Una cosa es con guitarra y otra cosa es con violín, cada uno lleva su cruz por la vida hasta el confín. Hay rutas que son planitas y otras que son de subida, pero de todas maneras debemos andarlas cualquiera sea la carga: bultos de hojas para unos, de arena y sal para otros. A mí, francamente, me ha tocado algo más de lo segundo... el camino ha sido pedregoso, aunque no lo parezca; para bien o para mal he labrado mi propio destino, no hay tiquete de regreso.
(Cuartetas)
Una infinita
nostalgia
me embarga y no sé por qué,
se ha ido yendo la
magia
y el tiempo
también se fue.
Quise haber sido y
no fui,
quiero ser, pero
no soy,
quise estar por
siempre aquí
y, sin embargo, me
voy.
Mi corazón
impaciente
se siente solo y
vacío,
a merced de la corriente
de algún caudaloso
río.
Hubo cosas que vinieron
y que no pudieron
ser,
otros que de pronto fueron
pero las eché a
perder.
Pensar que mucho
pensaba
en no
entristecerme tanto,
pensar que nunca
lloraba
y hoy se desborda
mi llanto.
Al viento lancé
mis penas
y el viento se las
llevó,
mas en un instante apenas
el viento las devolvió.
Bajo el sol de
primavera
siento frío como el hielo,
no hay un paso tan siquiera
entre el infierno y el cielo.
Nada me debe la
vida
más bien, yo le
debo a ella,
me dio una vela encendida
y me parece una estrella.
me dio una vela encendida
y me parece una estrella.
Si por extraño
conjuro
surge una cuenta olvidada,
con mi muerte, de
seguro,
la deuda queda pagada.
Para mi viaje postrero
llevaré bajo del brazo:
hojas en blanco, un tintero
y una pluma, por si acaso.
Rahulig/015
DRDA
Imagen: Barichara, Santander
De la Internet