ZENAIDA
(Décimas)
Por un caminito baja
del monte hacia la llanura
con su delgada figura
una muchacha muy maja.
En sus manos una caja
de cartón amarillento,
negros cabellos al viento
y a sus espaldas un nene
que del cuello se sostiene
con gestos de sufrimiento.
Vestido blanco debajo
de una ruanita rosada,
y una mochila colgada
como si fuera un andrajo.
como si fuera un andrajo.
Se la mira monte abajo
yéndose de su vereda
dejando entre la arboleda
la razón de su existir,
pues al tener que partir
media vida se le queda.
Zenaida vivía en la huerta
junto al niño y su marido,
de amor decorado el nido
con guirnaldas en la puerta.
Pero, la vida es incierta,
unos malandros llegaron
unos malandros llegaron
y a Juancho lo asesinaron
por no sembrar hierba mala.
De crueldad hicieron gala,
y a ella... la desterraron.
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Derechos Reservados Copyright © 2019
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Paisaje Campesino
(José Orlando López)
(José Orlando López)
Bonito relato con un transfondo real que subyace en los versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Triste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tremendo abuso contra los que se niegan a claudicar ante las malas prácticas.
ResponderEliminarBuen poema.
Un abrazo.
Inspirado poema, Rafael, de esos que humedecen los ojos y estrangulan el aliento...
ResponderEliminarAbrazo grande.
PD: ...Y muchas gracias de nuevo, amigo, por tu último comentario.
Triste,pero bueno,cariños.
ResponderEliminarComovedor poema Rafael, que historia tan triste has convertido en poema. A Zenaida le deseo que le vaya todo muy bien.Saludos
ResponderEliminarSuena a engaño y abuso de la bondad y confianza, una historia triste que solo nos consuela tus versos. Un abrazo
ResponderEliminarAy qué triste! pero que bellas décimas, creo que es la estrofa que más me gusta por la musicalidad que tienes.
ResponderEliminarPreciosa la fotografía que le da visualidad a tu poema.
Un abrazo.
Transformaste una historia muy triste en un conmovedor poema, Rafael, un abrazo!
ResponderEliminarSentidos versos, Rafael, para un tipo de tragedia que supera el sentido común y cualquier medida de precaución, pero de la nada arruina sueños y esperanzas.
ResponderEliminarAbrazo.
¿Cómo es posible tanto descaro, tanta desfachatez, tanta maldad en gentes de mal vivir?...Es tremendo lo que nos narras Rafael, en esta entrega, y ciertamente nos dejas oprimidos por tan malas acciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy triste y emocionante.
ResponderEliminarGran sentimiento.
Un abrazo.
Triste y sensible tu poema ante una dolorosa realidad.
ResponderEliminarFuerte abrazo, querido amigo
Un poema que llega a los adentros. Una historia que estremece...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Triste historia la que nos cuentas hoy.
ResponderEliminarUn abrazo!
Que tristeza, quiero pensar que es una historia que se te ocurrió imaginar, porque si fuera real es tristisimo que alguien sea arrancado de su casa y que ninguna autoridad lo proteja.
ResponderEliminarMuy sentidos tus versos me emocionaron.
mariarosa
Se hizo belleza del infierno aunque imaginado, de la corrupción se hacen cuadros, se ha hecho pintura, escultura y música de compositores muertos con un tiro en la espalda o atropellados como gusanos en los senderos de algún fundo. ¿Hasta cuándo?
ResponderEliminarTu introducción y tu métrica son geniales, por cierto sentimos la amargura que esto pase. Poderoso Don Dinero.
Gracias, Rafael.
Gracias, Vicente. Es una triste realidad que nos acongoja y nos duele en el alma... la avaricia no tiene límites, la maldad se campea indolente.
EliminarUn abrazo.
Rafael, un poema de denuncia sobre la violencia que desata en el país el negocio de las drogas. Mal leviatánico. Un abrazo
ResponderEliminarCarlos
La poesía es una belleza.EL tema doloroso,pero así ocurre
ResponderEliminarCuándo llegaremos a ser cómplices de AMOR en esta tierra!
Soy Gó y vine a darte las gracias por tu comentario en el blog de Ester
Besucos
Gó