En los tiempos de mi lejana infancia se acostumbraba que en el segundo domingo de mayo, Día de las Madres, los niños de las escuelas municipales asistiéramos a misa todos vestidos de blanco en homenaje a nuestras progenitoras. Además, cada uno, llevaríamos prendido al pecho un clavelito
rojo, si nuestra madre estaba viva; o blanco, si ella ya era muerta. Me parece estar allá, en la iglesia, parado junto a la señora Elvirita luciendo orgulloso mi clavel rojo en la solapa y, mientras, los niños huérfanos orando piadosamente por el alma de sus madres. Hoy... mi lindo clavelito carmesí, se ha tornado blanco.
MADRE
(Soneto con estrambote)
Doquiera estés ahora, madre mía,
deseo que tu
estancia sea hermosa
y conserves la
luz, maravillosa,
que en tus ojos
brillaba cada día.
Tú fuiste la
ilusión del alma mía,
de mi jardín la
más preciada rosa;
la mano que ofrecía bondadosa:
amor, ternura, dicha y alegría.
Tú fuiste para mí,
la más bonita,
el más dulce entre
todos los dulzores;
de todas las
mujeres la más guapa.
Por eso, año tras año, madrecita,
en tu honor luciré de mil amores...
en tu honor luciré de mil amores...
un clavelito
blanco en la solapa.
Una lágrima escapa
de mis ojos cansados de extrañarte,
cada vez que me da por recordarte.
Rahulig/016
DRDA
Imagen: Clavelitos blancos
De la Internet
Preciosos claveles de blanca pureza para agradecer el puro amor de una madre.
ResponderEliminarMuy profundas y bellas letras para esa alma que lo es todo en nuestra vida, este día se celebra en distintas fechas en distintos lugares, pero 365 días del año son, el día de amar y agradecer el amor de la madre.
Un abrazo.
Ambar
Una costumbre muy curiosa la del clavel. Me ha gustado muchísimo este poema a tu madre que me ha hecho recordar a la mía......Una madre nunca muere ya que aunque "parta" siwmpre la llevamos en nuestro corazón.Saludos cordiales
ResponderEliminarUna costumbre preciosa de la que se tendría que seguir en todos los países y no perderse.
ResponderEliminarYo también llevo un clavel blanco desde hace años pero ella sigue en mi.
Un feliz día de las madres.
Qué bonita y simbólica costumbre, Rafael. bellísimo tu soneto, amigo. Me ha emocionado profundamente, ni imaginar puedes cuánto.
ResponderEliminarBuena tarde de domingo y besos. María
A mí también se me ha escapado alguna lagrimilla.
ResponderEliminarSi de madres y claveles hablamos, yo, todavía puedo lucirlo rojo, no así si nos referimos al padre. Huérfana me siento, pero cuando ella me falta.. ay, no quiero ni pensar en ello!
Curiosa costumbre esa del clavel. Por aquí no se estila. Y el día d ela madre se celebra siempre el primer domingo de mayo, o sea, lo celebramos el domingo pasado.
Feliz domingo porque rodeado de madres ya estás!
(Es la primera vez que comento en tu blog, pero sé de ti hace muuuucho tiempo, de encontrarnos en las casas de amigos comunes y de que de vez en cuando, entro y te leo.)
Un abrazo!
;)
Preciosos versos para volver la vista a ese ser querido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermoso poema, tu mamita debe estar orgullosa de tus verrsos. Dale gracias a Dios que la tuviste tantos años a tu lado.
ResponderEliminarUn abrazo.
mariarosa
Olá Rafael!
ResponderEliminarContinuo a passar por aqui. Contudo não tenho deixado comentário. Mas este Blog é lindo. Muito a meu gôsto.
Em Portugal (meu País) celebra-se o dia da mãe no 1º Domingo de Maio. Foi no passado Domingo. Fui ao local onde meus Pais repousam de modo eterno. Levei flores, rosas e açucenas, e uma luz que arde durante um mês.
Isto de nada vale, o sentimento de pêrda persiste.
Também sou mãe, as m/filhas presentearam-me com doces.
Linda a poesia -MADRE- e o texto enternecedor. Gostei muito.
Abraço.
Dilita
Un bellísimo y tierno poema, lleno de ritmo y dulzura para esa madre que allá donde se encuentre estará encantada con los versos de su hijo, recordándola.
ResponderEliminarBonita costumbre, me ha encantado.
Un abrazo.
La introducción al poema,la parte narrativa de tu entrada, qué hermosa nostalgia. No olvido aquellas veladas. Había que entregarla una flor a la madre, y quienes más tenían, además le obsequian algo más material. Yo le daba mi afecto y la flor.
ResponderEliminarEl poema, un contraste con la introducción. El dolor nostálgico por la madre ausente. Sentí el poema. La mía también descansa para siempre. Un abrazo. Carlos
Todavía conservo a la mía... Pero me has emocionado, Rafael... Es un poema precioso y lleno se sentimiento.
ResponderEliminarMil besitos.
Un bello poema muy emotivo recordando a tu madre y a cada madre del mundo entero.
ResponderEliminar¡Gracias!
MUY SENTIDO Y HERMOSO HOMENAJE!!
ResponderEliminarABRAZOS
Desde el cielo tu madre va iluminando esa rosa blanca en tu pecho lleno de amor, porque el amor no conoce dimensiones, muy bello tu post, un abrazo enorme para ti y para la mujer que te ha dado tus hijos.
ResponderEliminarCariños
mar
Hola Rafael, esa lagrima también se me escapa a mi siempre que me acuerdo de la mía y ahora leyendo tu precioso poema recordando a tu madre, es precioso, como también es bonita y a la vez triste la costumbre que tenéis de ponerse ese clavel, el mio también seria blanco...
ResponderEliminarBesos.
Precioso verso, veo un poco cruel lo de identificarte con el clavel. Ahora los mayores solemos llevarlo blanco, como tú.
ResponderEliminarConmovedor poema Rafael, un abrazo!
ResponderEliminarQue bello poema, que esta tintado de rojo por ese amor que hay en ti por quien te dio la vida, aunque lo vistas de blanco es la pureza de tu alma la que le dedica bella palabras.
ResponderEliminarbesos
Siempre lloro pensando en mi madre tan querida.
ResponderEliminarTu poesía es preciosa y me ha llenado de emoción.
Un fuerte abrazo.
Que preciosidad de poema y de recuerdo. Tu madre, ahí en el cielo debe estar muy feliz del hijo que ha criado.
ResponderEliminarBesos.
Como siempre lograr emocional a el alma
ResponderEliminarQue suave y calido resulta leerte
Las mamis agradecidas y la tuya desde el cielo sonriendo
Cariños
Es sumamente conmovedora la ternura que se desprende de tus palabras cuando mencionas a tu madre. Creo que muy bien podrías llevar los dos claveles, el blanco por su ausencia, y el rojo, porque sigues teniéndola muy presente. Seguro que desde el cielo te bendice cada día.
ResponderEliminarAbrazos Loli
Claveles rojos, claveles blancos, que lindo detalle y que sentido homenaje a tu mamá.
ResponderEliminarRosa
Comovente homenagem às mães, amigo mio, e sentido poema o teu.
ResponderEliminarFuerte abrazo
¡Qué belleza de poema has dedicado a tu madre Rafael, está lleno de sentimientos y ternura, dejando en el alma una calidez de mieles! Felicitaciones por dejar que el alma se emocione con tus poemas.
ResponderEliminarUn abrazo con cariño.
Ángeles
Que hermosa costumbre la del clavel, hoy te ha dado motivo para un bello poema. Saludos Rafael.
ResponderEliminarAlejandro
Un bellísimo poema, Rafael. Es un homenaje precioso a tu madre, me ha conmovido.
ResponderEliminarUn beso
Querido Rafael , pasaba para darte las gracias por tu cariñoso comentario del otro día , y al leer tu entrada esta me puse a llorar , por la emoción con que has escrito esta bella entrada dedicada a tu santisima madre , que dios la tenga en la gloria , ánimo amigo que ella allí donde este te guardara y protegera siempre , el poema es muy bello , te deseo una feliz tarde besos de Flor.
ResponderEliminarBellísima plegaria de ternura y alabanza que ella recibirá com una sonrisa de orgullo.
ResponderEliminarAbrazos para tres, trovador.
Bellísimo Poema Rafael.
ResponderEliminarAyer estuve en el I Certamen Internacional de la Rima Jotabé,pues vivo en Valencia y soy socia de Mistium, y leyeron un Poema suyo que me encantó,preisamente dedicado a su madre. Lo felicito y si quiere aceptar mi amistad en el facebook le he hecho una solicitud.
Saludos cordiales desde Valencia, Montserrat
Y uno rojo mi querido amigo porque siempre vivirá en tu corazón..
ResponderEliminarMagistral!!
Con cariño Victoria
Precioso y emotivo amigo. Siempre estarán en nuestros corazones Abrazosss.
ResponderEliminarA mí también me parece estar viendo a aquellos niños, que hoy por desgracia en Europa son miles. Tu precioso poema me ha hecho pensar en el clavel blanco que hoy hago mío y me ha emocionado. Un abrazo.
ResponderEliminarSentido homenaje que comparto junto al clavel blanco y la emoción del final que nunca cesará. Beso conmovido
ResponderEliminar¡Cuánta ternura hay en tus versos!
ResponderEliminar¡Qué bello homenaje!
Vive en tu recuerdo.
Y desde una estrella te sonríe.
Un abrazo