Valió la pena, en medio de los tormentosos vientos, cambiar la orientación de las velas y emprender una larga aventura en procura de hacer realidad aquel anhelo infantil, armado solamente con el frenesí de las musas cantoras que me llamaban desde los confines de un puerto lejano, al otro lado de una mar infinita y bravía. Entre ires y venires la barca ha logrado mantenerse a flote y, a pesar de los avatares, continúa su viaje sin brújula ni timón, confiando ciegamente en el instinto de su tripulante.
TRAVESÍA
(Cuartetas)
Hacia el poniente voy
y del naciente vengo,
jugando lo que soy,
perdiendo lo que tengo.
Yo soy un errabundo
que busca su camino,
vagando por el mundo
sin rumbo y sin destino.
Me lleva la tristeza
y me traen los recuerdos,
mas tengo la certeza
que no tienen los cuerdos.
Soy loco sin remedio
que a diario sobrevive,
quitándose de en medio
los dardos que recibe.
Pero al cabo de todo
la vida ha sido buena,
me ha dado de algún modo
libertad y condena.
Seré yo finalmente
despojo de otra guerra,
morando eternamente
debajo de la tierra.
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Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: En alta mar
(Del Internet)
Cuando uno se embarca y deja las velas al pairo puede suceder cualquier cosa, hasta escribir poemas como este. Un abrazo
ResponderEliminarMuy bonito poema, me ha encantado. Saludos
ResponderEliminarVersos que reflejan un estado de ánimo melancólico y ojalá pasajero, Sos un gran poeta Rafael, tenés una hermosa familia, y acá estamos tus admiradores y amigos, un abrazo!
ResponderEliminarTal vez sea eso, María Cristina, pero no es lo habitual ni es melancolía, son simplemente cavilaciones.
EliminarUn brazo.
Un buen poema que me ha encantado leer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Great blog
ResponderEliminarTus siempre certeros versos plenos de musicalidad han pintado otra gran letra para una hermosa canción, Poeta!!
ResponderEliminarAbrazo hasta vos, amigo Rafael!!
Carlos, efectivamente, es una canción se puede cantar a ritmo, tal vez, de tango o de balada lenta.
EliminarGracias por visitarme.
Un abrazo.
Excelente poema, mi muy querido Rafael Humberto.
ResponderEliminarLos ires y venires se aproximan un poco a los dimes y diretes.
Fuerte abrazo!!
Muy bonito poema, la vida siempre es un equilibrio. Abrazo
ResponderEliminarUn poema que nos invita a amar y a disfrutar de la más maravillosa de las aventuras, la ventura de la vida. Con sus luces y sus sombras, la vida siempre merece la pena vivirla y a ser posible, con pasión.
ResponderEliminarGracias por tu generoso comentario en mi blog de sonetos, Rafael. Volvemos a estar en contacto.
Un fuerte abrazo