lunes, 21 de octubre de 2024

AYER, HOY Y SIEMPRE





Las desigualdades e injusticias sociales en Colombia han sido una pesadilla de nunca acabar. La supuesta libertad que lograron los próceres que nos dieron la independencia fue, en realidad, un cambio en las estrategias de dominación, que pasaron de ser extranjeras a estar en manos de los políticos e intelectuales neogranadinos. Nos independizamos, pero las inequidades continuaron campeando bajo las directrices de familiares o amigos de los supuestos libertadores. Hoy, tal como lo fue ayer, lamentablemente seguimos en las mismas. La castas dominantes, desde sus vetustos pedestales heredados, desprecian cuanto ignoran.


 INEQUIDADES
(Canción)

En mi patria colombiana
solamente algunos pueden devengar,
mientras la gran mayoría
constantes penurias tiene que aguantar.

Unos en grandes mansiones
en fincas o en clubes suelen disfrutar,
y otros debajo de un puente
muriendo de frío con hambre y pesar.

Cuánto tiempo aguardaremos
para empezar a cambiar;
cuánto tiempo, me pregunto,   
para que logremos justicia instaurar.

Hombres, mujeres y ancianos
 se quiebran la espalda en el rebuscar,
y deambulan por las calles
niños mendigando sin ir a estudiar.

Entre tanto los señores
hacen bacanales en cualquier lugar,
celebrando que de nuevo
desde sus curules podrán gobernar.

Cuánto tiempo aguardaremos
para empezar a cambiar;
cuánto tiempo, me pregunto,
para que logremos justicia instaurar.

Las tantas desigualdades
son plaga maldita de nunca acabar,
porque los de arriba quieren
ver sumiso al pueblo y sin progresar.

Pero ya llegó el momento
de cerrar las filas y el puño apretar,
en busca de la victoria
que tarde o temprano tendrá que llegar.

Cuánto tiempo aguardaremos
para empezar a cambiar;
cuánto tiempo, me pregunto,
para que logremos justicia instaurar.

__________________


Derechos Reservados Copyright © 2024
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Niños de la calle  
(De la Internet)

sábado, 12 de octubre de 2024

FRENTE A LA ERMITA





Mientras pedaleaba bajo llovizna mañanera de un domingo cualquiera, por la avenida circunvalar, buscaba el desvío que lo alejaría de la caótica jungla gris para conducirlo rumbo a la verde campiña. Siempre le sucedía que, por ir ensimismado en la suave melodía que salía de los audífonos, pasaba de largo y tenía que regresar a retomar la ruta campestre. Esta vez no fue la excepción: pasó de largo y decidió, entonces, dirigirse hacia la parte alta de la ciudad subiendo la cuesta que lleva hasta el mirador de la ermita. En el atrio de la capilla, sentada en un peldaño y leyendo a Borges, estaba ella... la ninfa que sería su eterna inspiración.


A PRIMERA VISTA
(Soneto espejo)

Un aura de misterio la envolvía
cuando por vez primera yo la vi;
de Borges un poema ella leía,
sumida en contagioso frenesí.

En aquella mañana, que era fría,
el fuego incandescente lo sentí;
mi corazón con gran pasión latía,
y un mundo diferente descubrí.

Tesoro que es hallado, sin buscarlo,
entre las flores blancas o en las rojas;
acude a nuestro lado sin llamarlo.

Es bálsamo que cura las congojas,
que redime, y podemos encontrarlo:
en un libro de amarillentas hojas.
-------------
Está siempre contigo, si te enojas,
o gime aunque no quieras consolarlo;
perdona si de orgullo te despojas.

Te acompaña en la ruta sin dudarlo,
por senderos extraños, si te antojas;
solamente hace falta no engañarlo.

Me ha dado la esperanza que pedí
en las aciagas horas de agonía;
lo he visto muchas veces, por ahí,
remediando la cruel melancolía.

 Fue grande la emoción que yo sentí 
en la clara mañana, de aquel día;
  cuando ante su presencia me rendí,
frente a la bella ermita de María.

__________________


Derechos Reservados Copyright © 2024
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: San Lázaro, Tunja  
(De la Internet)

Información del Autor

Mi foto
Un soñador, simplemente. Hacedor de versos, creador de canciones e inventor de historias. Paz de Río (Boyacá) Colombia, 23 de abril del año 1952.

Buscar en este blog