Ahí, en la estación, parado en andén bajo el mismo alero donde por casualidad se conocieron cuando simultáneamente buscaban resguardarse de la lluvia y, bajo el cual, también se despidieron: Ricardo recordó aquella tarde, aquella lejana tarde en la que, otra vez, bajo la lluvia se alejaron para siempre. Ella partió con lágrimas en los ojos, él se quedó con el corazón lleno de dudas... ¿Por qué no había sido capaz de retenerla? ¿Por qué la había dejado partir? ¿Por qué no le había dado el amor que merecía? Se sentía culpable y estaba arrepentido, pero ya era demasiado tarde para volver atrás.
MEA CULPA
(Jotabea con estrambote)
(Jotabea con estrambote)
Recuerdo aquella
tarde cuando nos conocimos,
las risas, los
abrazos, los besos que nos dimos.
Te amaré para
siempre, recuerdo le decía,
pero el amor silente de a poco se moría;
no fui capaz de darle
lo que se merecía
yéndose todo al traste por simple culpa mía.
Recuerdo con
cariño lo que hubo entre los dos,
y el camino trazado de nuestro amor en pos.
También recuerdo el día cuando nos despedimos:
el tren que se alejaba, la lluvia que caía,
mas no recuerdo entonces... haberle dicho adiós.
Hoy, lo juro por Dios,
soy alma taciturna que arrastra con su pena,
sabiéndome culpable no evado la condena.
Hoy, lo juro por Dios,
soy alma taciturna que arrastra con su pena,
sabiéndome culpable no evado la condena.
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Derechos Reservados Copyright © 2017
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Las estación.
De la Internet.
Imagen: Las estación.
De la Internet.
Triste y sino se reconcilian siempre se arrastra esa pena, pero la vida a veces por el motivo que sea nos hace tomar otros derroteros, y no todo es color de rosa.
ResponderEliminarAbrazo Rafael.
Sí, es una despedida amarga, pero con mucha sensibilidad en los recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo Rafael, lembranças de risos, de abraços e beijos, uma quase certeza de que seguiriam juntos, mas sem que se espere o amor começa a fenecer, o comodismo leva à separação, e deixam que fica o mesmo sentimento de quem parte: porque não soube manter acesa a chama?
ResponderEliminarUm abraço.
Pedro
Las despedidas son demasiado tristes y se añade a la tristeza el que nunca se olvidan.......El poema te ha quedado genial.Saludos
ResponderEliminarLas despedidas son muy tristes. Tu poema es conmovedor y bello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Triste pero como siempre muy bien escrito,abrazo.
ResponderEliminarDicen que los mejores poemas son los tristes. No me corresponde decir si es cierto o no. Tal vez sean tan buenos porque salen directamente del alma, como una ráfaja.
ResponderEliminarNos cuesta enfrentarnos a nuestros sentimientos y después la distancia ya es muy grande. Tu lo versas de manera genial. Abrazos
ResponderEliminarMuy triste no haber hecho, no haber dicho...
ResponderEliminarUn abrazo
Estas cosas pasan...no hay condena, amigo.
ResponderEliminarLas promesas de amor no se pueden hacer, nadie sabe por dónde andará su corazón y nadie puede mandar en él más que lo que siente, no debería sentirse culpable tu personaje, Rafael, un abrazo!
ResponderEliminarDejar escapar el amor del que uno no supo trabajarlo o comprender al otro siempre se siente en un momento dado y más cuando el otro se va.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quién sabe por qué suceden esos desencuentros entre dos que se aman. el amor es maravilloso, pero la convivencia, no lo es.
ResponderEliminarmariarosa
Un amor frustrado por la separación deliciosamente contado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me despedí de ella con devolución de cartas y obsequios.Era un adiós definitivo,
ResponderEliminarllorado, absoluto, irrenunciable, contundente.
A los pocos meses nos casamos y llevamos así 47 años.
Me alegra, Esteban, en tu caso hubo un final feliz... en este que les relato, no fue así, siguieron por caminos diferentes.
EliminarUn abrazo.
O amor é sempre belo
ResponderEliminarComo a despedida triste,
Porque o adeus consiste
Num caminho paralelo
Mas um do outro singelo
Como dois dedos em riste.
E numa estação se assiste
Muito pranto. É um castelo
De sonhos que rui com a gente
Vendo o trem indiferente
Apitar e ir embora
Deixando a dor que se sente
Bem mais viva e mais pungente
Exato naquela hora.
Belíssimo poema, Rafael. A tua estação de trem é exatamente como as nossas estações quando eu era criança e tomava o comboio para ir ao meu colégio, onde era interno e morria de saudades a cada viagem de ida. Parabéns pela postagem. Grande abraço e bom fim de semana. Laerte.
Gracias por el bonito y reconfortante comentario. Fui trabajador ferroviario durante diez años y por eso me produce tanta nostalgia el tema.
EliminarUn abrazo.
Preciosos versos envueltos en nostalgia y tristeza, amigo Rafael, derrochan sensibilidad, mucha...
ResponderEliminarBesos.
Una pena grande dejan los amores perdidos. Bien lo exp´resas en el poema. Y pena porque cuando uno es culpable de la cobardía no mantener un amor, queriéndose, el sentimiento que queda después, es casi imborrable. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarUna historia triste, pero seguramente entonada será más amable. Iré a escucharla a You Tube: Quirmulo... Abrazo
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