Me sucedió por allá en el año de 1969 durante uno de aquellos eventos organizados como "Empanadas Bailables", los cuales que se hacían con el fin de recolectar fondos benéficos. Este, que hoy les traigo a cuento, se realizó en la azotea de la casa del señor Santos Navas, ahí en la avenida Santander, amenizado por "Chapete y su Conjunto". Ella era una niña muy bonita, delgada, de ojos negros y cabello ensortijado. Venciendo mi timidez le pregunté su nombre, bailamos una pieza, me estampó un beso en la mejilla y corrió hacia la escalera... —¡Martha, me llamo Martha!, gritó desde la puerta. No la volví a ver jamás, iban de paso, me dejó su recuerdo y el perfume de sus labios.
(Soneto)
Yo busco tu mirada entre la gente
y llevo tus recuerdos en mi mente,
pienso en tu dulce amor todos los días
sin lograr mitigar la penas mías.
Tengo mi corazón hecho pedazos
y sueño que dormito entre tus brazos,
divago entristecido y vivo triste
sin poder entender por qué te fuiste.
No sé qué hacer, me estoy volviendo loco,
no sé qué hacer, me muero poco a poco,
no sé qué hacer, tu ausencia me estremece.
Mi corazón ya no aguanta la pena,
sufre al latir pagando cruel condena,
Martha, sin ti, todo mi ser padece.
Martha, sin ti, todo mi ser padece.
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Derechos Reservados Copyright © 2017
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Paz de Río, Boyacá
Derechos Reservados Copyright © 2017
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Paz de Río, Boyacá
Te impresionó mucho la niña por lo que leo en tu poema que por cierto es precioso.Saludos cordiales
ResponderEliminarBonito recuerdo el que dejas en estos versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael, tu poema y ese desemaparo en que queda uno, ante una situación ianudita como la que tematizas tus versos, me hace traer a colación, un treinta y uno de diciembre, que me fui donde unos vecinos a bailar, a la espera del añonuevo, siendo un pleao. Y, me encuentro con una mogotana, bellísima, a la cual le caí en gracia, y nos besábamos ardientemente, mientras la Billos y los Mélodicos desgajaban su larga duración de fin de año. Cuánto me arrepentí luego, porque mis amigos, me dijeron que teníamos que ir a la cena de medianoche con buñuelos y natilla de un amigo, que no podía falta a este ritual, y cuando regresé ya se había acabado el foforro, y al otro día, sentí lo que es un guayabo de amor y trago. Tampoco la volví a ver. LO peor, es que ni supe cómo se llamaba. Sólo que sabía besar como nunca me había besado y marcado el corazón, como nunca me lo había herrado. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarLo mío fue más inocente, Carlos, pero me dejó un imborrable recuerdo. Sucedió así tal cual, me perece estar viviendo esos bonitos momentos.
EliminarEl poema es una baladita en tiempo pasado, así me sentía en aquellos lejanos días: triste, abatido, desamparado... como tú dices.
Un abrazo.
Instantes que marcan para toda la vida. Recuerdos que son una luminaria encendida de por vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esos amores fugaces que dejan recuerdos imperecederos! Hermoso homenaje, ojalá llegue a leerlo para saber que dejó su huella en un poeta, un abrazo Rafael!
ResponderEliminarGrato atesorar recuerdos que os mimen el alma
ResponderEliminarBuen domingo Rafael
Cariños
Hay recuerdos imborrables. El poema lo corrobora. Hermoso homenaje.
ResponderEliminarBuen comienzo poético en el 2017
Un abrazo
Esos recuerdos son lo que perduran por siempre en nuestro interior y son los que en momentos de bajón nos devuelven el aire.
ResponderEliminarbesos
Esos flechazos que se producen en un corre vuela y te marcan para siempre. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bonito poema has sacado de un amor que hubiese podido ser pero que el destino lo determinó distintamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Rafael, hay momentos en nuestra vida que quedan por siempre en el alma, podrán pasar los años y vivir momentos oscuros o maravillosos, pero ese recuerdo, se hace un mito en nuestro corazón y le revivimos siempre al recordarle.
ResponderEliminarUn abrazo con cariño.
Ángeles
¡Qué bellos sentimientos y qué bien recogidos en estos versos!
ResponderEliminarAbrazos
Pienso Rafael en las veces que habrás pensado en que Martha regresaba. ¿Y cómo supiste que era de las Martha con hache y no simplemente Marta?
ResponderEliminarNo sé, Esteban, lo puse con hache por mera costumbre o por influencia del medio, tengo varias conocidas que lo escriben así.
EliminarAbrazos.
Bello recuerdo.
ResponderEliminarMuy lindo el poema.
Un abrazo.
Encanto e ilusión. Fantasía de un amor que pudo ser...
ResponderEliminarAbrazos por cinco, trovador
Muy bonito,abrazos.
ResponderEliminarUn canto precioso a un incipiente amor donde la ilusión quedó presa en el recuerdo.
ResponderEliminarComo siempre un placer leer tu melodiosa poesía.
Un abrazo.
¡Ay, mi muy estimado Rafael!
ResponderEliminarEsos amores no realizados son los que se quedan para siempre en la mente como un dulce recuerdo. Eres genial.
Un fuerte abrazo de año nuevo, que el 2017 te colme de bienestar, tranquilidad, comprensión, cariño y más inspiración para deleite de quienes tenemos la suerte de leerte.
Salud
Recuerdos que atesoramos, aunque no todo haya salido bien del todo, pero fue hermoso. ¿Verdad?...
ResponderEliminarA esperança de revê-la perdeu-se no impiedoso tempo,
ResponderEliminarmas tinha a poesia para recuperar a sua Martha,
quase presente neste seu inspirado poema. Parabéns.
Grande abraço.
Unos versos preciosos para Martha, que debía ser una mujer muy especial, de las que dejam huellas eternas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Me ha encantado el poema que le has dedicado.
ResponderEliminarHay momentos en nuestra vida, que se quedan grabados de una forma muy especial en la memoria, el tiempo es incapaz de borrarlos.
Cariños y buen fin de semana.
kasioles
La flecha e cupido te dió de lleno en el corazón y el primer amor siempre deja huella. Un abrazo.
ResponderEliminarHay recuerdos indelebles. Preciosa entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aún busco tu mirada entre la gente
ResponderEliminary llevo tus recuerdos en mi mente...
Bellísimos versos, a veces nos sucede que en el camino nos encontramos con seres excepcionales y que lamentablemente no volvemos a ver, amigo.
Un abrazo.
Recuerdos admirables e inolvidables besan toda sensación.
ResponderEliminarUn abrazo.