Los mortiños colombianos (arándano agraz) son arbustos nativos de la región andina cuyos frutos perecen manzanas en miniatura, los pomos maduran en rojo y negro. Se les podía encontrar
abundantemente a la orilla de los caminos, en los bosques y solares.
Hoy en día su presencia ha disminuido ostensiblemente debido al deterioro
ambiental, pero todavía puede uno toparse con una que otra matica cargada de mortiños y comer algunas pepitas recordando la niñez al saborear su dulzura.
LOS MORTIÑOS
(Cuartetas - Bambuco)
Todavía se ven
mortiños
del caminito a su
vera,
los que comíamos
de niños
como manjar de primera.
Cuando estábamos
chiquitos
e íbamos para la
escuela,
negros y
coloraditos
echábamos a la
muela.
Mortiños de mi
pasado
con ribetes de
alegría,
al recordar el
bocado
que tan a gusto
comía.
Todavía se ven mortiños
aunque cada vez
más pocos,
por culpa de
algunos pillos
depredadores y
locos.
Que destruyen el
ambiente
al tumbar los
arbolitos,
donde Dios está
presente
y anidan los
pajaritos.
Mortiños de dos
colores
mi corazón los evoca,
añorando sus
sabores
agüita se hace la
boca.
Rahulig/014
DRA
Imagen: Matica de mortiños
De la red
Preciosos versos dedicados a esos "mortiños" que señálas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, Rafael !... cómo quisiera probar tus mortiños ! ¿se parecerán a las uvas ?... ¿ o a los arándanos ?... ¡ me guardas algunos ?...
ResponderEliminarUn abrazo gigante.
¡Lindo fin de semana !
María del Carmen.
EliminarMortiño, agraz y arándano, son de la misma familia (Rosaceae) pero de distinto género. Son muy deliciosos y poseen propiedades nutritivas y medicinales. Por supuesto, te guardaré algunos bien maduritos.
Abrazos.
Sin tener nada que ver ; me has recordado a mis largos paseos a finales del verano por los caminos entre bosques disfrutando de las moras de las zarzas .. ni muy verdes ni muy moradas,.. disfrutar del momento, de la paz de un camino a penas transitado saboreando el fruto que solo se da una vez al año.. es un instante que se desea repetir cada verano
ResponderEliminarUn abrazo grande y buen finde !!
Por qué de niños nos gustaba tanto comer esos frutos silvestres, que encontrábamos al borde del camino,?... Yo recuerdo los madroños y frambuesas , que crecían entre matorrales, o las fresas, escondidas en la hierba, o las moras...
ResponderEliminarGracias por hacernos recordar, tan bellamente, esos lejanos días tan especialmente felices.
Besos para dos, trovador
Bello poema que. Os hace recordar los tiempos de infancia .
ResponderEliminarPor cierto, bonita foto un abrazo y buen fin de semana.
Hay muchos frutos silvestres que antes se podían encontrar por los caminos y que tenían sabor y propiedades medicinales, pero que por desgracia se han ido perdiendo en el tiempo y cada vez más son difíciles de encontrar.
ResponderEliminarBesos
Hola Rafael:
ResponderEliminarTambién como a MaRia, tus versos me recordaban mi inolvidable alegría de infancia al comer moras de las zarzas.Por ello entiendo esas añoranzas por los mortiños colombianos.
Abrazo austral.
Creo que en todas partes del mundo hay más de algún arbolito que nos trae recuerdos del ayer. En Guatemala hay unos arbolitos que se les llama lágrimas porque en las puntas de sus ramas hay unos florecillas rojas que caen. Las miraba mucho en otra época ya no hay y si los hay es una gusto verlos.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu bella remembranza.
Tu poema me recuerda a unos frutos que comiamos cuando salíamos a pasear al campo
ResponderEliminarEn la fotografía son parecidos a aquellos.
Eres un gran poeta..
Un lindo poema que, también a mí, me hace volver a mi infancia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Feliz fin de semana.
TE QUEDÓ MUY BIEN COMPAGINADA TU DEDICATORIA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Lindo poema que hace regresar en el tiempo :), saludos.
ResponderEliminarEstimado Rafael
ResponderEliminarNo sabía de la existencia de esa planta. Según la imagen que nos presentas, parecen sabrosos :)
Muy hermosos tus recuerdos, qué maravilla.
Feliz fin de semana
lo importante es no dejar morir la reliquia que nos da el fruto
ResponderEliminareso es muy bueno...porque de sus dulzores seguiremos viviendo...
hermoso tributo a la Tierra que nos da tanto!!
No los conozco pero me has hecho recordar otras plantas que como esta, sin ser susceptible de encontrarlas en el mercado, si que nos acompañaban por los caminos y las íbamos mordisqueando. Tu les has dedicado unas bonitas letras. Abrazos
ResponderEliminarGracias RafEL QUERIDO POR TU VISITA SIEMPRE ES UNA ALEGRIA VERTE Y DISFRUTAR AQUI EN TU CASA DE TUS VERSOS QUE NOS HACEN RECORDAR LA INFANCIA ...NOSOTRAS UN MONTON DE AMIGAS NOE MARCHABAMOS CON UNAS CESTITAS A COGER MORAS Y NUESTRAS MAMÁS CON LAS PREPARABAN CON AZUCAR Y UN POCO DE VINO DE LA MONJA PARA MERENDAR JAJAJA QUE FELICES
ResponderEliminarBESOS
Son muy apetecibles, los recuerdos van unidos a su sabor tal como dices en tus versos y, además, tiene que ser una delica verlos por los caminos. Besetes.
ResponderEliminarCualquier tema es bueno para sacar un buen poema Rafael.
ResponderEliminarPor supuesto no conozco los mortiños, pero me has hecho recordar los higos que yo cogía del árbol y tan sabrosos estaban.
Buenos recuerdos de los que no se olvidan.
Un abrazo.
Tierno y dulce poema recordatorio Rafael, a veces me pasa recordar algún perfume de mi niñez, son cosas entrañables, un abrazo!
ResponderEliminarNo conocía esta fruta de tu poema y al leerlo me han entrado unas ganas tremendas de probarlos. Yo recuerdo en mi infancia comer moras cuando íbamos por el campo, ahora todavía lo hago pues hay bastantes arbustos en los campos de mi pueblo . Saludos
ResponderEliminarTú añoras tus moriños como yo añoro mis moras, las que cogía en los árboles y las llevaba a la boca, las saboreaba como si fuera un manjar, pero realmente lo eran.
ResponderEliminarBonito homenaje a un manjar que está desapareciendo por culpa del progreso que va a acabar con todo lo bueno que teníamos.
Besos, te deseo un feliz fin de semana.
No dudo de que son buenos , al menos el colorido que tienen invita a comérselos pero...¿verdad que cuando evocamos algo de nuestra infancia o juventud lo valoramos de una manera más profunda a cómo lo hemos vivido? ¡Ay, qué bonitos son esos recuerdos!
ResponderEliminarMe encanta el poema, aunque eso no es nada nuevo .
¡Felices vacaciones! Abrazos. Loli
Hola Rafael, que ricos se ven desde la foto me imagino que en vivo deben ser una delicia tal y como los describes:), aquí lo que hacíamos nosotros era coger moras de los arboles al mismo tiempo que cogíamos las hojas para los gusanos de seda:), que recuerdos nos traes con tu bonito poema dedicado a este fruto que no conocía, gracias amigo por traernos tan bellos recuerdos de la niñez, aunque el problema de la desaparición del fruto en todos los sitios es el mismo.
ResponderEliminarBesos.
Não conheço essa frutinha, Rafael, mas, deve ser mesmo bastante saborosa.
ResponderEliminarBeijos!
Qué placer tu poesía! Eres un gran observador y un poeta que muestra las delicias que lo rodean en su forma más pura. Gracias y abrazo.
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