¿Pueblo mío, qué te he hecho?
¿En qué te he ofendido? ¿Por llevarte fuera de la tierra de Egipto, has
preparado una Cruz para tu Salvador? Te alimenté con maná en el desierto; y tú
me abofeteaste. ¿Qué más debí hacer por ti, de lo que hice?... “Y después se mofaron de él, le quitaron el manto, y habiéndole puesto otra vez sus propios
vestidos, le sacaron a crucificar” – Mateo 27:31.
AL CALVARIO
(Soneto con estrambote)
A través de la
ruta dolorosa
un hombre que ha
de ser crucificado,
avanza mientras es
martirizado
por punzadas de lanza venenosa.
Y detrás, una
madre cariñosa
con las gotas del
llanto derramado:
borra la sangre
que su hijo amado
va dejando en la vía pedregosa.
Cada mancha de
sangre que evitemos
servirá como bálsamo
a la herida,
del Cristo que un día fue capaz
de darnos el
ejemplo que hoy tenemos
como signo de amor que, en esta vida,
alumbra los senderos de la paz.
Por su divina faz...
sangrante, maltratada y compungida,
busquemos en su amor una salida.
Rahulig/013
DRA
Imagen: Novena estación
Editotial Sopena