Doña Aurita era la dueña de la tienda de la esquina.Vendía de todo: el pan, la leche, los huevos, las agujas, el jabón, la crema dental, los refrescos y hasta el aguardientico con el que brindábamos en las mañanas frías. Viuda desde los cuarenta años, vivía con Carlos, su único hijo. Entre los dos atendían el negocio. De un momento a otro, su hijo se murió... ella enfermó de pena moral y, un mes después, también se fue. Unos días antes de su fallecimiento, estuvimos hablando de sus desventuras.
CUITAS
(Variantes)
Le contaré que tengo
el alma dolorida,
que lloro amargamente
y sufro sin medida...
que lloro amargamente
y sufro sin medida...
Que los huesos me crujen,
que tengo muchas penas,
que toda ha terminado
y guardo en la memoria
que toda ha terminado
y guardo en la memoria
recuerdos del pasado.
Que el tiempo no perdona,
que nos deja su huella
en la piel arrugada,
y se va con los años
la juventud amada.
Que ya no soy la misma,
pues tengo los achaques
de mil años años vividos,
y añoro con nostalgia
aquellos tiempos idos.
Que me he quedado sola,
que me duele la vida,
que estoy desconsolada
y a falta de mi hijo,
ya no me queda nada.
¡Qué más podría contarle
querido amigo mío,
ya siento de la tumba
la soledad y el frío!
Rahulig/014
DRA
Imagen: Doña Aurita
De mi movil
Que me he quedado sola,
que me duele la vida,
que estoy desconsolada
y a falta de mi hijo,
ya no me queda nada.
¡Qué más podría contarle
querido amigo mío,
ya siento de la tumba
la soledad y el frío!
Rahulig/014
DRA
Imagen: Doña Aurita
De mi movil