"La verdadera muerte es el olvido"
PARA DESPUÉS
(Jotabé dodecasílabo)
Cuando yo me vaya pónganse mis botas,
mis camisas viejas, mis chaquetas rotas.
Reciten mis versos, canten mis canciones,
denle algunas vueltas a las emociones;
saquen los cuadernos que haya entre cajones
y pinten en ellos rojos corazones.
Echen las botellas de vino en la jarra,
pásense de copas, rasguen la guitarra.
Toquen en el piano tres o cuatro notas,
escriban poemas, siembren ilusiones...
y brinden alegres en noches de farra.
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Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Pequeñas cosas.
De mi móvil.
Nadie se va mientras alguien lo recuerda. A algunas personas las amamos toda la vida... a otras aun después. Un abrazo
ResponderEliminarComo dice Ester siempre queda el recuerdo y en ese, otras personas, puede que sigamos con ellas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ah! que hermoso recorrer con los dedos esos preciados tesoros. Perfecto jotabé, emoción y composición que pintan los deseos que tenemos de permanecer pero con alegría. Abrazo
ResponderEliminarTu mejor poema. O mi preferido. O el que más me ha llegado. Como quieras llamarlo. Te sobra poesía para poder hacerlo, Rafael.
ResponderEliminarAbrazos, Poeta.
Gracias, Carlos, son muy amables tus palabras... será porque me lees con los ojos de un corazón bondadoso.
EliminarAbrazos.
Intensa originalità in poesia di bella lettura
ResponderEliminarUn saluto,silvia
Diste en el clavo de la emoción una vez más Rafael, con tu poema. Cuando nos llegue la hora, todos dejaremos algún legado.
ResponderEliminarAlgo dejaremos, Esteban, tal vez así alguien nos recuerde aunque pasen los tiempos. Un abrazo.
EliminarRafael, yo también guardo objetos, tengo un florero de la época del casamiento de mis papás, un elefantito de loza que siempre coloco mirando hacia la puerta como dicta la costumbre, y alguna que otra cosa anda por ahí, ah, unos platos de adorno que yo uso a diario también, en fin, tus palabras me hicieron volver el tiempo atrás también, hermoso tu poema, un abrazo!
ResponderEliminarNadie muere cuando es recordado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues yo conservo muchas cosas de mi padre, entre ellas su reloj, que en el mismo momento en que su corazón dejó de respirar, pasó de su muñeca ala mía... y ahí sigue.
ResponderEliminarTambién guardo su último frasco de colonia, cuando quiero sentirlo más aún, esparzo su perfume por la habitación y...
Me has emocionado con tus palabras, tu poema y esa imagen.
Un abrazo, amigo!
;)
Bello poema Rafael.Muy cierto que nadie se muere mientras haya alguien que le recuerde.Esos recuerdos de tu padre serán un tesoro para tí, yo también guardo pequeños recuerdos de mis padres.Saludos y feliz día del padre
ResponderEliminarBien nos intentas decir Rafael, en esta entrada…que la partida no es tal si el recuerdo perdura y de esto nadie puede tener certezas sólo intuir que tal vez sea así como piensas o mejor que la secuencia se acerque a ese lenguaje de lo vivido…
ResponderEliminarUn abrazo
Hermosa y emotiva tu poesía amigo,perdí a mi padre cuando tenía 10 años,me ha tocado profundo.abrazo.
ResponderEliminarPreciosa encomienda que dejarás.
ResponderEliminarY te recordarán en cada sonrisa.
Un abrazo.
Yo soy de las que me gusta conservar los recuerdos aunque no siempre he podido conservarlos por mi movimiento de vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso Jotabé Rafael. Me ha parecido fantástica esa invitación que haces con tal bellos versos para cuando no estés. Hermoso sería si fuera así, aunque el recuerdo de una persona querida siempre perdura.
ResponderEliminarMe ha encantado este poema.
Un abrazo.
Siempre quedarán muchos recuerdos.
ResponderEliminarMuy bello y emocionante poema
Un abrazo.