Simplemente, gracias... infinitas gracias a todas las personas que han hecho parte de esta aventura llamada vida y me han acompañado con cariño a lo largo del camino recorrido: los amigos del pasado y del presente; los familiares, parientes o conocidos; los compañeros del trajinar literario y, en especial, los tan amables lectores que con su constancia hinchan las velas de mi barca para empujarme hasta distantes confines, allá donde la dicha arrulla y reconforta. En los espejos de mis ojos aparecen muchos seres que de una u otra manera fueron, son y serán pilares fundamentales en mi existir; corazones bondadosos, manos caritativas, voces animantes y miradas comprensivas colmadas de infinito amor. ¡Gracias, mil veces gracias!
TIEMPO VENTUROSO
(Jotabé dodecasílabo)
Palabras sinceras de agradecimiento
brotan deleitosas en todo momento.
Por tantos y tantos parientes o amigos
fieles seguidores de mi andar testigos;
los que abrieron puertas, rejas y postigos
al paso silente de humildes mendigos.
El trino de un ave... trae melodioso
un canto apacible, pueril, luminoso.
Regocija mi alma grato sentimiento
de besos, abrazos y eternos abrigos;
tiempo de ser niños, tiempo venturoso.