Sentándose en un escaño del parque, justo al frente de un pequeño jardín, el viejo se dedicó a contemplar los pajarillos que jugaban entre los arbustos y las flores. «Fui un niño feliz», pensó al rememorar los tiempos pretéritos. Sabía desde hacía tiempo que estaba predestinado a la soledad, a que ella le hiciera compañía por el resto de sus días, pero eso no le preocupaba. Al contrario, estaba preparado para aceptar su realidad. Había entendido, cuando decidió darle un giro a su destino, que las ilusiones alimentan los sueños y, ahora, en medio de las azarosas circunstancias, está considerando tirar la toalla.
ENTRE SOMBRAS
(Lizaraejoa cruzado)
Tenebrosas las noches... y las aves canoras
no alientan las mañanas, mis alas se despluman,
cincela en los desvelos el tictac de las horas.
Se van las ilusiones de mi pecho afligido
y los sueños de antaño se arrastran por el suelo,
deshojadas las rosas y abandonado el nido.
Obnubilan el alma brumas perturbadoras,
nostalgia y desengaños al calvario se suman
y no son como fueron las cándidas auroras.
Tatuado en las entrañas el tiempo ya perdido
e impasibles los vientos no sustentan mi vuelo,
divago en el murmullo, silente y compungido.
No alientan las mañanas, mis alas se despluman
y los sueños de antaño se arrastran por el suelo;
nostalgia y desengaños al calvario se suman
e impasibles los vientos no sustentan mi vuelo.
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Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Parque Pinzón, Tunja
(Del Internet)
Hermoso y triste poema ala vez. Una situación que tenemos que afrontar muchas personas. Saludos
ResponderEliminarPreciosos versos los que nos dejas, felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buena estructura poética y palabras que ayudan a comprender la soledad. Abrazo
ResponderEliminarHermoso y melancólico poema, Rafael, un abrazo!
ResponderEliminarTristeza y nostalgia reflejadas en tus versos.
ResponderEliminarAbrazo
Triste y bello poema, me conmueve mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es preciso sentarse y meditar, pero como costumbre, sin duda.
ResponderEliminarUn buen poema. Un abrazo
La vejez no es agradable para nadie, pero hay que aprender a convivir con ella de la mejor manera posible. Excelente tu poema, Rafael.
ResponderEliminarSaludos.