Es inevitable, la obligada cuarentena tendrá que terminar algún día, la presión de los gremios junto a la insensatez de algunos, dejarán en segundo plano la salud del pueblo y el bien común. A partir de ese momento tendremos que cuidarnos por nuestra propia cuenta, tendremos que atrincherarnos para repeler la amenaza del coronavirus. Nos queda la fe y, también, el amor a la vida para intentar sobrevivir en medio del fuego cruzado. Aunque nos quiten la talanquera, no podemos salir en estampida, el peligro sigue latente y de nosotros depende la sobrevivencia, está en nuestras manos. Los abrazos, los besos, el apretón de manos, las tardes en el parque y las charlas entre amigos nos estarán esperando.
RESILIENCIA
(Lizaraejillo)*
Y... mayo también se fue
en tiempos de cuarentena,
pero nos queda la fe.
En estos días aciagos
la vida se hizo apacible,
a pesar de los estragos.
Un esfuerzo necesario
aunque parezca condena,
no es el golpe lapidario.
Con asomos de la muerte
vivir aún es posible,
no está sellada la suerte.
En tiempos de cuarentena
la vida se hizo apacible,
aunque parezca condena
vivir aún es posible.
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Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Stop al virus
Mayo se acaba y la puerta se entreabre para poder salir a ver los estragos de la pandemia por donde quiera que haya pasado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vivir todavía es posible siempre y cuando cumplamos todos las normas preventivas...pero desgraciadamente hay demasiados irresponsables que nos ponen en peligro a todos.Bello poema Rafael.Saludos
ResponderEliminarLa pausa impuesta nos hace reflexionar, cada uno de nosotros debe hacerse responsable escuchando los consejos de los especialistas en salud, la política siempre mete su nariz, un abrazo Rafael!
ResponderEliminarQue siempre esté la sonrisa y el humor en nuestros corazones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Enhorabuena por tu creación. Me gusta el ritmo y la delicada sencillez de los versos.
ResponderEliminarBesos para repartir, trovador.
Y si no fuera por la fe la cuarentena habría sido un infierno y no niego que se la parecido bastante, demasiado tiempo, demasiadas decisiones erróneas, demasiada gente con hambre. Un abrazo poeta
ResponderEliminarSí vivir sigue siendo posible aún en la cuarentena.
ResponderEliminarBonitos versos...
Besos y lindo fin de semana.
Hay que darle musica y valor a la esperanza y como dices, un día de vida agradecer al fin de seguir caminando...y agradecer y pedir por los que se ariesgan cada día para enfrentar esta situación.
ResponderEliminara seguir cuidándose!
Bonito sonetos que describes con elegancia, tu opinión, sobre la pandemia.
ResponderEliminarAbrazo hasta tu Colombia.
Amamos tanto la vida, que nos adaptamos a cualquier situación o circunstancia. Vivir es eso: adaptarse y evolucionar. Lo has dicho muy bonito, Rafael, como de costumbre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y los meses pasan y pasarán, esperemos amigo ser conscientes del problema que nos acecha y tengamos la mente fría y serena para no olvidar todo lo sucedido y volver a recaer, las recaídas siempre suelen ser peores. Unos preciosos versos cargados de esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vivir será cada vez más un riesgo, un desafío... Pero lo lograremos, amigo Rafael, y mejorar también.
ResponderEliminarAbrazo grande, Poeta!!
Bien lo dices que se puede vivir, así haya que esperar, y no es condena. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarRítmico, cierto y bello. Gracias. Besos
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