Casi todos los santos días la veo ahí, en la esquina de Santa Bárbara, sentada en un butaquito amarillo y abrigada con su florido pañolón ofreciendo a los transeúntes las preciadas hierbas aromáticas que ella misma cultiva en el pequeño solar de su entrañable ranchito. Con su canasto cargado al hombro, camina constantemente desde su alejado y humilde hogar hasta el 'sitio de trabajo', trayendo consigo una docena de perfumados manojos: labora desde las ocho de la mañana hasta cuando termina de vender su mercancía. Seis mil pesos es todo que recibe por el total de la venta, no desconfía de la gente, recibe las monedas y sin contarlas las mete en una desgastada bolsita de cuero que porta colgada a su cuello. "Para las necesidades", susurra haciendo cuentas alegres, y emprende el camino de regreso.
CLEMENTINA
(Musa y coletilla)
Hierbecitas en la esquina
con esmerada atención,
para el asma y la tensión
vende doña Clementina.
Ella es médica muy fina
de grande reputación,
no tiene equivocación
y a todo dolor le atina.
Cada que paso me ofrece
(porque adivina mi antojo)
de las hierbas el manojo
que en su solarcito crece.
"Si algo grave le acontece
yo le brindo solución:
tengo el poleo, el cedrón,
la ruda y la berenjena,
manzanilla o hierbabuena
para el mal del corazón".
Con buenísima intención
me receta diariamente,
además del té caliente
quince gotas de limón.
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Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: La señora Clementina
(Foto propia, del móvil)
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: La señora Clementina
(Foto propia, del móvil)
Como buscas y encuentras versos por donde vallas,me encanta,cariños.
ResponderEliminarLa señora Clementina ha quedado inmortalizada en tus versos, poeta. Ya el olvido no podrá con ella... Qué gran misión tienes, Rafael, inmortalizar tu cultura y tus gentes, y la cumples sin falta y con destreza, siempre.
ResponderEliminarAbrazos y más abrazos.
Gracias, Carlos, la gente que se rebusca la vida es la que me inspira constantemente, su laboriosidad es admirable.
EliminarUn abrazo.
De manera sencilla, pero fielmente, dejas reflejado en tus versos a la figura de Clementina.
ResponderEliminarUn abrazo.
Loable canto Rafael, que da reflejo de ese gran labor conque clementina se gana la vida, toda una luchadora cosechando con sus manos ese bien que a los demás ofrece a cambio de algunos pesos...aunque nunca sea compensado ese potencial remedio.
ResponderEliminarUn abrazo
Sublime homenaje, Rafael, a doña Clementina y a tantas de sus iguales que en diferentes países, incluido el mío, nos ofrecen esas soluciones o simplemente alivios a tantos males que nos agobian.Esas esforzadas mujeres son mensajeras de salud.
ResponderEliminarAsí es, Esteban, ellas son como el médico de cabecera, pero atienden a la vuelta de la esquina.
EliminarUn abrazo.
Merecido homenaje. muy tierno y lleno de cariño hacia Clementina, una poesía deliciosa Rafael.
ResponderEliminarBesos.
Pues yo también le compraría alguna hierba .Me ha encantado este homenaje tan poético a la señora Clementina.Saludos
ResponderEliminarSiempre son magníficos tus homenajes, este es sentido y bello, y huele bien. Un abrazo
ResponderEliminarBella actividad tiene Clementina. Sería su cliente frecuente, soy muy afecta a las hierbas aromáticas. Excelentes versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que tierno este poema con redondillas y décima que me ha encantado leer.
ResponderEliminarPoeticamente hermoso este recuerdo que tan bellamente has versificado a Clementina.
Un abrazo y buen fin de semana.
Ya imagino su carita cuando caiga en sus manos tu poema, Rafael, un abrazo!
ResponderEliminarHola Rafael , esta si que se podría decir que es una autentica boticaria , ya que siempre acierta con la dolencia , muy tierno bello poema , me alegro de volver por este rincón tan bello como es tu espacio , te deseo una feliz tarde besos de flor.
ResponderEliminarQué maravilla es ver a través de tu mirada las costumbres del lugar, los seres que lo habitan y al mismo tiempo disfrutar de tus poemas. Cariños.
ResponderEliminar¡Encantador poema!
ResponderEliminarUn abrazo desde el otro lado del mar.
Cuanta belleza existe en esa señora y la sabiduría ancestral vibrando por sus hojas...
ResponderEliminarRafael, en mujeres como Clementina, está nuestra tradición popular en la medicina ídem, y el folclor derivado de las yerbas: el herborismo y la fitoterapia. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarMe han entrado de repente unas ganas enormes de conocer a Clementina y oler y comprar su mercancía.Un cuadro precioso magistralmente narrado en esos versos que pareciera que tienen vida propia,como Clementina.
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