En el día de las madres... un recuerdo, nada más.
SUEÑO CELESTIAL
(Jotabé entrelazado)
Rebosaba la copa y él, absorto,
contemplaba la espuma del oporto
e incubaba su mente pendenciera
una infausta y agónica quimera:
que tal vez en el vino apareciera
un ángel, y su pena detuviera.
que tal vez en el vino apareciera
un ángel, y su pena detuviera.
Madre querida, dulce madre mía,
anhelo estar contigo en este día.
anhelo estar contigo en este día.
Contigo voy, a nadie ya le importo
y no soporto más tan larga espera;
en su febril delirio... repetía.
-
Dormido se quedó y, en su agonía,
soñó ser ave que en la tarde umbría
erraba inconsolable por el mundo
en busca incierta de nidal fecundo;
y no soporto más tan larga espera;
en su febril delirio... repetía.
-
Dormido se quedó y, en su agonía,
soñó ser ave que en la tarde umbría
erraba inconsolable por el mundo
en busca incierta de nidal fecundo;
y en el sopor de su soñar profundo
a su regazo fue, sólo un segundo.
De rosas blancas le tendió un tapiz,
e inventó un cielo con azul matiz.
Besó su frente y tal como quería
príncipe fue, ya no más vagabundo,
y... de su sueño, despertó feliz.
a su regazo fue, sólo un segundo.
De rosas blancas le tendió un tapiz,
e inventó un cielo con azul matiz.
Besó su frente y tal como quería
príncipe fue, ya no más vagabundo,
y... de su sueño, despertó feliz.
Sueño con un hermoso despertar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa rosa blanca decora tiernamente tu sentido poema homenaje, Rafael, un abrazo y Muy Feliz Día para todas las madres de tu tierra!
ResponderEliminarUna rosa blanca testigo del deterioro en la agonía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sueño? Realidad? Yo diría que ambas al mismo tiempo. Sueñalidad... que se hace visible y palpable gracias a tu gran sensibilidad, Poeta. Gran homenaje para tu madre y todas las madres.
ResponderEliminarAbrazo más que grande.
Adivinaste, Carlos. Lo puse en tercera persona, pero en realidad soy yo... así sucedió.
EliminarGracias, un abrazo.
Bellísimos poemas y emotivos a la madre Rafael.Saludos
ResponderEliminarUna preciosa y entrañable dedicatoria con ese magistral poema acompañado de la rosa blanca en señal de perpetuidad. Felicidades por ese hermoso despertar.
ResponderEliminarUn gran abrazo Rafael.
Abrazo amigo.
ResponderEliminarLa razón de la poesía en los términos del jotabé, este bien logrado poema de entrañable ternura maternal. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarHermoso regalo para un día tan señalado, Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy emotivo y hermoso poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bien trabada Rafael, esta dedicatoria en ritmo jotabé, a la autora de los días que le hacen acreedora de esa rosa blanca de amor inmaculada y siempre a los demás entregada. Un abrazo
ResponderEliminarHay sueños que sí desearíamos repetir. Hermosa poesía y homenaje. Besos
ResponderEliminarBello sueño, Rafael. La sincronía entre cielo y tierra existe, asi que fue todo un regalo esa vivencia feliz, que nos relatas.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo por compartir.
Los vapores del vino hacen milagros pero el amor de una madre hace más, su sueño le devolvió la sonrisa y la felicidad.
ResponderEliminarBesos
Hermoso sueño,bañado en rosas.
ResponderEliminarPreciosos versos.
Besos.
Hermoso sueno Rafael y las Rosas muy bonitas
ResponderEliminarpor ese dia especial del dia de las madres.
Besitos dulces
Siby
Hermosos versos que acarician el alma por su contrnido y lirismo, gracias Rafael, por compartir la belleza de este sueño y es que las manos de una madre, son caricias de ángeles.
ResponderEliminarUn abrazo con mi cariño-