Nicolás ya es un hombre, pero su vida no ha sido nada fácil: de niño tenía que salir a lustrar zapatos para ayudar a su pobre madre enferma en la crianza de tres hermanitos menores. No tuvo la oportunidad de asistir a la escuela, no tuvo infancia feliz ni amigos imaginarios, sus juguetes fueron las herramientas de trabajo y su juego preferido era el de conseguir el pan de cada día para su familia. Con motivo de la conmemoración del "Día Mundial contra el Trabajo Infantil" se publicará en las redes sociales la Antología Poética Digital "Mundo de Chocolatín", desde la ciudad de Salta, Argentina, compilada y editada por la escritora María Herrera. He contribuido a la causa con un poema dedicado a los niños de la calle.
NICOLÁS
(Soneto con estrambote)
(Soneto con estrambote)
En lugar de cuadernos y colores
cargaba su cajita de lustrar,
y hacía Nicolás otras labores
soñando con poder ir a estudiar.
Sin reparar en fríos ni calores
recorría las calles del lugar,
vendía golosinas de sabores
y brillaba zapatos sin parar.
Doce años, nada más, y parecía
el padre protector de la manada,
cuidando tres hermanos que tenía.
Y en un inquilinato, acongojada,
su madrecita enferma se moría...
cual una flor marchita y deshojada.
Humanidad malvada
e injusticia social cruda e impía:
que mata la inocencia cada día.
cargaba su cajita de lustrar,
y hacía Nicolás otras labores
soñando con poder ir a estudiar.
Sin reparar en fríos ni calores
recorría las calles del lugar,
vendía golosinas de sabores
y brillaba zapatos sin parar.
Doce años, nada más, y parecía
el padre protector de la manada,
cuidando tres hermanos que tenía.
Y en un inquilinato, acongojada,
su madrecita enferma se moría...
cual una flor marchita y deshojada.
Humanidad malvada
e injusticia social cruda e impía:
que mata la inocencia cada día.
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Rafael Humberto Lizarazo
Imagen: Niño lustrabotas
Imagen: Niño lustrabotas
(De la Internet)
Cuán triste es enterarse sobre el maltrato y explotación infantil. Casi todos los gobiernos de turno solo velan por sus intereses...el capital sobre el ser humano. Es hora de eliminarlos.
ResponderEliminarProfundas reflexiones en este bonito soneto.
Un abrazo Rafael
Un poema muy emotivo ya que es una historia triste la de este niño cómo la de todos aquellos que tienen que trabajar sin disfrutar de su infancia.Saludos
ResponderEliminarBello soneto. Siglo XXI y aún el ser humano es incapaz de erradicar la explotación infantil de la sociedad...creo que estamos en una época de involución total.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una de las muchas anomalías denunciables de la sociedad en que vivimos.
ResponderEliminarUn abrazo.
La injusticia social aborta los sueños y capacidades de tantos niños pobres, aborta un futuro seguramente mejor... No descubro nada.
ResponderEliminarConmovedor soneto testimonial, Rafael. Impecable.
Abrazo más que grande.
Triste y emotivo amigo,abrazos.
ResponderEliminarEl poema es perfecto y triste como debe ser la realidad de niños que tiene que trabajar en lugar de ir a la escuela. Un abrazo
ResponderEliminarLevantas un testimonio real de este tiempo, del de antaño y que seguirá...él es un ejemplo de lo que NO debe ser , pero ya sabemos que la injusticia se apodera de los más débiles socialmente y no hay que sistema sea capaz de solucionar eso, mientras sena los pocos que dominan a los muchos y lo que es peor la ceguera humana en todo sentido de la palabra,hay muchas maneras de violencia contra los menores y que más de las veces no tiene que ver con el trabajo obligado por x situación de vida , porque se puede tener muchas mirada de ello ...un padre ausente irresponsable más que seguro, una madre enferma que tampoco puede responder a sus hijos y una familia que no está ni ahí por otro lado y la sociedad menos...algo que en este tiempo son otros Nicolás y Marías que sufren lo mismo y para que decir de otras calamidades.
ResponderEliminarEl poeta siempre debe denunciar lo injusto.
Pero me asalta la tremenda duda que hacemos realmente para que eso cambie...
Gracias.
Es terrorífico que un niño no pueda acudir a la escuela y se esclavice su infancia en el trabajo vil y mal pagado. Felicidades por tu poema y por ceder tu voz a los débiles del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.
En la vida diaria existen por desgracia muchas injusticias, pero la cometida con niños es punto y aparte, de esto nada debería estar permitido y hacer responsables a la misma sociedad. Un niño es lo primero por muy mala situación que atraviese un país. Sus derechos son innegables y nadie tiene derecho de arrebatar una infancia a un niño así como a privar de unos estudios. Cuando una sociedad no se preocupa de sus niños esa sociedad está podrida, enferma… y a sus dirigentes se les deberían pedir todo tipo de responsabilidades.
ResponderEliminarEmotivo y encantador poema amigo Rafael, mis felicitaciones.
Un abrazo.
Sí,humanidad malvada e injusticia social por todo el mundo. Al menos queda la voz de poetas como tú para denunciarlo,Rafael. Emotivo soneto con el que nos abres hoy las puertas de la conciencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Conmovedor tu mensaje y el poema, Rafael, hay tantos casos de chicos explotados, que el de Nicolás parece leve, muchas veces aparecen en los restaurantes céntricos con su manito extendida y algún mayor merodea afuera esperando, es indignante, felicitaciones por tu participación, un abrazo!
ResponderEliminarUn poema que duele y que debería dolernos más, hasta cambiar esas crecientes infancias truncadas.
ResponderEliminarUn abrazo de felicitación.
Es una pena. Los niños deberían de tener una infancia muy feliz
ResponderEliminarMe ha emocionado mucho tu poema.
Un abrazo.
Muy triste tu soneto.
ResponderEliminarEso del trabajo infantil en pleno Siglo XXI, me parece
una de las grandes calamidades de nuestra Civilización.
Besos
Es muy triste ver a los ninos
ResponderEliminartrabajar, perdiendo su infancia,
y muchos de ellos los explotan,
no debe de existir eso, tendrían
que ser felices.
Besitos dulces
Siby
Emotivo y bello poema. Hay niños que tienen que trabajar y duele verlos por la calle haciendo su labor..... Saludos.
ResponderEliminarTerrible poema y mas terrible realidad, que vivo de cerca ya que trabajo con esos niños. Lamentablemente en las ciudades mas grandes se ve esta desigualdad cuando mas hablamos en educacion de equidad y de igualdad de oportunidades. Dios quiera algun dia las palabras sean realidades para estos niños que merecen tener las mismas oportunidades que el resto, y no estar limitados por el contexto en donde les toco nacer. Te dejo un abrazo y una alegria encontrarte siempre en la calidez de tus versos . Cariños
ResponderEliminarHola, Eli, me alegra saber de ti y volverte a ver por estos lares después de un largo tiempo de estar incomunicados. Gracias por visitarme.
EliminarUn abrazo.
El poema traduce la miserabilidad que se pasea por las calles, obligando a la niñez a trabajar para que la familia pueda subsistir. Y felicitaciones por esos recocimientos a tu trasegar poético, Rafael. Un abrazo. Carlos
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