si perdiéramos la capacidad de asombro ante la majestuosidad de los espectáculos que nos regala la naturaleza. A mí, la luna llena me me sosiega y despierta mi ternura, me desvela e inspira y acrecienta mis deseos de vivir para seguir escribiendo mis versos, versos que son la razón de mi diario trajinar. La señora luna me muestra noches más hermosas, me hace ver un mundo diferente cada vez que aparece frente a mi ventana e ilumina las hojas en blanco para que pueda plasmar en ellas mis humildes versos enamorados.

La luna es la bombilla de los pobres y de los poetas.
(Francisco Espada Villarrubia)

LA LUNA MÍA
(Soneto)

El cielo con tu luz, oh luna llena,
y el aura que te pone más luciente:
en noches claras de belleza plena
arropan mis pesares dulcemente.

No queda en mi existir ninguna pena
ni la congoja posa ya en mi frente,
cuando te veo, luna, tan serena
enseñar tu fulgor por el oriente.

Viertes lumbre cual vívida pintura
sobre el lienzo del bello firmamento,
cómo brilla tu faz, ¡cómo fulgura!

Oh, señora, que alivias mi tormento
  e incubas en mi pecho la ternura...
no dejes de mirarme ni un momento.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Sobre Monserrate 
(De la Internet)

miércoles, 13 de noviembre de 2019

FRENTE AL ESPEJO





Ha sido muy buena la vida conmigo en este año 2019, no solamente en lo referente a los aspectos de la cotidianidad sino también en mi actividad poética; actividad en la cual he sido galardonado con tres reconocimientos que para mí son muy significativos y gratificantes: Segundo puesto en el Concurso "Jotabeando USA" realizado en Estados Unidos; Primer Premio en el Concurso "El Mundo Suena en Jotabé" realizado en Ecuador y ahora, para mi sorpresa, este Segundo lugar que hoy les comparto obtenido en el Concurso "La Marimba Canta en Jotabé" realizado en México. Solamente le pido al Supremo, tal como lo expreso en este "Mísero Ruego", me conceda tiempo para ver florecer el árbol que he plantado y pueda bajo sus ramas retozar serenamente a la espera de los designios Divinos. 


MÍSERO RUEGO
(Jotabé dodecasílabo con estrambote)

Espejito, espejito, tú que me miras,
tú que me quieres tanto, dime mentiras.

Dime que todavía me queda aliento
para seguir viviendo con sentimiento,
para echar mis anhelos todos al viento
y ponerle dos alas a este lamento.

Espejito, espejito, por las mañanas
no reflejes arrugas ni muestres canas.

Ten compasión, te pido, toca las liras,
  no dejes ver la cara de mi esperpento…
muéstrame solamente las cosas vanas.

Tú que siempre te ufanas
de reflejar del hombre su alma y su ser:
déjame que en el tiempo pueda volver.



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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Frente al espejo 
(De la Internet)

Blog del poeta Carlos de la Cruz
Organizador del Concurso.

domingo, 10 de noviembre de 2019

UN RINCONCITO DEL ECUADOR





Se puede viajar por el mundo y conocer mucha gente; sin embargo, el lugar más hermoso siempre será aquel en el cual uno es acogido con cariño, con admiración y con respeto tal como lo hicieron conmigo en San Antonio de Las Aradas, linda tierra ecuatoriana asentada allá en el sur, lejana, pero cerquita del corazón y latente en el recuerdo. Pueblo fundado por labriegos que, en busca de un futuro mejor, se adentraron en la montaña y persiguiendo la lluvia hicieron camino al andar, abrieron los campos y con sus arados sembraron esperanza, cosecharon alegrías y criaron sus hijos para que fueran los forjadores de una comunidad que sigue luchando por sobrevivir. Allí fui bien querido y lo aprecio de verdad, fui profeta en tierra ajena cual no lo soy en la propia.... Dios les pague, eterno será el agradecimiento de parte mía.


A San Antonio de Las Aradas
(Jotabé decasílabo, monocorde)

I
En una esquina del Ecuador
hay un pueblito que es un primor.

Entre montañas está asentado,
por muchos años ha perdurado;
es sus laderas café sembrado
y en las planicies pasta el ganado.

Esplendorosas sus alboradas,
cantan las aves enamoradas.

Tiene en su entorno mucho color,
  parece un cuadro por Dios pintado...
¡Oh! San Antonio de Las Aradas.

II
Blande la fuerza y el pundonor
para vencer tristeza y dolor.

Por un incendio fue desolado
y con denuedo, se ha levantado;
fuego inclemente que ha devorado
de su montañas lo más sagrado.

Ya no se miran las llamaradas
ni el humo cubre las hondonadas.

El verde vuelve con su esplendor
  y poco a poco se ha renovado...
¡Oh! San Antonio de Las Aradas.




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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: San Antonio de Las Aradas
(Fotografía de la Internet)


jueves, 7 de noviembre de 2019

TROVANDO EN LAS ARADAS





Cuando llegué a la población de San Antonio de las Aradas, en el sur del Ecuador, después de tres días de viaje y dos mil kilómetros recorridos: todo el cansancio acumulado se me borró al sentir el calor humano que con sus abrazos me brindó don Edwin Antonio Gaona al momento de recibirme, así como también con el cariñoso saludo de sus padres don José y doña María y de su hermana, Neli, quién me esperaba en la población de Gonzanamá para acompañarme en el tramo final. Solamente con llegar me sentí como en mi propia casa, me duché en una confortable habitación, recibí comida típica y un buen café Aradense. Después, una agradable tertulia familiar dio motivo para componerle unas coplas; gesto que él amablemente correspondió, de igual manera, dedicándome sus trovas.


A GAONITA
(Trovas dobles)

A don Antonio Gaona
natural de Las Aradas,
con cariño le dedico
mis poesías cantadas.
Por su trabajo incansable
  a favor de arte y cultura...
en su terruño querido
deja una historia segura.

Hijo ilustre de su pueblo
el nieto de don Anuario,
tiene plasmado su nombre
en libros y calendario.
Retoño de don José
   con la señora María...
y aquello de ser poeta
de herencia lo sacaría.

Organiza los concursos
de la Rima Jotabé
y muchos otros eventos
culturales bien lo sé.
Por su carisma tan noble
  todo el mundo lo venera...
ya que labora con juicio,
con ahínco y verraquera.

Muchos premios ha ganado
en su trajinar constante,
pero se mantiene humilde
conquistador y galante.
Y en el centro de la plaza
  por justo agradecimiento...
el pueblo que fue su casa
le pondrá su monumento.


A LIZARAZO
(Trovas dobles)

Con el cariño bendito
le canto a don Rafael,
con todo pulmón le grito
que lindo es amigo fiel.
Como bendición divina
  nos llega para cantar...
con su música tan fina 
sólo nos quiere alegrar.

Viniendo de Paz de Río,
de la tierra boyacense
por un periodo tan frío
llegó a la tierra aradense.
El premio que le esperaba
  era de gran poesía...
a su madre dedicaba
por cuanto ella lo vestía.

Ejemplo de colombiano
dejaste por estos lares,
con versos de gran hermano
pintaste nuestros albares.
Con muchas glorias saliste,
  tus huellas llevan toditos...
y siempre por las Aradas
van tus recuerdos bonitos.

Cuando subiste a tribuna
a don Gaona cantaste
y de la dulce fortuna
  hasta café cosechaste.
Por eso que en la Aradas
  don Lizarazo cantor...
nos deja con sus tonadas
un verso y mucho sabor.




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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Momentos en las Aradas
(Del móvil)


jueves, 31 de octubre de 2019

GALARDÓN INTERNACIONAL





Escribí el poema pensando en ella, lo escribí recordando los tiempos maravillosos, lo escribí con el corazón en la mano, poniendo toda el alma mía en cada uno de los versos y, al fin de cuentas, lo escribí inspirado el ese grande amor que ella me brindaba cada día. Lo fui puliendo poco a poco hasta decidir enviarlo al concurso y lo hice recordando las palabras que ella me dijo alguna vez cuando le dí a leer algunos de mis humildes versos, pocos años antes de que nos dejara para siempre: "El que persevera alcanza, hijo, nunca pierdas la esperanza, puedes lograrlo lo leo en tu mirada". Aquel día la abracé y ella recostó mi cabeza en su hombro mientras acariciaba mis cabellos... ahora lo comprendo, ella lo sabía, ella era la "Pitonisa de mis sueños". Hoy, con lágrimas en mis cansados ojos, le entrego este Primer Premio en el II Concurso Internacional de Poesía "El Mundo Suena en Jotabé", realizado en Loja, Ecuador. A ella se lo dedico, a ella que con ilusión guardaba mis poemas bajo su almohada.


VENTUROSO RECUERDO
(Jotabé espejo)

Hoy recuerdo de antaño su sonrisa,
sus dedos abrochando mi camisa.

El peine que mis bucles componía
y el trinar de turpiales que cundía;
la calma que a su lado yo sentía
y el sendero a la escuela cada día.

Era de hermosas flores el camino,
de rosas, de azucenas… y el destino:

me robó cual llevados por la brisa
  los ojos que me daban alegría,
y soy en este mundo un peregrino.


Le dio la vida un halo diamantino,
un caudal de donaire que corría
sereno, sin asomos de la prisa.

Ella lo conservó cual don divino
con sapiencia total y mucho tino.

Tenía una misión, bien lo sabía
y nada en su constancia le afligía;
jamás hubo en su ser melancolía
y su mano sedeña la ofrecía.

Mi madre, de mis sueños pitonisa,
amor, amor… su mágica premisa.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.






Con la nostalgia que produce la distancia, pero con la satisfacción del deber cumplido, comparto este logro y abrazo a todos los que de una u otra manera lo hicieron posible. Mil y mil gracias estimados amigos de la parroquia San Antonio de las Aradas, Cantón Quilanga, Provincia de Loja, República del Ecuador y, en especial, al Poeta don Edwin Antonio Gaona Salinas por su generosa hospitalidad durante mi permanencia en aquella tierra tan bella colmada de arte y cultura como símbolo de amor, tierra de la cual traje además del corazón henchido: el sol en el dorado de la medalla, las manos de Dios en la escultura de Paulina Salinas, el alma de sus artesanas en la alforja de labrador, la poesía en el aroma de su café, el pensamiento de sus poetas en cada uno de los libros, las huellas del fuego en el grabado del águila de Alfonso Bedoya, el calor humano en las llave de la ciudad de Quilanga y el mejor galardón como lo es el aprecio de sus gentes tan amables... jamás habré de olvidarlo, Dios les pague.




martes, 22 de octubre de 2019

HONROSA INVITACIÓN





La parroquia San Antonio de las Aradas está ubicada en el Cantón Quilanga Provincia de Loja, es una pequeña población rural asentada al suroeste del Ecuador a un distancia de 811,5 kilómetros de Quito por la carretera panamericana. Sus gentes están dedicadas a la agricultura y también a la ganadería con pastizales para ganado vacuno, porcino, caprino, aves de corral. El lugar despliega varios campos de acción que fortalecen el turismo, está en el Camino del Inca y posee espacios naturales como ríos, lagunas, cascadas, manantiales y muchas ruinas arqueológicas dignas de admirar. Desde allá me ha invitado mi buen amigo y poeta Edwin Antonio Gaona Salinas, organizador del evento, para ir a recibir el trofeo asignado como ganador del Primer Lugar en el II Concurso Internacional de Poesía "El Mundo Suena en Jotabé". Un viaje de dos mil largos kilómetros, el cual haré con mucho gusto.


HACIA EL SUR
(Jotabem espejo)

Hacia Ecuador, las Aradas,
fijan rumbo mis pisadas.

A ir allá me han invitado
por haberme yo ganado
un Concurso celebrado
en aquel pueblo soñado.

Mi equipaje alistaré
y... gustoso asistiré

con valijas recargadas
de versear redactado
en la Rima Jotabé.


Es bonito "sumercé"
llevar un cofre colmado
de poesías rimadas.

Pero también llevaré:
chicha, papitas, café

y el sudor sacrificado
del campesino abnegado
que con azadón y arado
su destino lo ha forjado.

Dos culturas hermanadas,
mi Boyacá y Las Aradas.



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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Póster e invitación
(Edwin Gaona Salinas)


sábado, 19 de octubre de 2019

LA ESQUINA DEL PLANTÓN





Al momento de despedirnos, luego del casual encuentro bajo la niebla y tras varios "lamparazos" fondo-blanco, la rubia "signorina" de los enigmáticos ojos azules me dijo que bien podríamos vernos al día siguiente en la Esquina de los Burritos, donde venden un agarrador "carajillo" con sabor a gloria, para conocernos un poco mejor e intentar entablar una amistad duradera pues teníamos muchas cosas en común: que ella era amante del arte y la poesía, que si le dedicaba un poema podría darme besos de verdad, no como los que me había fingido estando en la cantina. Yo, como un iluso adolescente me vestí con mis mejores galas, me apliqué el más fino perfume y salí alegremente a cumplirle la cita a la misteriosa dama de mirada aguamarina; pero todo fue un chasco... ella nunca llegó y me quedé con los crespos hechos. Eso me pasa creerle a una encopetada mujer de "alta cuna y de baja cama".


LA CITA
(Soneto con estrambote)

Anduve sin cesar para encontrarte
y fui a cumplir la cita programada;
pero tú, no atendiste mi llamada
e imposible me fue poder hallarte. 

Tan sólo era mi anhelo saludarte
y acariciar tu mano idolatrada;
pero tú, mi sublime y bien amada
con ganas me dejaste de abrazarte.

Estuve ahí, parado en esa esquina
anhelando me dieras aquel beso,
el que me prometiste, "signorina".

Soñaba en mi romántico embeleso
que tú llegabas, oh mujer divina,
mas quedé sin el pan y sin el queso.

Ahora, vivo preso
de obscuro instante mágico y fugaz:
cuando fuiste de amor, ave rapaz.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: La esquina de la cita
(Foto propia, del móvil)



miércoles, 16 de octubre de 2019

ENCUENTRO BAJO LA NIEBLA





Hace algunos días, como de costumbre madrugué a caminar por las calles de mi barrio, pero al abrir la puerta me encontré con una densa neblina que inmisericorde todo lo cubría. Después de abrigarme convenientemente, me decidí a hacer la ronda matutina e irme hasta la plaza principal a contemplarla cubierta por la bruma y aprovechar para tomar un "lamparazo" en alguno de los cafés ubicados en el marco de la misma... la soledad era infinita, apenas uno o dos transeúntes despistados, la catedral casi invisible y la estatua de Simón Bolívar sobre su frío pedestal, como si nada. De pronto, en medio de la penumbra, tropecé con alguien: al levantar la vista me topé con unos bellos ojos azules que apenas se asomaban por entre la rendija del pasamontañas que ocultaba el rostro de una enigmática dama.


EN LA BRUMA
(Jotabé espejo)

Entre la bruma vuelan confundidos
mis pensamientos por ahí perdidos.

Misteriosa... ha bajado la neblina
del cielo hasta la plaza travertina,
cubriendo con su manto la rutina
de la infalible ronda matutina.

Cubrió también mi ser acongojado
que vagaba silente y abrumado

intentando encontrar, quizá dormidos,
  furtivos besos en cualquier esquina...
mas todo estaba por doquier nublado.


Seguí deambulando anonadado,
 errante cual viajera golondrina
que añora recalar en otros nidos.

Absorto en la penumbra, despistado
y en medio de la calle emparamado:

Me topé... a una rubia "signorina"
de azules ojos como aguamarina,
con seductor perfuma, ropa fina
y anhelos de beber en la cantina.

 Copas amargas, ósculos fingidos...
en la calígine invernal sumidos.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Plaza de Boívar, Tunja
(Del facebook, Mi Boyacá)


viernes, 11 de octubre de 2019

AROMÁTICOS MANOJOS...





Casi todos los santos días la veo ahí, en la esquina de Santa Bárbara, sentada en un butaquito amarillo y abrigada con su florido pañolón ofreciendo a los transeúntes las preciadas hierbas aromáticas que ella misma cultiva en el pequeño solar de su entrañable ranchito. Con su canasto cargado al hombro, camina constantemente desde su alejado y humilde hogar hasta el 'sitio de trabajo', trayendo consigo una docena de perfumados manojos: labora desde las ocho de la mañana hasta cuando termina de vender su mercancía. Seis mil pesos es todo que recibe por el total de la venta, no desconfía de la gente, recibe las monedas y sin contarlas las mete en una desgastada bolsita de cuero que porta colgada a su cuello. "Para las necesidades", susurra haciendo cuentas alegres, y emprende el camino de regreso.


CLEMENTINA
(Musa y coletilla)

Hierbecitas en la esquina
con esmerada atención,
para el asma y la tensión
vende doña Clementina.

Ella es médica muy fina
de grande reputación,
no tiene equivocación
y a todo dolor le atina.

Cada que paso me ofrece
(porque adivina mi antojo)
de las hierbas el manojo
que en su solarcito crece.
"Si algo grave le acontece
yo le brindo solución:
tengo el poleo, el cedrón,
la ruda y la berenjena,
manzanilla o hierbabuena
para el mal del corazón".

Con buenísima intención
me receta diariamente,
además del té caliente
quince gotas de limón.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: La señora Clementina
 (Foto propia, del móvil)


sábado, 5 de octubre de 2019

AHOGANDO LAS PENAS...





–¡Hola, mi chino! ¿Cómo le ha ido? ¿Qué milagro'e verlo? –me dijo don Leonidas cuando nos topamos en la tiendecita de la esquina–, ¿qué me cuenta de nuevo?, ¡siéntese y tómese alguito! –Milagro que "sumercé" no hace, don Leo, poco se soma por estos lares –le contesté recibiéndole la primera. Después de un rato comenzó a contarme sus pesares: –Cómo le parece que la "patialegre" de la Rosana me resultó traicionera, yo que era un viudo resabia'o me dejé tentar por su belleza y míreme ahora vuelto harina y despecha'o porque la sinvergüenza me la jugaba con un policía tan joven como ella, menos mal que la "pillé" a tiempo y pude sacarle el quite antes de que me dejara limpio. Eso sí, pa'despedirla se la hice bien bonita –concluyó echándose la otra pechada y se puso a cantar un viejísimo tango arrabalero. Casi amanecemos entonando tangos, rancheras y valses... pero ahogamos las penas.


AGRAVIO
(Soneto)

Para que no digas que fui muy ingrato,
para que no digas que fui duro y cruel:
bajo la almohada te dejé un retrato
y sobre la misma rosado clavel.

La imagen pintada con tinte barato,
el clavel con sangre de mi herida piel;
me diste placeres de amor por un rato
y besos amargos de melaza y hiel.

Cuando tú pasaste por mi lado un día
de tanto donaire prendado quedé,
  mas fue un espejismo de la vanidad.

Me ofreciste impura tu sábana fría
y caricias falsas, ¡ya muy bien lo sé!
Pero mi cariño... sí fue de verdad.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: La tienda de la esquina,
Iza, Boyacá. (Foto propia)




Información del Autor

Mi foto
Un soñador, simplemente. Hacedor de versos, creador de canciones e inventor de historias. Paz de Río (Boyacá) Colombia, 23 de abril del año 1952.

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