Escondida debajo de una gran piedra, entre unos matorrales y a la orilla del camino que iba hacia la laguna, quedaba la "mana" de agua que abastecía a los habitantes del caserío levantado alrededor de la escuela donde enseñaba mi señora madre. Cada mañana con mi múcura al hombro, unas veces solo y otras acompañado, bajaba hasta la fuente a recoger el agua necesaria para el diario. –Con la totuma retira la hiervas y saca el agua por encimita para que no se rebote –decía mi madre–, no me la vaya a traer turbia ni con renacuajos. La manita de agua y el camino real han desaparecido, pero aquella laguna, la de abajo, aún sobrevive convertida en un pequeño pozo colmado de gratos recuerdos.
LA MANA
(Coplas - Carranguera)
La mana de agua que había
camino de la laguna,
era fuente de agua clara
y fresca como ninguna.
Con la múcura de barro
mi mamita me mandaba,
a traer desde temprano
el agua que menestaba.
el agua que menestaba.
En el hombro la vasija
yo la cargaba contento,
persiguiendo copetones
y echando coplas al viento.
La mana de agua que había
camino de la laguna,
era fuente de agua clara
y fresca como ninguna.
La fuentecita quedaba
a la orilla del sendero,
debajo de una gran piedra
y un palo de borrachero.
Sacaba con la totuma
el agua por encimita,
pa'que no se rebotara
y saliera limpiecita.
Feliz pasaba los días
con la múcura cargada,
de pa' bajo livianita
y de pa' rriba pesada.
La mana de agua que había
camino de la laguna,
era fuente de agua clara
y fresca como ninguna.
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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Laguna de Chitagoto
(De la Internet)
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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Laguna de Chitagoto
(De la Internet)
Precioso ese camino de la mana, me ha encantado esos versos finales.
ResponderEliminarUna canción muy bella.
De vuelta de mi descanso os voy visitando.
Un placer venir a tu espacio Rafael.
Un abrazo
Muy bien detallada esa imagen del agua y la fuente...
ResponderEliminarUn abrazo.
Nos enseñas palabras y tus costumbres y lo haces con la delicadeza del que sabe que hay que sacar el agua sin que se enturbie. Un abrazo
ResponderEliminarEra indispensable que no se enturbiara, Ester, porque de lo contrario el regaño de mamá era inevitable e implicaba otro viaje hasta la mana de agua. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Grácil canto costumbrista, Rafael, nos dejas participando de éste sensible acontecer, en quehacer cotidiano del acopio de agua de la mana camino de la laguna…
ResponderEliminarUn abrazo
Otro gran poema canción, Rafael, más que leer o declamar casi que se puede cantar. Tiene tonada propia... Qué maravilla!!
ResponderEliminarAbrazo grande.
Sí, Carlos, es una cancioncita con sabor campesino la cual canto a mi manera, sin tanto adorno ni vericueto. Mil gracias.
EliminarUn abrazo.
Bien bonitos tus versos,cariños.
ResponderEliminarMe alegraste plenamente mi despertar, estimado Rafael, al ver y escuchar una reseña tan poética y, además, cantada con tanta autenticidad.
ResponderEliminarAbrazo.
Al contrario, Esteban, tú me alegraste el día con tu generoso comentario. Lo recibo emocionado y lo acompaño de un cafecito en esta fría mañana.
EliminarAbrazos.
Qué buena tu interpretación Rafael! De tiernos recuerdos surgen hermosos versos, un abrazo!
ResponderEliminarRecuerdos infantiles que tan bellamente has plasmado en estos versos.Tu canción también ha quedado genial.Saludos
ResponderEliminarTe felicito por los versos y la canción, has hecho una obra muy lograda, me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bonito, Rafael...
ResponderEliminarPrecioso recuerdo, muy bello poema y un placer escuchar tu bonita voz cantando esa entrañable canción.
Abrazos
El tema ya de por sí es una nostalgia ,que a veces viene tan bien tenerla!!
ResponderEliminarTu poema es tan auténtico que gusta leerlo y ya tu voz...ES genial!!
Me ha encantado leer esta entrada
Yo recuerdo en el pueblo de mi abuelita,que también iban a coger agua de la fuente cuando aún no lo había en casa y era como un rito
Y yo lo hice alguna vez
Pero en mi caso,la fuente sigue allí,presente ,esperando que el sediento la abra para beber sus aguas sanas y cristalinas
Besucos artista multiplicado
Gó
Que bonitas y musicales todas las estrofas. Un cante precioso con estribillo y todo, a esa recogida de agua.
ResponderEliminarUn placer leerte en ese recuerdo tan entrañable. Un abrazo
Cómo destruímos la vida: agua y árboles. Tus versos son memoria y nostalgia, que también han dado para una buena canción colombiana. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarPa'que vea, Carlos, hasta de lo malo algo bueno queda... en este caso, la cancioncita de protesta y añoranza de bonitos tiempos idos.
EliminarUn abrazo.