Es la naturaleza toda, es el planeta entero, son los bosques tropicales, los ríos, las lagunas, los mares, las praderas, las montañas, la variada fauna y en general, la vida en sí misma, la que está seriamente amenazada por la desmedida ambición de los grandes industriales que, sin ningún miramiento ni consideración, destruyen todo lo que encuentran a su paso con tal de lograr obtener dinero y poder a montones. Los incontrolables incendios que desde hace semanas azotan a la Amazonia, incendios que bien podrían haber sido provocados por manos inescrupulosas, no se limitan únicamente a las llamas y el humo sino que además ponen en peligro de extinción a casi cuarenta mil especies de plantas, seis mil especies de animales y cuatrocientos grupos indígenas. La gran selva del Amazonas, la que está siendo arrasada, es la mayor cuenca fluvial del mundo y el principal regulador climático del planeta.
(Jotabé octonario con estrambote)
Se lucran de los recursos grandes multinacionales
Se lucran de los recursos grandes multinacionales
que con su avaricia inmensa causan infinitos males.
Deforestación, incendios, explotaciones mineras,
ganadería extensiva y compañías madereras;
narcotráfico, miseria, junglas hechas prisioneras
por órdenes recibidas desde las altas esferas.
Especies amenazadas o extintas día tras día,
muerte, soledad, angustia, dolor y melancolía.
Sin embargo, los gobiernos callan y no dan señales
convirtiendo las promesas en malévolas quimeras,
cómplices de los que arrasan con todo en la Amazonía.
Maldición e ironía:
somos fieros destructores de nuestra naturaleza,
a sabiendas de que vamos al abismo de cabeza.
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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Fuego en Amazonía
(De la Internet)
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