miércoles, 12 de marzo de 2025

PRESUROSA... LA VIDA





Era un domingo cualquiera, un domingo como todos. Las 10:30 de la noche marcaba el reloj, cuando, de repente, a Merceditas le comenzaron las contracciones. Corrimos a la clínica más cercana, pero no había camas disponibles y, consecuentemente, tuvimos que bajar hasta el hospital central, en donde, por fortuna, nos atendieron prontamente. En medio del silencio hospitalario, a las 11:40 p.m., se escuchó el llanto de un bebé que hizo eco en los desolados pasillos aledaños a la sala maternal. Una niña, una niña de belleza angelical, nació aquella noche del 12 de marzo del año 1995 en la apacible ciudad de Tunja.


TREINTA AÑOS
(Soneto)

Aquella noche fresca y transparente,
mi pecho palpitó con alborozo;
y en la penumbra, casi de repente,
de un angelito se escuchó el sollozo.

Mis labios se posaron en su frente
y mi alma entera se colmó de gozo;
en tanto la madre, airosa y paciente,
con dorado hilo zurcía un rebozo.

Es la infancia destello de ternura,
es fugaz divagar de mariposa;
fragilidad de intrínseca hermosura.

¡Oh tiempos!, de alegría candorosa,
cuando era fiesta cada travesura:
treinta años tiene ya... Paola Rosa.



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Derechos Reservados Copyright © 2025
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Estampas familiares
Del álbum familiar.



sábado, 22 de febrero de 2025

EL ABRAZO DEL TIEMPO





En algún recóndito escondrijo de mi bohemio corazón, a pesar de las tantas vicisitudes soportadas en la vida junto a mi compañera de viaje, la esperanza aún palpita. No todo ha sido color de rosa, pero desde aquella tarde cuando decidimos compartir la vida hemos recorrido una larga senda y, sagradamente, cada vuelta al sol ha tenido la señora: una vela encendida, un manojo de flores y una canción dedicada para celebrar su cumpleaños, al sutil abrazo del tiempo que vuela, bajo nubes negras o cielos radiantes.


CONTRASTES
(Jotabé dodecasílabo con estrambote)

Nos hacemos viejos en un santiamén,
los hijos se crecen, los nietos también.

Llega de los años la pesada carga,
la dulce añoranza con sazón amarga;
pero la tristeza que indolente embarga
es luz en la senda reposada y larga.

Ebulle en la mente, pueril resplandor
de unos limpios ojos radiantes de amor.

Doquiera divaguen, donde quiera estén
aquellas miradas que el tiempo aletarga:
serán para siempre... tesoros en flor.

Alegría y dolor
en la misma copa se mezclan hoy día,
y brindo con ellos por la suerte mía.

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Derechos Reservados Copyright © 2025
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Junto al reloj
Del álbum familiar.


viernes, 14 de febrero de 2025

AL FINAL DEL VIAJE





Por lo vivido, lo gozado o lo sufrido, debemos agradecer y, cuando llegue el momento de partir, tener la entereza para soltar las amarras, enfilando el rumbo hacia un mundo infinito, profundo y desconocido, con la esperanza de alcanzar un estado de gracia eternamente feliz en un paraíso de luz y armonía, donde reine por siempre la paz. Simplemente, la vida es bella, frágil y finita, pero no insignificante. Indiscutiblemente, es necesario enfrentarla apasionadamente, aceptando nuestro destino con la certeza del deber cumplido.


HORIZONTE
(Soneto)

Al final del viaje tendré un horizonte
azul e infinito, colmado de estrellas;
al final del viaje, cual grácil senzonte,
volaré, dejando plantadas mis huellas.

Seré un alma libre, sin sufrir querellas,
cruzando la cima de encumbrado monte;
para ver, entonces, las cosas más bellas
siendo de lo etéreo audaz polizonte.

Partiré silente, me iré sin premura
rumbo al paraíso que anhelara un día,
en busca del cielo de fulgente albura.

Al final del viaje tendré en mi agonía,
el postrimer beso que con gran ternura:
posará en mi frente, ya pálida y fría.

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Derechos Reservados Copyright © 2025
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Paisaje de mi tierra
De la Internet.


viernes, 17 de enero de 2025

BAJO LOS CIELOS DE ENERO





A la sombra de un añoso y frondoso árbol de uvo, bajo el radiante sol de enero, mientras contemplaba la 'Iglesia de San Laureano', primera ermita construida en Tunja durante época colonial, me asaltaron los recuerdos y, presurosos, vinieron a mi mente los días más lejanos. Sumido en el sopor de mis cavilaciones, comprendí que nuestro paso por la vida es, sin lugar a dudas, la sumatoria de infinidad de instantes que se suceden a diario y van dejando huella en los pliegues del alma, en lo profundo del corazón.


QUIMERAS
(Lizaraejo cruzado)

Las huellas en la senda de la vida
son efluvios de aquel ayer distante,
la inocencia pueril, la fe sentida.

Una vaga ilusión, una quimera,
los sueños sin cumplir, el optimismo,
la dicha en un resquicio, lisonjera.

El aura maternal, adormecida,
la paloma torcaz, el sol radiante, 
la luna con su faz palidecida.

La risa divagando por doquiera
y el paisaje fugaz de un espejismo,
la rosa, el ruiseñor, la primavera.

Son efluvios de aquel ayer distante
los sueños sin cumplir, el optimismo;
la paloma torcaz, el sol radiante
y el paisaje fugaz de un espejismo.

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Derechos Reservados Copyright © 2025
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Capilla de San Laureano
Tunja, Boyacá, Colombia.


viernes, 3 de enero de 2025

QUÉ TRISTE ES TODO...





Por allá, en los años sesenta, del siglo pasado, antes de que llegara la televisión a nuestro pueblo, en las emisoras de radio sonaban constantemente las canciones románticas de un joven argentino que estaba causando furor en toda Latinoamérica. También recuerdo haberlas oído en los parlantes del circo que, por aquella época, solía visitarnos y que, para llamar la atención, antes de las funciones, hacían girar los acetatos de Leo Dan. "Qué hermosa noche, qué hermoso cielo, y estoy tan lejos del amor que tanto quiero; qué triste es todo y todo es bello, pero el amor a mi lado no lo tengo". Se escuchaba diariamente.


LEO DAN
(Soneto alejandrino)

Románticas canciones y mágicas tonadas,
dulce banda sonora de infantiles pasiones;
añoranza de ayeres y tiempo de ilusiones
que vivimos entonces, en alas de las hadas.

Allá en el pueblo mío sonaban sus baladas
en los bafles del circo, previendo las funciones;
también las escuchaba por varias estaciones
de radio, que se oían en tardes y alboradas.

Va, 'Por un caminito', con aire entristecido,
el carruaje mortuorio rumbo a donde estarán
perennes los despojos del hombre fenecido.

Canta, 'Cómo te extraño', con postrero ademán,
'Mary', la fiel amante del ser adormecido:
el cantautor que en vida se llamó... 'Leo Dan'.

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Derechos Reservados Copyright © 2025
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Leopoldo Dante
De la Internet




Información del Autor

Mi foto
Un soñador, simplemente. Hacedor de versos, creador de canciones e inventor de historias. Paz de Río (Boyacá) Colombia, 23 de abril del año 1952.

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