Hoy nuestra amada Colombia se vistió de luto por el cruento asesinato del joven senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. Lamentablemente, este ha sido un traje que los colombianos vestimos casi a diario desde hace largos años. La endémica violencia, provenga de donde provenga, causa muertes de manera constante, sin reparar en clases sociales, ideologías políticas ni credos religiosos; sembrando el miedo entre la ciudadanía que vive a merced de las fuerzas oscuras que buscan mantener a la patria encadenada en pro de sus mezquinos intereses. "Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie ni hacerle mal en su persona, aunque piense y diga diferente", reza nuestra Constitución Nacional.
DE LUTO
(Sextillas)
Hoy mi poesía se halla
triste y vestida de luto,
y en mi corazón enjuto
hay una pena escondida;
no se respeta la vida,
ni se aprecia en absoluto.
Endémica... la violencia
causante de tantos males;
crueles malandros letales
o gobernantes corruptos
imponen sus exabruptos
desde tiempos ancestrales.
Hoy mi poesía se halla
triste y cubierta de duelo,
como ha estado mi suelo
malherido año tras año;
y en ahora, como antaño,
de negro se pinta el cielo.
Arrogante... la avaricia
es costumbre cotidiana;
el que amenaza se ufana
humillando al peregrino
que va labrando el camino
con añoranza temprana.
Hoy mi poesía se halla
triste y apesadumbrada,
pues la desdicha causada
por las balas fratricidas
deja profundas heridas
y la patria ensangrentada.
No debe ser apagada,
sea del pobre o pudiente:
la existencia, finalmente,
es una lumbre sagrada.
__________________
Derechos Reservados Copyright © 2025
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Lazo de luto
de la Internet
Si hay alguien que se identifica con esta poesía, ese soy yo.
ResponderEliminarEl asunto es que no se trata de un crimen desapercibido, como tantos otros y que, no por ello también son lamentables, sino que en el caso de Miguel Uribe se trata de un símbolo. Es más, podemos decir que en este momento siento a Colombia como si fuese un dolor físico profundo.
Como venezolano, no quiero que Colombia (la verdadera patria de Bolícar) siga la deriva de Venezuela. Dios tenga misericordia de nosotros.
Que las gentes y personas sepan ver la verdad y seguir sus pasos a pesar de los temporales en contra de una sociedad que merece lo mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mala cosa, ese intento de imponerse, matando al contrario, en vez de debatir ideas.
ResponderEliminarUn abrazo a esa Colombia, que está de luto y se merece algo mucho mejor.
Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarMis sinceras condolencias, Rafael.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Me uno a tu pesar y a la vez me lleno de dolor ante tales crímenes que no cesan en nuestro mundo.Saludos
ResponderEliminarEs terrible lo que pasó y sigue pasando, principalmente en Colombia, pero también en el resto del continente. Dudo que llegue a cambiar algún día.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Los hombres honestos mueren pronto, porque nuestra acción es solo lágrimas que arropan... mi sentir en la tristeza por la bella Colombia. Una Abrazo, Rafael.
ResponderEliminar