domingo, 29 de noviembre de 2015

NOCHE DE LUNA CLARA





Cuando me asomé a la ventana, la luna estaba radiante, brillaba cual un faro sobre la ciudad dormida... ante tanta belleza, no resistí la tentación y salí a deambular por las callecitas que conforman el barrio donde vivo. Así que, bajo la resplandeciente luna llena, disfruté de un agradable paseo nocturno por románticos lugares ocultos durante el día, pero visibles en las noches. Lugares encantadores que nos pueden regalar momentos realmente maravillosos.


LA LUNA
(Cuartetas)

El sol se ha escondido
y el cielo se oscurece,
cual un faro encendido
la luna resplandece.

En la noche más linda
contemplo la serena
imagen que me brinda
su claridad tan plena.

Las luces titilantes 
de la ciudad dormida
alumbran caminantes
que vagan por la vida.

Al igual que yo vago
sumido en mi desvelo
e impávido me embriago
al contemplar el cielo.

Escucho los murmullos
de voces misteriosas
y también como arrullos
canciones amorosas.

Las notas de un bolero
que suenan sin parar
me conducen ligero
hasta un pequeño bar.

Allí en una mesita
discreta, del rincón,
puntual cumplió la cita
un traguito de ron.

Después, hora tras hora
y al son de los boleros:
me sorprendió la aurora
con sus rayos primeros.

Y... fue una noche bella
una noche soñada
mirando en cada estrella
los ojos de mi amada.


Rahulig/015
DRDA


Imagen, Tunja y la luna
De mi móvil.


domingo, 22 de noviembre de 2015

UNA NIÑA Y UN GORRIÓN





Érase una hermosa niña que día tras día paseaba alegremente por un bosque cercano a su casa. Cierta mañana, mientras entusiasmada perseguía mariposas, se encontró con un viejo árbol caído sobre el camino, se detuvo por un instante y al tratar de pasar sobre aquel tronco escuchó el trinar entristecido de algún pajarillo atrapado en el follaje. Se acercó sigilosa hallando, entre las ramas, a un gorrioncillo malherido... les contaré en verso, lo que pasó después con la niña y el gorrión.


GORRIONCILLO
(Sextillas)

Entre las ramas de un árbol
por el tiempo ya vencido
había un nido destruido;
y una niña que pasaba
vio un gorrión que se quejaba
maltratado y dolorido.

Con actitud bondadosa
al gorrioncillo abrazó
y hasta su hogar lo llevó;
allí con gran diligencia,
amor y mucha paciencia
las heridas le curó.

Poco a poco el pajarillo
sus alas pudo batir
deseoso de partir;
más la niña ilusionada
del gorrión enamorada
junto a él quiso vivir.

Pero las aves son libres,
pensó con gran sentimiento
y, sin dudarlo un momento,
lanzó desde la ventana
en una fresca mañana
a su adorado tormento.

Hasta el balcón de la casa,
allá donde fue acogido
cuando estuvo malherido:
llega cada madrugada
para cantar su tonada
un gorrión agradecido.

Y... así termina la historia
del gorrioncillo y la niña,
la que estando en la campiña
halló para su consuelo
como caída del cielo
una dulce maravilla.

"Si tuviéramos instinto
para agradecer favores,
el mundo sería distinto
 y la vida de colores".


Rahulig/015
DRDA


Imagen: En la ventana 
De la Internet



domingo, 15 de noviembre de 2015

YA LLEGA DICIEMBRE





Otra vez, como una rueda, el tiempo vuelve a girar e inevitablemente los recuerdos llegan a visitarnos como lo hacen juiciosamente en cada mes de diciembre algunos parientes que viven lejos. Entonces, de repente, aflora la nostalgia por aquellos tiempos idos, la mente vuela hacia el pasado y vuelvo a ser ese muchacho que corría por las callecitas polvorientas de un pueblo rodeado de montañas y bañado por dos ríos... un pueblito de nunca olvidar.


CÓMO QUISIERA
(Serventesios)

Cómo quisiera volver a mi pueblito
para en diciembre aguinaldos apostar;
como lo hiciera cuando era jovencito
y por sus calles alegre corretear.

En las novenas disfrazarme de diablo,
de vacaloca, de la osa o militar;
hacer parrandas con Chapete y con Pablo
y hasta La Playa subir a piquetear.

 Tirar clavados allá en La Picachuda,
casi ahogarme tratando de nadar;
de las Natalias comer arepa liuda
y con un tinto pasarla en el billar.

En donde Reyes echar un chico al tejo
tomar guarapo y las mechas reventar;
jugar al naipe con Cuartas y Merejo
y, por pendejo, dejarme torurear.

Donde Clemente comer el cabro asado
y las guitarras ponerlas a sonar;
hacerle coplas a todo enamorado
y hasta la aurora canciones entonar.

Pegarle al mini allá donde Libardo,
o con Mariano un guaro disfrutar;
dar en el doce con carabina'e dardo
y con el Nelson carreras disputar.

Con estos versos recuerdo a los amigos,
si algunos faltan me van a perdonar;
esos amigos que fueron los testigos
de todo aquello que tengo en mi soñar.

Cómo quisiera volver a mi pueblito
a donde aspiro por siempre descansar;
en mi terruño, mi pueblo tan bonito,
cuando lo pienso me pongo es a llorar.

Poquito a poco se ha borrado la huella
de tantas cosas que pude disfrutar,
hoy solamente me acompaña una estrella
y los deseos de un pronto regresar.


Rahulig/015
DRDA


Imágen: Paz de Río, mi pueblo
Archivo particular.


lunes, 9 de noviembre de 2015

UN MARAVILLOSO DÍA





Ayer, durante mi acostumbrado paseo ciclístico por los caminos de mi tierra, pude contemplar desde lo más alto de uno de los cerros que custodian la ciudad: un maravilloso e incomparable paisaje. Al instante quedé extasiado, me pareció escuchar el sonido de campanas, vi las aves levantado el vuelo y, allá, en el horizonte... las majestuosas montañas arropadas por un radiante cielo azul. Todo parecía irreal, fue un domingo muy placentero, gracias a Dios por los bellos momentos de alegría.


CAMPANAS
(Soneto)

De repente sonaron campanas
y las aves alzaron el vuelo,
era alguna de tantas mañanas
en que luce más plácido el cielo.

Al instante me entraron las ganas
de correr o elevarme del suelo,
y subir con las luces tempranas
a buscar en las nubes consuelo.

El consuelo que aguardo en el alma
para tanto dolor en el mundo,
para seres que van por doquiera

sin tener esperanza ni calma,
como el niño que vaga errabundo:
sin sentir un abrazo... siquiera.


Rahulig/015
DRDA


Imagen: Paisaje Boyacense
De mi móvil


martes, 3 de noviembre de 2015

DEBAJO DEL ARBOLITO...





De un momento a otro, ahí estaban, sentados a la sombra del árbol que hay frente a la casa. Yo, embelesado, los miraba desde la ventana del segundo piso mientras charlaban, reían y saludaban a los vecinos que pasaban por su lado. Todo era muy agradable, se respiraban aromas de paz: varios niños jugaban en la calle con un perrito blanquinegro... y mis viejos, felices, contemplaban aquella escena. En resumidas cuentas, fue un sueño muy bonito, el que tuve la noche de anoche.


LOS VIEJOS
(Jotabé decasilabo)

I
Y… soñé con mis viejos queridos,
y volví a revivir tiempos idos:

Mis primeros zapatos de suela
para andar estrenando a la escuela,
las mogollas que hacía mi abuela
y mojaba con agua-panela.

Bajo el árbol del frente abrazados
pude ver a los viejos sentados,

pude ver los momentos perdidos
   tras el tiempo que corre, que vuela…
y nos deja pesares clavados.

II
Hoy mis viejos están sepultados
donde moran los antepasados.

Mientras tanto, yo sigo esperando
que mi vida se vaya pasando,
para estar a su lado gozando
y dejar de sufrir recordando.

Ya mis viejos no se hallan conmigo
y, de todo el Señor es testigo,

ya los años se me hacen pesados
  anhelando, tan sólo anhelando…
que sus brazos me brinden abrigo.


Rahulig/015
DRDA


Imagen: La casa paterna
Google earth



Información del Autor

Mi foto
Simplemente, un bohemio soñador. Hacedor de versos, creador de canciones e inventor de historias. Paz de Río (Boyacá) Colombia, 23 de abril de 1952.

Los que vuelan conmigo

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