Gustavo Gil Fonseca, amigo desde siempre, era el empleado estrella de la entonces muy reconocida "Empresa Nacional de Telecomunicaciones" (Telecom) y el encargado de entregar puerta a puerta los sendos telegramas que desde distantes lugares llegaban hasta nuestro pueblo natal. Lo bautizamos como el "Gordo Gil o el Gordo Telecom" y era muy familiar su voz gritando a lo cuatro vientos en el zaguán de las casas: ¡Telegrama, telegrama!, telegrama para fulano, zutano o mengano. La estatal Telecom fue privatizada y tiempo después subastada al mejor postor. Luego, con los avances de la tecnología, el telegrama pasó a mejor vida, pero el señor Gil Fonseca sigue muy campante dando lora por el pueblo y sobando la pita con su dicharachera forma de ser. Gustosamente y para cumplirle lo prometido le escribí un soneto... ahí le va, pues, mi querido amigo, su telegrama vía Internet.
EL "GORDO GIL"
(Soneto con estrambote)
Bigotón como un charro mexicano
de sombrero, de poncho y con guitarra,
más que amigo parece ser hermano
y un compinche de todos en la farra.
No se arruga ni tiene el pelo cano
y el tiempo en su carrera no lo agarra;
querido y respetado, pues, no en vano,
ha sido ancla y timón de la gabarra.
Andaba por las calles muy ligero
entregando puntual los telegramas,
que llegaban de lejos al despacho.
Ya no es de Telecom el mensajero
ni vuela como un mico por las ramas,
pero es el "Gordo Gil" aún muchacho.
Exhibe su mostacho
sonriendo alegremente, cuando pasa,
Precioso homenaje que sabrá exhibir orgulloso el señor Gil Fonseca. Mientras tanto queda cada vez más claro, Rafael, que sigues convirtiéndote en un cronista de tu tierra y de tus gentes. Cuando se haga un documental de por allí tus poemas serán el off que acompañe las imágenes y reportajes.
ResponderEliminarAbrazo grande bien grande!!
Gracias, Carlos, es como devolverle a la tierra natal y por ende a los amigos algo de lo que nos han dado, reconociendo en ellos los valores que los hacen ser personas estimadas por sus coterráneos.
EliminarUn abrazo.
Excelente homenaje, Rafael, en tiempos en que tantas actividades que eran indispensables, van desapareciendo y provocandonos nostalgia.
ResponderEliminarAbrazo austral.
Bonito soneto al amigo que seguro se habrá quedado muy contento.Saludos
ResponderEliminarCaray...ya decir la palabra "telegrama" es como un arcaismo...Ggracias por registrar la memoria de El Gordo.
ResponderEliminarEs un buen abrazo a un amigo y vecino como homenaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente, Gordo hace parte del patrimonio histórico de Paz de Río. Saludos
ResponderEliminarEstupendo homenaje para uno de estos personajes de nuestra vida cotidiana que se lo merecen sobradamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Muy gracioso tu homenaje!
ResponderEliminarAbrazos desde el Rio de la Plata
Un preciado homenaje sin duda bien merecido, además de soneto con estrombote.
ResponderEliminarFelicidades.Te envío un abrazo Rafael.
Fantástico homenaje. Excelente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que simpática dedicatoria y que hermoso soneto, seguro que le emociona. Un abrazo
ResponderEliminarJajaja... "Como charro mexicano"
ResponderEliminarTe quedó esplendido. Un gran homenaje.
Me gustaban las cartas y los telegramas. Los giros postales $$
¿Recuerdas cuando se hacian envíos de dinero por ese conducto? Así me enviaban de casa cuando estudié fuera de mi ciudad.
Un gran abrazo!
Simpático homenaje amigo,cariños.
ResponderEliminarLa vida moderna nos ha quitado ese contacto humano y personal con los servidores públicos, uno se hacía amigo del vigilante de la esquina, del lechero, del cartero, en fin, no se puede ignorar el avance tecnológico y sus beneficios, pero la nostalgia queda, hermoso homenaje, Rafael, un abrazo!
ResponderEliminarRecordar a una persona que tanto trabajó para los demás es un agradable regalo
ResponderEliminarSiempre estaban ahí,como otros personajes ,dia a dia compartiendo y dejando a los vecinos su huella
Tu poema es simpático y otra muestra más del cariño que le teníais y tenéis
Te felicito!!
Besucos
Gó
Con rítmico tono Rafael, agasajas a ese amigo de las misivas que sorprende o que agradan pero siempre son bien venidas y necesarias, y al mensajero en este caso, tus versos le hacen grande, enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tu visita
ResponderEliminarRecordar a una persona que tanto trabajó para los demás es un agradable regalo
La vida nos hacen vivir ha quitado ese contacto humano y personal con los servidores públicos, cada vez somos menos sensibles y mas violentos
Besos
Buen homenaje poético a El Gordo Gil.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo, mi querido Rafael Humberto.
Genial, el señor Gil estará muy contento y encantado con este bonito homenaje.
ResponderEliminarAbrazos
Qué feliz debe estar el gordo Gil de ser inspirador de tu poesía. Eres como un trovador que va dejando escrita la historia de tu lugar. Felicitaciones y abrazo.
ResponderEliminarGracias a todos ustedes, estimados amigos lectores, por sus visitas y comentarios, igualmente por su amistad y cariño que son como el aire que hincha las velas de mi barca.
ResponderEliminarAbrazos.
Rafael, lo mejor son los amigos, y qué mejor homenaje, a un entrañable, como el telegramista (SIC), que se quedó en el corazón de todos. Un abrazo.
ResponderEliminarCarlos