jueves, 24 de agosto de 2017

AMARGA DESPEDIDA...





Ahí, en la estación, parado en andén bajo el mismo alero donde por casualidad se conocieron cuando simultáneamente buscaban resguardarse de la lluvia y, bajo el cual, también se despidieron: Ricardo recordó aquella tarde, aquella lejana tarde en la que, otra vez, bajo la lluvia se alejaron para siempre. Ella partió con lágrimas en los ojos, él se quedó con el corazón lleno de dudas... ¿Por qué no había sido capaz de retenerla? ¿Por qué la había dejado partir? ¿Por qué no le había dado el amor que merecía? Se sentía culpable y estaba arrepentido, pero ya era demasiado tarde para volver atrás.


MEA CULPA
(Jotabea con estrambote)

Recuerdo aquella tarde cuando nos conocimos,
las risas, los abrazos, los besos que nos dimos.

Te amaré para siempre, recuerdo le decía,
pero el amor silente de a poco se moría;
no fui capaz de darle lo que se merecía
yéndose todo al traste por simple culpa mía.

Recuerdo con cariño lo que hubo entre los dos,
  y el camino trazado de nuestro amor en pos.

También recuerdo el día cuando nos despedimos:
el tren que se alejaba, la lluvia que caía,
mas no recuerdo entonces... haberle dicho adiós.

Hoy, lo juro por Dios,
soy alma taciturna que arrastra con su pena,
sabiéndome culpable no evado la condena.

__________________

Derechos Reservados Copyright © 2017
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Las estación.
De la Internet.


21 comentarios :

  1. Triste y sino se reconcilian siempre se arrastra esa pena, pero la vida a veces por el motivo que sea nos hace tomar otros derroteros, y no todo es color de rosa.

    Abrazo Rafael.

    ResponderEliminar
  2. Sí, es una despedida amarga, pero con mucha sensibilidad en los recuerdos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Amigo Rafael, lembranças de risos, de abraços e beijos, uma quase certeza de que seguiriam juntos, mas sem que se espere o amor começa a fenecer, o comodismo leva à separação, e deixam que fica o mesmo sentimento de quem parte: porque não soube manter acesa a chama?
    Um abraço.
    Pedro

    ResponderEliminar
  4. Las despedidas son demasiado tristes y se añade a la tristeza el que nunca se olvidan.......El poema te ha quedado genial.Saludos

    ResponderEliminar
  5. Las despedidas son muy tristes. Tu poema es conmovedor y bello.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Triste pero como siempre muy bien escrito,abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Dicen que los mejores poemas son los tristes. No me corresponde decir si es cierto o no. Tal vez sean tan buenos porque salen directamente del alma, como una ráfaja.

    ResponderEliminar
  8. Nos cuesta enfrentarnos a nuestros sentimientos y después la distancia ya es muy grande. Tu lo versas de manera genial. Abrazos

    ResponderEliminar
  9. Muy triste no haber hecho, no haber dicho...
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Estas cosas pasan...no hay condena, amigo.

    ResponderEliminar
  11. Las promesas de amor no se pueden hacer, nadie sabe por dónde andará su corazón y nadie puede mandar en él más que lo que siente, no debería sentirse culpable tu personaje, Rafael, un abrazo!

    ResponderEliminar
  12. Dejar escapar el amor del que uno no supo trabajarlo o comprender al otro siempre se siente en un momento dado y más cuando el otro se va.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Quién sabe por qué suceden esos desencuentros entre dos que se aman. el amor es maravilloso, pero la convivencia, no lo es.

    mariarosa

    ResponderEliminar
  14. Un amor frustrado por la separación deliciosamente contado.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Me despedí de ella con devolución de cartas y obsequios.Era un adiós definitivo,
    llorado, absoluto, irrenunciable, contundente.

    A los pocos meses nos casamos y llevamos así 47 años.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra, Esteban, en tu caso hubo un final feliz... en este que les relato, no fue así, siguieron por caminos diferentes.

      Un abrazo.

      Eliminar
  16. O amor é sempre belo
    Como a despedida triste,
    Porque o adeus consiste
    Num caminho paralelo

    Mas um do outro singelo
    Como dois dedos em riste.
    E numa estação se assiste
    Muito pranto. É um castelo

    De sonhos que rui com a gente
    Vendo o trem indiferente
    Apitar e ir embora

    Deixando a dor que se sente
    Bem mais viva e mais pungente
    Exato naquela hora.

    Belíssimo poema, Rafael. A tua estação de trem é exatamente como as nossas estações quando eu era criança e tomava o comboio para ir ao meu colégio, onde era interno e morria de saudades a cada viagem de ida. Parabéns pela postagem. Grande abraço e bom fim de semana. Laerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por el bonito y reconfortante comentario. Fui trabajador ferroviario durante diez años y por eso me produce tanta nostalgia el tema.

      Un abrazo.

      Eliminar
  17. Preciosos versos envueltos en nostalgia y tristeza, amigo Rafael, derrochan sensibilidad, mucha...

    Besos.

    ResponderEliminar
  18. Una pena grande dejan los amores perdidos. Bien lo exp´resas en el poema. Y pena porque cuando uno es culpable de la cobardía no mantener un amor, queriéndose, el sentimiento que queda después, es casi imborrable. Un abrazo. carlos

    ResponderEliminar
  19. Una historia triste, pero seguramente entonada será más amable. Iré a escucharla a You Tube: Quirmulo... Abrazo

    ResponderEliminar

Información del Autor

Mi foto
Simplemente, un bohemio soñador. Hacedor de versos, creador de canciones e inventor de historias. Paz de Río (Boyacá) Colombia, 23 de abril de 1952.

Los que vuelan conmigo

Buscar contenido en este blog