Don Gumercindo, un viejo músico del pueblo, me hizo un encargo muy especial: hacerle una canción jocosa sobre algún tema relacionado con las vicisitudes de los matrimonios. Esto, con el fin de participar en un concurso regional de música picaresca. Lo primero que se me ocurrió fue escribirle a esas camas que tienen orquesta propia y no nos dejan dormir, vamos a ver como nos va en esta aventura poética y musical en la que nos hemos embarcado con Gumercindo.
LA CUJA
(Guasca)
Una cama chirriadora
donde mi mujer dormía,
se quejaba sin demora
cuando yo me le subía.
Cada noche la clavaba
dándole con un martillo,
pero nada que acababa
con el bendito ruidillo.
Pa'evitar la trasnochada
me compré una linda estera,
pero a mi mujer porfiada
le coge la roncadera.
Los vecinos reclamaban
por culpa de la "hijueperra",
los quejidos se escuchaban
en el cielo y en la tierra.
Todas las noches teníamos
el concierto de chirridos,
por lo tanto no dormíamos
ni estirados ni encogidos.
Queriendo soñar tranquilo
en la estera me acostaba,
y la vieja con sigilo
a mi lado se arrunchaba.
Con los tantos sufrimientos
ya se me corrió la teja,
ahora duermo sin tormentos
en la cama de otra vieja.
Así son los problemitas
de uno que otro matrimonio,
por culpas de las malditas
chirriaderas del demonio.
Rahulig/013
DRA
Imagen: Músicos populares
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