Se puede viajar por el mundo y conocer mucha gente; sin embargo, el lugar más hermoso siempre será aquel en el cual uno es acogido con cariño, con admiración y con respeto tal como lo hicieron conmigo en San Antonio de Las Aradas, linda tierra ecuatoriana asentada allá en el sur, lejana, pero cerquita del corazón y latente en el recuerdo. Pueblo fundado por labriegos que, en busca de un futuro mejor, se adentraron en la montaña y persiguiendo la lluvia hicieron camino al andar, abrieron los campos y con sus arados sembraron esperanza, cosecharon alegrías y criaron sus hijos para que fueran los forjadores de una comunidad que sigue luchando por sobrevivir. Allí fui bien querido y lo aprecio de verdad, fui profeta en tierra ajena cual no lo soy en la propia.... Dios les pague, eterno será el agradecimiento de parte mía.
A San Antonio de Las Aradas
(Jotabé decasílabo, monocorde)
I
En una esquina del Ecuador
En una esquina del Ecuador
hay un pueblito que es un primor.
Entre montañas está asentado,
por muchos años ha perdurado;
es sus laderas café sembrado
y en las planicies pasta el ganado.
Esplendorosas sus alboradas,
cantan las aves enamoradas.
Tiene en su entorno mucho color,
parece un cuadro por Dios pintado...
parece un cuadro por Dios pintado...
¡Oh! San Antonio de Las Aradas.
II
Blande la fuerza y el pundonor
para vencer tristeza y dolor.
Por un incendio fue desolado
y con denuedo, se ha levantado;
fuego inclemente que ha devorado
de su montañas lo más sagrado.
Ya no se miran las llamaradas
ni el humo cubre las hondonadas.
El verde vuelve con su esplendor
y poco a poco se ha renovado...
¡Oh! San Antonio de Las Aradas.
II
Blande la fuerza y el pundonor
para vencer tristeza y dolor.
Por un incendio fue desolado
y con denuedo, se ha levantado;
fuego inclemente que ha devorado
de su montañas lo más sagrado.
Ya no se miran las llamaradas
ni el humo cubre las hondonadas.
El verde vuelve con su esplendor
y poco a poco se ha renovado...
¡Oh! San Antonio de Las Aradas.
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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: San Antonio de Las Aradas
(Fotografía de la Internet)
Bonitos versos para dedicar a ese "San Antonio..."
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonito homenaje a ese pueblo que te acogió y te dió todo su cariño, eso es algo que no se olvida nunca.Saludos
ResponderEliminarReunión de poetas, Rafael, en "ese" San Antonio, tan bien graficado en tus versos.Generalmente pensamos en el San Antonio de los Estados Unidos, pero aquí en Chile a unos 100 kilómetros hacia la costa, tenemos nuestro propio San Antonio, al que ojalá alguna vez alguien le escriba tan bien hiladas palabras.
ResponderEliminarAbrazo.
Ya les estás devolviendo tanto afecto y respeto con estos inolvidables notables versos...
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Gracias gran hombre por expresarse muy hermoso de mi pedacito de cielo donde nací
ResponderEliminarCon mucho gusto, estimado amigo(a), es una manera de retribuirles en algo todas las atenciones y el cariño que me brindaron durante mi permanencia en esa linda tierra.
EliminarUn abrazo.
Esto que decís, sobre ser profeta en tierra ajena y no en la propia, me llama mucho la atención desde hace tiempo. En mis diferentes años de encuentros literarios hice amistades, ninguna de ellas visita mi blog, es muy llamativo y no le encuentro explicación, o sea, el dicho es real! Pero me alegra mucho el reconocimiento que tenés muy merecido, Rafael, en cualquier lugar donde tus poemas puedan ver la luz, un abrazo grande!
ResponderEliminarSan Antonio de las Aradas llegará a conocerse en el mundo, gracias a la pluma de...¿uno de sus hijos? ¡qué va!...gracias a un poeta colombiano ¿qué tal?
ResponderEliminarLa nobleza obliga el ser agradecido. Buen espíritu de superación superando un incendio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermoso el contenido el del comienzo donde hablas de lo bien que te trataron, y preciosos los dos Jotabés, una bella obra para exponer la situación y los avatares de este lugar tan bello y acogedor.
ResponderEliminarFelicitaciones y un abrazo.
Que bonito rincón con sus encantadoras gentes nos traes hoy, Rafael.
ResponderEliminarSiempre es un placer visitarte.
Saludos.
La poesía cuántas puertas abre.Encantadora entrevista, para el nombre de un pueblo y su historia. Un abrazo. Carlos
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