Desde hace unos días mi vecino me tenía totalmente preocupado. Cada mañana abría la ventana y luego, permanecía por varios minutos parado junto a ella, contemplando el horizonte. Incluso, parecía que oraba en silencio. Yo creía que estaba algo desquiciado, pero esta mañana resolví interrumpir su meditación para preguntarle, de manera muy diplomática, el motivo de su extraña actitud. No pasa nada querido amigo, me contestó sonriendo, simplemente estoy agradeciendo a Dios por el año que termina, por la vida, por el amor y por las cosas sencillas... ¡Qué buena lección me ha dado, mi vecino, el desquiciado!
GRACIAS
(Sextillas)
El año ya está por irse
se termina el calendario,
ya es tiempo de despedirse,
pero agradeciendo a diario
y al hacer el inventario,
de los problemas reírse.
Gracias por la suave brisa,
también por los fuertes vientos,
por el llanto, por la risa,
por los buenos sentimientos,
por los amores contentos
y el botón de la camisa.
Gracias por el sol que brilla,
también por la florecita
roja, blanca o amarilla,
por la linda palomita
o por la mariposita
y por la fértil semilla.
Gracias por el nuevo día,
también por la luna llena,
por la mujercita mía
que ahoga y mata la pena,
por la campana que suena
y por la melancolía.
Gracias por el buen camino,
también por el tropezón,
por la luz, por el destino,
por el fresco chaparrón
que alegra mi corazón
y por la copa de vino.
Gracias por los conocidos,
también por los familiares,
por los sueños escondidos,
por los bonitos lugares,
por los ríos, por los mares
y por los años vividos.
Por los besos y verdades,
también por la compañía,
por el canto de las aves,
por la tierra labrantía,
por la paz, por la alegría
y por todo, tú lo sabes.
Gracias, muchísimas gracias,
a todas mis amistades,
que el año nuevo les traiga
¡Salud y felicidades!
Rahulig/011
DRA
Imagen: Camino de la sabana
José Orlando López