El amor patrio está por encima de todo, no me cabe la menor duda, pero hay cosas que duelen y que entristecen mucho el alma, no solamente en estos oscuros tiempos de pandemia sino desde tiempos inmemoriales. Todos, absolutamente todos los males que aquejan a mi patria querida tienen sus raíces en la "corrupción", una pandemia más devastadora que el propio coronavirus, una epidemia muy arraigada y que a veces miramos con ciega indiferencia que casi raya en la complicidad, bien sea por conveniencia o por ignorancia. Hospitales, escuelas, acueductos, carreteras y muchas otras obras convertidas en elefantes blancos e infinidad de notorias injusticias sociales que serían interminables de enumerar en aspectos tales como: salud, educación, vivienda, empleo, servicios públicos y, para colmo de males, se aúnan la violencia y el abandono estatal... Dios nos ampare, decía mi abuelo.
RETAHILANDO
(Octavillas)
En el pecho mi bandera
la porto con emoción
y con sublime amor patrio
se hincha mi corazón,
mas algo dentro del alma
me produce desazón:
es un mal insoportable
que se llama corrupción.
Ayer por la mañanita
En el pecho mi bandera
la porto con emoción
y con sublime amor patrio
se hincha mi corazón,
mas algo dentro del alma
me produce desazón:
es un mal insoportable
que se llama corrupción.
Ayer por la mañanita
no le miré al sol su brillo
y pesé pa'mis adentros
se lo robaría algún pillo
d'esos que andan de corbata
sin dejar ver el colmillo,
pero que tienen las garras
afiladas al dedillo.
En esta patria señores
en cualquier calle o esquina
ladrones de cuello blanco
y avaricia de la fina
y avaricia de la fina
reparten el presupuesto
en la tarde sabatina,
juegan polo, toman güisqui
y nos dejan en la ruina.
Ayer por la mañanita
no "vide" al sol encendido
y pensé pa'mis adentros
quién sabe cuál malnacido
lo habrá querido tapar,
como han tapado el torcido
de la plata'el hospital
que jamás se ha construido.
En esta patria señores
en cualquier club señorial
los malandrines de siempre
se reparten el "tamal"
y después del lo causado
no dan ninguna señal,
pisoteando impunemente
la Bandera Nacional.
__________________
Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imágenes: Orgullo colombiano
(De la Internet)
en cualquier club señorial
los malandrines de siempre
se reparten el "tamal"
y después del lo causado
no dan ninguna señal,
pisoteando impunemente
la Bandera Nacional.
__________________
Derechos Reservados Copyright © 2020
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imágenes: Orgullo colombiano
(De la Internet)
Es un virus que está en todas partes, por desgracia, y que es muy difícil de erradicar de la sociedad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tristísima realidad que también está ocurriendo en mi pais aparte de otros problemas políticos muy graves. Está claro que los gobernates no entienden que deben de ser los servidores de su pueblo y procurar su bienestar.....prometen y prometen en campañas y cuando están en el poder se olvidan las promesas y se enriquecen sus bolsillo.Tu poema-denuncia está genial.Saludos
ResponderEliminarQué tristeza amigo. Al margen de tan inteligentes versos compruebo que los políticos tienen un virus en la cabeza. Hablo de los políticos del planeta todo. Adhiero al dicho de tu abuelo que por acá cambia un poco pero en el fondo es lo mismo "Dios nos libre y guarde" Si los bañáramos en alcohol... pero no de wisky, una flambeadita y a gobernarnos por nosotros mismos...? Excelentes versos Rafael. Cariños y a cuidarse
ResponderEliminarMe solidarizo con tus sentimientos, Rafael, un abrazo!
ResponderEliminarCada día creo menos en los símbolos, Rafael. ¡Tantos en todas las latitudes han flameado la bandera de su país contra sus propios conciudadanos...! No hay otra bandera que la honestidad y en bien común, y ese amor no conoce fronteras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese es un mal que no entiende de enseñas.
ResponderEliminarDisfruto una vez más tus notables versos y coincido tanto con tu pensamiento, Rafael. Sólo un supremo humanismo cambiará al hombre para que no siga crucificando a los hombres a tan cruel destino...
ResponderEliminarAbrazo agardecido.
Comparto tu preocupación amigo Rafael, los versos me parecen perfectos y maravillosos. Como se suele decir en todas partes cuecen habas, en mi país mal vamos y de mal a peor. Siempre he dicho y diré que sobran todos los políticos y faltan grandes gestores, el mal de muchos países son y seguirán siendo los políticos.
ResponderEliminarUn abrazo
Un abrazo para ti y mi corazón para tu patria hermosa. Tan querida por acá.
ResponderEliminarMaravillosos versos amigo Rafael. Creo que todos los políticos son iguales. Saludos-
ResponderEliminarUn poema estupendo.
ResponderEliminarMi solidaridad.
Un abrazo.
Haz descripto en un poema muy bello el mal de muchos países y eso no tiene vacuna. Un saludo Lía.
ResponderEliminarNo existen ya símbolos patrios de respeto. Son una cosa, un trapo, porque a nombre de ellos se roban hasta el hueco de la ventana, quienes tienen el deber de velar por la salud de la patria. UN abrazo. Carlos
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