"Mientras haya vida habrá esperanza", decía mi santa madre. Hoy más que nunca vienen a mi mente sus palabras, hoy cuando la muerte ronda nuestras vidas y la pandemia nos abraza con su gélido y pesado manto de incertidumbre. Hoy más que nunca debemos avivar el fuego de la fe, debemos mantener viva la esperanza y confiar en que muy pronto vendrán tiempos mejores; la vida es nuestro más preciado tesoro y debemos intentar preservarla con todo nuestro empeño. Aunque este haya sido un año diferente, un año cargado de dolores y penas por la partida inesperada de amigos, familiares y seres queridos que se nos adelantaron en el camino hacia la eternidad: no debemos arriar la velas, pues el viaje continúa en medio de la tormenta... nada termina para siempre, aunque el árbol fenezca la semilla permanece.
DOS MIL VEINTE
(Lizaraejo)*
El año que se va muere y nos deja
un dos mil veinte aciago e insidioso,
una angustia silente y una queja.
Un desierto infinito de pesares
cual barbecho arrasado y sin labranza,
arenas a la espera de sus mares.
El año que se va nos rompió el alma
pero un tiempo vendrá, más venturoso:
tras una tempestad llega la calma.
Al cabo venceremos imposibles
si unidos mantenemos la esperanza,
volverán los momentos apacibles.
Un dos mil veinte aciago e insidioso
cual barbecho arrasado y sin labranza,
pero un tiempo vendrá, más venturoso:
si unidos mantenemos la esperanza.
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Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Parque de la Esperanza, Tunja.
(Foto propia)
Dice con razón que hay que esperar confiado. Dios no abandona a sus hijos, creo que vendrán tiempos mejores para sonreír la vida plena y sana para todos.
ResponderEliminarAbrazo
Confiemos en nuevos tiempos y en nuevos años más venturosos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bueno amigo! Aquí también invocamos el refrán, la esperanza que siempre tiene que estar. Un abrazo grande y salud en tu entorno.
ResponderEliminarSin duda, un año aciago. Pero donde también hemos visto la mano de Dios con nosotros, pues hasta ahora nos ha perservado la vida. Será un año para la historia, tal cual el 1914, el 1940 y el 2001. Pero adelante, que la esperanza no se pierda.
ResponderEliminar---
Me gustó mucho el documental DE MI PROPIA VOZ...Buenísimo. Nunca te había oído trobando tus versos...Una grata sorpresa.
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Mi texto UNA GUITARRA EN LA SELVA logró Mención Honorífica en un concurso de Ecuador. Lo colgué en tigrero ¿Puedes pasar a verlo?
Esa frase también la digo yo muchas veces.Seguro que vendrán tiempos mejores aunque no nos devuelvan a nuestros seres queridos que partieron pero viviremos con esa esperanza de un tiempo mejor.Me encantó tu poema que por cierto ya te he leído unos cuantos con ese nombre de "LIZAREJO" que supongo eres tú el creador de esta métrica que por cierto me gusta mucho y trataré de escribir alguno, con su nombre LIZAREJO por supuesto.Saludos
ResponderEliminarSí, Charo, es una estructura que se me ocurrió hace algún y que luego registré a mi nombre, se llama Lizara-Rima y consta de tres variantes: Lizaraejillo (arte menor), Lizaraejo (arte mayor) y Lizaraejoa (Alejandrinos).
EliminarGracias por tus palabras,
Un abrazo.
Hermosa tu Lizara Rima, Rafael. Y más reflexivo su contenido. Estamos viviendo tiempos difíciles en todo el mundo, y tú lo expresas muy bien, con tu alma de gran poeta, sin esperanza, sin amor, sin fe, no vamos a ninguna parte en los días que vivimos. Y sí, mientras haya vida hay esperanza, palabras que también decía mi santa madre... mi abuela. Tenemos que seguir luchando, escribiendo esa belleza del alma que es la poesía. Gracias, Rafael, por tus versos, por tu gran corazón. Deseo que estén todos bien por allá y que Dios les bendiga siempre. Mi abrazo y cariño.
ResponderEliminarYa lo creo amigo Rafael, tu bello poema, es un canto a la esperanza a esa, que nunca debemos de perder y asirnos a ella con más fuerza que nunca. De esta también se sale.
ResponderEliminarA propósito, cada vez me gusta más tu estilo y creación del Lizarejo.
Un fuerte abrazo amigo.
No creo que nadie llore por este año que se acaba.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por estos versos (lizaraejo), que nos pone en el camino de la esperanza, para superar el pavor a la pandemia. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarOjalá todo acabe pronto.
ResponderEliminarUn abrazo
Espero que así se que la esperanza regrese a nuestros corazones, hoy hablaba con mi hermano, hablando de la política y la famosas élites y conspiraciones etc... que el mal no puede ser eterno y que no siempre triunfa y por ello debemos tener esperanza la primera en Dios, precioso trabajo, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarTodo se irá arreglando Rafael, hay que tener eperanza aunque la confianza sea esquiva.
ResponderEliminarHa sido un mal año de sufrimiento y de inquietud pero todo esto pasará. Un buen poema.
Te envío un abrazo
Sin duda alguna que este año no va a pasar inadvertido para la historia, perouna historia aciaga, Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso poema con estrofas de tu cosecha. Me encanta esa estrofa final compuesta por los segundos versos de las anteriores.
ResponderEliminarUn placer la lectura en una verdad latente y llena de esperanza. No hay mal que dure cien años, dice el refrán.
Un abrazo y buena semana.
Hermoso poema de fe y esperanza, un abrazo Rafael!
ResponderEliminarUn poema testimonial y esperanzador, Rafael. Qué interesante lo que cuentas de tu creativa búsqueda y aporte a la poesía popular... Me saco el sombrero que no llevo, amigo.
ResponderEliminarAbrazo inmenso.
Gracias, Carlos, como siempre eres muy amable.
EliminarUn abrazo.
Ojalá ese tiempo mejor no tarde en venir, mientras tanto seamos prudentes y mantengamos la esperanza en el futuro. Tu poema es un canto a lo que está por venir Rafael.
ResponderEliminarUn gran abrazo.