martes, 26 de noviembre de 2019

ÉRASE UN BALCÓN FLORIDO





Unos dicen que se halla en un convento, otros comentan que se fue a un largo viaje y los más osados aseguran que ella se murió de amor. Yo no sé cuál será la verdad, mas esa bella morena, la jardinera de las flores que adornaban el balcón de la esquina no ha vuelto a ser vista por nadie, el balcón está desolado, las hermosas macetas multicolores que pendían de los barandales también han desaparecido y el panorama muy triste se ve. Siempre se engalanaba con vaporosos trajes de tierra caliente, yo solía contemplarla por un buen rato cuando mi andar pasaba frente al balcón aquel e imaginaba que le cantaba serenata y hasta llegué a convertirla en mi amor platónico, pero jamás cruzamos palabra ni siquiera supe su nombre... me conformaba con admirarla mientras consentía sus flores.


JARDINERA 
(Jotabés decasílabos)

I
A la reina que en tiempo pasado
se asomaba al balcón adornado

con geranios, claveles y rosas:
no la he vuelto a mirar por las cosas
que la vida nos muestra azarosas
e insufribles, por ser misteriosas.

No se asoma, no ha vuelto a salir
ni se escucha su alegre reír.

El balcón permanece cerrado,
no hay fiesta ni veo mariposas;
de tristeza presiento morir.

II
Entre sueños canté serenata
en las trémulas noches de plata,

bajo aquel ventanal colorido
cual jardín nebular que, florido,
a mi amor le sirviera de nido
en el tiempo fugaz ya perdido.

Se marchó para nunca volver,
no sé a dónde, ni quiero saber.

Hoy mi pecho razones no acata,
y el balcón de mi ayer compungido:
nunca flores ha vuelto a tener.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Casa de don Antonio Ruiz 
(Tunja, Boyacá)

viernes, 22 de noviembre de 2019

LA ESPERANZA MALHERIDA





Muy poquito le duró la felicidad a Rosita luego de su regreso al terruño tras haber sido víctima de desplazamiento forzado, huir despavorida para poner a salvo su vida y subsistir mendigando caridad en las calles del pueblo por varios meses. Aquel nefasto día de la partida, con su pequeña hija en brazos, había dejado todo atrás incluido a su amado Ramón, quien valientemente se quedó en el rancho para cuidar su parcela a sabiendas de que su vida corría peligro. Por suerte, antes de que algo le sucediera, se firmó un acuerdo de paz entre gobierno e insurgencia lo cual les permitió volver a reunirse pensando en comenzar de nuevo, pero la realidad es otra: con el paso del tiempo se ha reactivado la violencia y otra vez pavonea por los campos y veredas... algunos malandrines incumplieron lo pactado.


ROSITA Y RAMÓN
(Coplas)

Eran Rosita y Ramón 
dos humildes campesinos,
que tenían su morada
 entre arrayanes y encinos.

También una hermosa niña
que apenitas caminaba
y una vaquita lechera
que trece botellas daba.

Una noche como todas, 
cuando estaban arrunchados:
la puerta se abrió de golpe 
y fueron encañonados.

¡Corra, "mija", sumercé!, 
gritó Ramón a Rosita,
ella cogió la criatura 
y emprendió la carrerita.

Anduvo cruzando montes
 con su pequeña cargada,
y en el pueblo mendigando
 se convirtió en desplazada.

Tres meses llevaba Rosa
 refugiada en el poblado,
cuando supo que la paz
 por fin se había firmado.

Qué alegría tan inmensa
 y qué noticia más grata,
esa mujer daba vueltas
 y brincaba en una pata.

Con lagrimas en los ojos
 y alegre su corazón,
agarró camino al campo
 a reunirse con Ramón.

Se instalaron nuevamente 
cerquita de la quebrada,
con su niña, la vaquita 
y de ovejas la manada.

Mas... poco duró la dicha
 de vivir en santa paz,
pues fiera y amenazante
 regresó el ave rapaz.

Desdichados ellos dos
 y todos los campesinos,
esperando la visita
 de malandros y asesinos.

Malherida la esperanza, 
la paz hecha una utopía
por mafiosos que destruyen 
la querida patria mía.

Y para colmo de males
 el abandono estatal,
con absurda indiferencia:
¡En la llaga pone sal!

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Camino incierto
(De de la Internet)


domingo, 17 de noviembre de 2019

SEÑORA DE MIS DESVELOS





El simple derecho a soñar nos engrandece, nos hace más humanos y justifica nuestra presencia en este mundo. No seríamos los mismos si nos quitaran el derecho a soñar o si perdiéramos la capacidad de asombro ante la majestuosidad de los espectáculos que nos regala la naturaleza. A mí, la luna llena me me sosiega y despierta mi ternura, me desvela e inspira y acrecienta mis deseos de vivir para seguir escribiendo mis versos, versos que son la razón de mi diario trajinar. La señora luna me muestra noches más hermosas, me hace ver un mundo diferente cada vez que aparece frente a mi ventana e ilumina las hojas en blanco para que pueda plasmar en ellas mis humildes versos enamorados.

La luna es la bombilla de los pobres y de los poetas.
(Francisco Espada Villarrubia)

LA LUNA MÍA
(Soneto)

El cielo con tu luz, oh luna llena,
y el aura que te pone más luciente:
en noches claras de belleza plena
arropan mis pesares dulcemente.

No queda en mi existir ninguna pena
ni la congoja posa ya en mi frente,
cuando te veo, luna, tan serena
enseñar tu fulgor por el oriente.

Viertes lumbre cual vívida pintura
sobre el lienzo del bello firmamento,
cómo brilla tu faz, ¡cómo fulgura!

Oh, señora, que alivias mi tormento
  e incubas en mi pecho la ternura...
no dejes de mirarme ni un momento.

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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Sobre Monserrate 
(De la Internet)

miércoles, 13 de noviembre de 2019

FRENTE AL ESPEJO





Ha sido muy buena la vida conmigo en este año 2019, no solamente en lo referente a los aspectos de la cotidianidad sino también en mi actividad poética; actividad en la cual he sido galardonado con tres reconocimientos que para mí son muy significativos y gratificantes: Segundo puesto en el Concurso "Jotabeando USA" realizado en Estados Unidos; Primer Premio en el Concurso "El Mundo Suena en Jotabé" realizado en Ecuador y ahora, para mi sorpresa, este Segundo lugar que hoy les comparto obtenido en el Concurso "La Marimba Canta en Jotabé" realizado en México. Solamente le pido al Supremo, tal como lo expreso en este "Mísero Ruego", me conceda tiempo para ver florecer el árbol que he plantado y pueda bajo sus ramas retozar serenamente a la espera de los designios Divinos. 


MÍSERO RUEGO
(Jotabé dodecasílabo con estrambote)

Espejito, espejito, tú que me miras,
tú que me quieres tanto, dime mentiras.

Dime que todavía me queda aliento
para seguir viviendo con sentimiento,
para echar mis anhelos todos al viento
y ponerle dos alas a este lamento.

Espejito, espejito, por las mañanas
no reflejes arrugas ni muestres canas.

Ten compasión, te pido, toca las liras,
  no dejes ver la cara de mi esperpento…
muéstrame solamente las cosas vanas.

Tú que siempre te ufanas
de reflejar del hombre su alma y su ser:
déjame que en el tiempo pueda volver.



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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Frente al espejo 
(De la Internet)

Blog del poeta Carlos de la Cruz
Organizador del Concurso.

domingo, 10 de noviembre de 2019

UN RINCONCITO DEL ECUADOR





Se puede viajar por el mundo y conocer mucha gente; sin embargo, el lugar más hermoso siempre será aquel en el cual uno es acogido con cariño, con admiración y con respeto tal como lo hicieron conmigo en San Antonio de Las Aradas, linda tierra ecuatoriana asentada allá en el sur, lejana, pero cerquita del corazón y latente en el recuerdo. Pueblo fundado por labriegos que, en busca de un futuro mejor, se adentraron en la montaña y persiguiendo la lluvia hicieron camino al andar, abrieron los campos y con sus arados sembraron esperanza, cosecharon alegrías y criaron sus hijos para que fueran los forjadores de una comunidad que sigue luchando por sobrevivir. Allí fui bien querido y lo aprecio de verdad, fui profeta en tierra ajena cual no lo soy en la propia.... Dios les pague, eterno será el agradecimiento de parte mía.


A San Antonio de Las Aradas
(Jotabé decasílabo, monocorde)

I
En una esquina del Ecuador
hay un pueblito que es un primor.

Entre montañas está asentado,
por muchos años ha perdurado;
es sus laderas café sembrado
y en las planicies pasta el ganado.

Esplendorosas sus alboradas,
cantan las aves enamoradas.

Tiene en su entorno mucho color,
  parece un cuadro por Dios pintado...
¡Oh! San Antonio de Las Aradas.

II
Blande la fuerza y el pundonor
para vencer tristeza y dolor.

Por un incendio fue desolado
y con denuedo, se ha levantado;
fuego inclemente que ha devorado
de su montañas lo más sagrado.

Ya no se miran las llamaradas
ni el humo cubre las hondonadas.

El verde vuelve con su esplendor
  y poco a poco se ha renovado...
¡Oh! San Antonio de Las Aradas.




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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: San Antonio de Las Aradas
(Fotografía de la Internet)


jueves, 7 de noviembre de 2019

TROVANDO EN LAS ARADAS





Cuando llegué a la población de San Antonio de las Aradas, en el sur del Ecuador, después de tres días de viaje y dos mil kilómetros recorridos: todo el cansancio acumulado se me borró al sentir el calor humano que con sus abrazos me brindó don Edwin Antonio Gaona al momento de recibirme, así como también con el cariñoso saludo de sus padres don José y doña María y de su hermana, Neli, quién me esperaba en la población de Gonzanamá para acompañarme en el tramo final. Solamente con llegar me sentí como en mi propia casa, me duché en una confortable habitación, recibí comida típica y un buen café Aradense. Después, una agradable tertulia familiar dio motivo para componerle unas coplas; gesto que él amablemente correspondió, de igual manera, dedicándome sus trovas.


A GAONITA
(Trovas dobles)

A don Antonio Gaona
natural de Las Aradas,
con cariño le dedico
mis poesías cantadas.
Por su trabajo incansable
  a favor de arte y cultura...
en su terruño querido
deja una historia segura.

Hijo ilustre de su pueblo
el nieto de don Anuario,
tiene plasmado su nombre
en libros y calendario.
Retoño de don José
   con la señora María...
y aquello de ser poeta
de herencia lo sacaría.

Organiza los concursos
de la Rima Jotabé
y muchos otros eventos
culturales bien lo sé.
Por su carisma tan noble
  todo el mundo lo venera...
ya que labora con juicio,
con ahínco y verraquera.

Muchos premios ha ganado
en su trajinar constante,
pero se mantiene humilde
conquistador y galante.
Y en el centro de la plaza
  por justo agradecimiento...
el pueblo que fue su casa
le pondrá su monumento.


A LIZARAZO
(Trovas dobles)

Con el cariño bendito
le canto a don Rafael,
con todo pulmón le grito
que lindo es amigo fiel.
Como bendición divina
  nos llega para cantar...
con su música tan fina 
sólo nos quiere alegrar.

Viniendo de Paz de Río,
de la tierra boyacense
por un periodo tan frío
llegó a la tierra aradense.
El premio que le esperaba
  era de gran poesía...
a su madre dedicaba
por cuanto ella lo vestía.

Ejemplo de colombiano
dejaste por estos lares,
con versos de gran hermano
pintaste nuestros albares.
Con muchas glorias saliste,
  tus huellas llevan toditos...
y siempre por las Aradas
van tus recuerdos bonitos.

Cuando subiste a tribuna
a don Gaona cantaste
y de la dulce fortuna
  hasta café cosechaste.
Por eso que en la Aradas
  don Lizarazo cantor...
nos deja con sus tonadas
un verso y mucho sabor.




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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Momentos en las Aradas
(Del móvil)


Información del Autor

Mi foto
Simplemente, un bohemio soñador. Hacedor de versos, creador de canciones e inventor de historias. Paz de Río (Boyacá) Colombia, 23 de abril de 1952.

Los que vuelan conmigo

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