Cómo no he de quererlo, si es mi hijo, si yo lo vi crecer entre mis brazos y lo llevé de la mano por la vida: jugué con él, lo acompañé a la escuela, al colegio, a la universidad y fui testigo de sus logros académicos, deportivos y laborales; cómo no he de quererlo si es parte de mi vida, si ha estado y estará por siempre en mi corazón. Cómo no he de quererlo, ahora más que nunca, cuando la vida lo está tratando tan mal; ahora cuando sus pasos lo están llevando por caminos escabrosos; ahora cuando está viviendo en la oscuridad y todo parece estar perdido; ahora cuando mis fuerzas declinan y se me hace difícil ayudarlo con su pesada cruz. Es doloroso para mí, ver la suerte que le ha tocado... no la merecía.
"El amor no mira con los ojos, mira con el alma". (W.S)
DESAZÓN Y LLANTO
(Soneto)
Vengo a contar mi pena enardecida
y a eternizar mi queja en este canto;
es un lamento por lo tanto y tanto
de congoja que arrastro por la vida.
Por desahogar mi alma entristecida
vengo a enjugar mi desazón con llanto;
es el eco de un grito que, de espanto,
me colma con angustia sin medida.
Yo tuve un hijo de gentil ternura
y alegre... su muy noble corazón;
alma sensible, bondadosa y pura.
Pero se fue muy pronto, la ilusión,
como el trino del ave en la espesura:
se perdió en un dilema, sin razón.
__________________
Derechos Reservados Copyright © 2021
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Cinco años atrás
Del álbum familiar
Cuanta tristeza hay en estos versos Rafael y esque los hijos duelen más que nada en el mundo.Saludos
ResponderEliminarVersos que duelen, Rafael. Una vez más conmueves, Poeta. Sólo espero que la vida se vuelva buena...
ResponderEliminarAbrazo siempre admirado. De corazón.
Lamentable reseña Rafael, ésta, que versadamente nos dejas, contando la irascible sensación de un ser que de cariño se ha perdido, en otra sensación de inquietud de vida...
ResponderEliminarBellísimo y muy dolorido este hermoso soneto que me ha entristecido porque los hijos son lo más para los padres.
ResponderEliminarEspero que todo se vaya mejorando en tu precioso hijo, para que desaparezca esa sensación de desconsuelo.
Un cálido abrazo Rafael.
Muy bueno aunque triste!
ResponderEliminarBeso grande y que tengas una buena semana.
Situación difícil la que nos cuentas en tus tristes versos, un lamento, una queja, por la desolación en la que se encuentra el ser más preciado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quejarse no alivia pero mitiga un poco, es duro lo que cuentas y solo podemos mandarte buenos deseos y ofrecerte las oraciones. Ojala encontréis la paz. Un abrazo
ResponderEliminarTriste poema, Rafael, cuánto duelen los hijos, ojalá pueda solucionarse.
ResponderEliminarUn abrazo.
El sufrimiento es lo que más nos hace crecer... Y a veces tenemos que crecer ¡tanto!
ResponderEliminarQue Dios te bendiga y a todos los que amas.
Un abrazo de mi alma a tu alma.
El dolor corre entre tus letras amigo Rafael. Como no querer a los hijos si son parte nuestra y lo que sucede a ellos nos alegra o entristece. Saludos.
ResponderEliminarMuy lindo poema!
ResponderEliminarHace unos meses vi una película, Beautiful boy, es un drama de un papá con su amado hijo en un mal camino y su lucha para ayudarlo. Es muy triste esto que contás, Rafael, tu poema desangra dolor, no se puede hacer mucho a veces, pero es bueno que él sepa que lo seguís queriendo a pesar de todo, un abrazo grande!
ResponderEliminar¿Qué decir de tu poema amigo? me embarga la tristeza, cómo padre, me pongo en tu lugar, aunque, seguramente, decirlo es fácil, cosa distinta vivirlo. Espero Rafael todo se solucione por su bien y regrese a ti la felicidad de ese amado hijo.
ResponderEliminarUn gran abrazo amigo y cuídate.
Deseo de corazón que todo se solucione.
ResponderEliminarMuy emocionante tu verso.
Mucha suerte.
Un abrazo.
Que tristeza amigo y es que los hijos a veces duelen en el alma,abrazo fuerte.
ResponderEliminarAmigo Rafael, ¡cuánto me entristecen tus bellos versos tan llenos de dolor! y es que los hijos son lo más importante que tenemos junto con nuestros nietos. Y cualquier cosa oscura que los ronde se convertirá en oscuridad también para nosotros. Pídele a Dios con todas tus fuerzas que les de una salida. La oración es poderosa, con mayor razón si viene de un papá o una mamá. Te deseo lo mejor y que regrese la alegría y la paz a tu vida, ya que tu poema me ha conmovido mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarNi lo estás ni nadie está preparado para perder a un hijo. Perdemos a los abuelos y luego a los padres, pero al ser de tu ser no hay razón que pueda hacerlo entender por mucho que uno se esfuerce.
ResponderEliminarMe uno a tu dolor en este fuerte abrazo, Rafael.
Ni idea de lo que le está pasando a tu hijo... Por favor ORA POR ÉL. Dios es el único que puede librarlo.
ResponderEliminarQuerido amigo: Bien haces en compartir tu dolor con los amigos, va mi abrazo fraterno y lleno de fuerza para sortear estos momentos. Tu poesía es un canto de amor. Todo mi cariño para ti y para él.
ResponderEliminarSeguro que tu amor y apoyo le podran ayudar a salir de la oscuridad en que se haya. Ánimo amigo.
ResponderEliminarAbrazos.
Hoy ´por hoy los padres han de sufrir esas tristezas , que seguramente al pasar el tiempo y las circunstancia el hijo llegue a comprender su extravío y el dolor causado.
ResponderEliminarMucho ánimo!
Rafael, sé que es una lidia no sólo difícil, sino dolorosa, pero por más que parece estar todo perdido, la generosidad del alma de un padre, como en su caso, no escatima el amor para el hijo. Qué buen padre. UN gran abrazo.
ResponderEliminarCarlos