En algunas ocasiones, para no perder los recuerdos, traigo a mi mente las imágenes de aquel dichoso pasado allá en mi pueblo natal. Recreo el paisaje como en tiempos idos: las calles, la iglesia y aquellas legendarias palmeras del parque central; los sauces llorones a orilla del río y los elevados cerros que de lado y lado custodian el lugar; la casa paterna ubicada sobre la avenida principal frente al frondoso árbol de oticón bajo del cual, en el escaño que había, me senté muchas a ver pasar la vida mientras el sol se ocultaba detrás de las altas montañas. Ahora, en el atardecer de mis años, los hermosos arreboles pintan el horizonte de fúlgida esperanza y, entre los gratos albores de niñez y juventud, vuelvo a la cuna.
REMINISCENCIA
(Lizaraejo* dodecasílabo entrelazado)
Desde los balcones de la edad madura
contemplo a los lejos mi vida de ayer,
el sol resplandece y el valle fulgura.
Un río a lo lejos parece correr
entre los arbustos allá en la llanura,
y siente mi alma deseos de volver.
Sin remordimientos y sin amargura
se alboroza el niño que vive en mi ser,
con gesto sereno de paz que perdura.
Los años de entonces quisiera tener
y fluye un torrente de pueril locura,
tras los arreboles... del atardecer.
Contemplo a lo lejos mi vida de ayer
entre los arbustos allá en la llanura,
se alboroza el niño que vive en mi ser
y fluye un torrente de pueril locura.
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Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Los arreboles
(Foto propia)
Qué hermoso atardecer te lleva a tu infancia, Rafael, es linda esa nostalgia tuya, porque además sabés valorar tu presente, un abrazo!
ResponderEliminarHermosos recuerdos de tu imfancia escrita en bonitos versos.Saludos
ResponderEliminarHermoso poema, de ese niño que todos llevamos dentro y recordamos escenas vividas como recuerdos de un pasado que vemos como muy lejano, pero que no lo son tanto y quisiéramos poder revivir.
ResponderEliminarUn abrazo amigo poeta.
Que bonita manera de recordar y revivir aquellos tiempos...
ResponderEliminarSaludos.
Esos bellos recuerdos siempre permanecerán en tí Rafael, poema y foto son preciosas.
ResponderEliminarAbrazos.
Cómo nos embaten por estos tiempos las añoranzas de la niñez. Por estos días, cantaba con un amigo dos canciones que las marcan los recuerdos: "a los lejos se ve mi pueblo nata..", Y "de regreso a mi tierra vuelvo a mis lares", un vallenatico lírico de Varela, y un bambuquito transidos por el recuerdo, con esa nostalgia de estos versos de tu post, Rafael. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarRecuerdos en versos que destilan añoranza...
ResponderEliminarUn abrazo.
Los atardeceres crepusculares nos llevan a otra dimensión, se valora lo creado y se llena de fulgor nuestra vida
ResponderEliminarRecuerdos que perdurarán por siempre en la distancia que nos lleva la vida.
Maravilloso tu Lizarejo. Precioso el primer verso, me ha encantado eso de: Desde los balcones de la edad madura.
ResponderEliminarHermosas esas reminiscencias y genial la estrofa final que has compuesto con el segundo verso de cada estrofa.
Me ha gustado mucho Rafael.
Un abrazo y felicitaciones por tu arte.
Gracias, Elda, me alegra que te haya gustado el poema y hayas entendido la mecánica de la estructura (Lizara-Rima) empleada para construirlo.
EliminarUn Abrazo.
La memoria es musa para quien supo paladear momentos y experiencias, Rafael. Tu poema prueba además que es eterno el ayer...
ResponderEliminarAbrazo gigante!!
¡Qué bella descripción de la naturaleza, Rafael. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estamos asomados a esos balcones viendo pasar la vida.
ResponderEliminarAbrazos.
Esta última estrofa me encantó"Contemplo a lo lejos mi vida de ayer
ResponderEliminarentre los arbustos, allá en la llanura,
se alboroza el niño que vive en mi ser
y fluye un torrente de pueril locura.",cariños.
Rafael...es un placer visitar tu blog.
ResponderEliminarGracias.
Rafael me a encantado ese inicio
ResponderEliminarde tu poema, desde los balcones,
que maravilla mi amigo, sinceramente,
me pongo de pie y te aplaudo a mas no poder.
Besitos dulces
Siby
Que bonito es convertir un recuerdo en versos. Hay momentos de la vida que no olvidaremos. Saludos.
ResponderEliminarQuerido Rafael, yo siento que expresas en cada poesia todo ese interior tuyo lleno de luz, y que lindo es cuando en "el atardecer de la vida" como lo describes tu tan bellamente, puedas hablar desde esa paz, con esa serenidad del alma, de haber vivido y seguir viviendo cada etapa con todo lo que trae desde una visión esperanzadora ..Simplemente precioso, te felicito de corazón por tu poema y mas por tu actitud de vida desde la humildad que reflejas cuando te leemos. Un abrazo enorme!!
ResponderEliminarMaravillosa poesía-canción que vuelve al alma niña. Sin vivirlo también me llevó a la niñez. Gracias, abrazo. Que estés bien.
ResponderEliminarEntrañable recuerdos de infancia que plasmas maravillosamente en tus versos Rafael.
ResponderEliminar¡Un abrazo admirado poeta!
Hermosa añoranza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tus bellos versos me ha retrotraído a mi pueblo y se ha hecho eco de mis recuerdos de infancia.
ResponderEliminarEstás lleno de arte, desprendes una luz que irradia la belleza de tu interior.
Gracias.
No hay tal pueril locura, solo un gran amor y añoranza por la tierra. Hermoso y rítmico poema. Besos
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