El último pichón se ha echado al vuelo,
ahora surcará su propio cielo.
TRISTE ADIÓS
(Soneto)
Una congoja que me pone triste
llevo clavada en medio de la mente,
cual un puñal de acero reluciente
que hiere sin piedad, pues tú te fuiste.
Te adoro desde el día en que naciste
con un sentir profundo e insistente,
que crece y seguirá siempre latente
porque mi alma por tu amor existe.
El eco de tu voz se queda en casa,
y en mi mente la vívida presencia
de tu niñez alegre y primorosa.
Tú brillarás por siempre, como brasa,
y aunque sufra pesares por tu ausencia:
deseo seas feliz... Paola Rosa.
Rahulig/016
DRA
Imagen: Paolita y familia
Del álbum particular.
Rafael, es una de las tristezas que más espinan el alma, cuando dos vidas: hija, yerno y nieta, viven con uno, y luego emprenden su lucha para construir su vida y sueños. ES un sentido soneto, que transparenta tu queja. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarEso es ley de vida compañero, duele el que los hijos se tengan que marchar pero hay que aceptarlo. Lo bueno es que por muy lejos que se marchen, con las tecnologías que hay, y las comunicaciones, siempre están más cerca. Hace años, hasta en el mismo país, si se marchaban a otra provincia, o a la otra punta te podías tirar hasta años sin verlos.
ResponderEliminarAbrazo Rafael.
Es ley de vida, los hijos aprenden a volar y se buscan un nido propio para seguir con el ciclo de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todas las leyes de la vida duelen porque las ausencias hacen sufrir pero tú los vas a seguir teniendo muy cerca de ti. Besetes.
ResponderEliminarAsi es Rafael
ResponderEliminarDuele muchisimo pero..... verlos felices es nuestra meta asi que aboguemos porque esten viviendo su destino lo mejor posible y con bellos dias a por venir
Nosotros......nos iremos adaptando.
Cariños
Mi suegro decía que los hijos como los pájaros aprendiendo a volar se iban a la ramita de al lado, luego a la del otro árbol y después a otro bosque, solo nos queda decirles que su nido siempre les aguardara por si necesitan regresar. Ellos serán felices y nosotros lo imaginaremos así. Un abrazo grade
ResponderEliminarLey de vida, Rafael, lo único que podemos hacer es estar siempre si lo necesitasen y desearles que ésta existencia les trate bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, están con el síndrome del nido vacío, me han dicho que se siente horrible. Pero no te preocupes, que llegarán de visita siempre que estés a punto de salir a pasear y divertirte. Los hijos son así. Y los padres también somos así, dispuestos a todo por ellos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Sara, el nido está vacío... ella era el último pichón que nos acompañaba, pero se ha ido volar en su propio cielo.
EliminarUn abrazo.
Que bello y entrañable tu soneto Rafael.
ResponderEliminarUn poema lleno de sentimiento muy entendible. Los hijos más tarde o temprano
vuelan a sus nidos.
Me encantó leerte.
Un abrazo.
Nos ocurre a todos Rafael, yo también lo pasé mal cuando mis dos hijas echaron el vuelo pero lo tuve que asimilar y ahora con saber que ellas están bien ya me siento feliz y además me visitan de vez en cuando........para tí ha sido motivo de inspiración con un bonito soneto.Saludos
ResponderEliminarCon esos versos ya expresas el sentimiento profundo de tu corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
No entristezcas amigo es ley de vida,disfruta con tu señora y siempre ten comunicación con los hijos de eso se trata tengo experiencia de muchos años,abrazo fuerte.
ResponderEliminarEl vuelo de los hijos Rafael, es ley de vida y cuando llega tendremos que adaptarnos y ansiar que allá por donde aniden su felicidad sea efectiva....
ResponderEliminarUn abrazo
Pero a Paola rosa la acompañará el bello poema de su padre, generado a la luz de la despedida de casa.No cualquier hija puede vivir esa emoción.
ResponderEliminarEl casado casa quiere, es viejo pero certero, y nosotros nos fuimos también alguna vez, tu nietita te verá en sus visitas, la podrás disfrutar en ratitos preciosos, y tus hijos tienen que hacer su camino, un abrazote grande Rafael, no estés triste!
ResponderEliminarHola Rafael, es la ley de la vida, y tal como hicimos nosotros luego son los hijos y así continuamente, aunque duela debemos pensar que es por su bien, que seguramente los tendrás cerca y os podréis visitar a menudo, pero cada uno debe seguir su camino, precioso poema el que te ha inspirado este triste vuelo.
ResponderEliminarBesos.
Es el paso de la vida, y todos hemos realizado ese mismo paso y también se ha dejado el nido vacío, pero no los pierdes para siempre sino que están en otro espacio y cuando vuelvan con más alegría los acogeras.
ResponderEliminarbesos
A los que uno quiere siempre se les echa de menos y más cuando son tus propios hijos, pero la vida hay que vivirla y cada uno en su casita.
ResponderEliminarBuen domingo
cuanto es el arte que anidan tus letras
ResponderEliminarPrecioso. Pero como tú dices es ley de vida. Muy raras veces no nos quedamos solos. Pasará, todo pasa ya llegarán a visitar.
ResponderEliminarSaludos.
Así es la vida. Pero los seguirás viendo y te harán feliz.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Es verdad amigo. es triste pero ley de vida. Los míos se fueron pero están muy cerquita y los nietos, mucho en mi casa. Un abrazo.
ResponderEliminar"El eco de tu voz, se queda en casa,
ResponderEliminary en mi mente la vívida presencia
de tu niñez alegre y primorosa."
Que hermoso poema le dedicas a la niña de tus ojos, querido amigo. Así es la vida, es necesario dejar volar a los hijos, tienen que formar sus propios nidos, vivir sus vidas aunque la ausencia sea motivo de nostalgia para los padres.
Un abrazo.
Hola Rafael, tras 4 meses de ausencia por mi delicada salud, retorno gracias a un pequeño respiro.
ResponderEliminarLos hijos vuelan,tienen que hacer su camino pero comprendo que es doloroso para los padres, la casa parece que quede sin alma.
Te dejo un gran abrazo
Es muy cierto Rafael, parece que el nido se queda vacío, pero no se van si nosotros estén donde esten, continuamos la comunicacvión con ellos, porque cuando habla el alma, el corazón responde siempre.
ResponderEliminarUn abrazo con mi cariño.
Ángeles
MERCE CARDONA, te comprendo, es ley de vida, nosotros los hacemos nuestros, ellos tienen derecho a volar. Mas volverán...besossssssssssssssssssss
ResponderEliminartu intensidad baila al son de tus maravillosas letras
ResponderEliminarSiempre estarán sus palabras en casa y los tres en tu corazón, es muy duro cuando levantan el vuelo, pero tu amor por ellos seguirá siendo grande como tu persona.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Por pasar por mi blog.
ResponderEliminarMe permitirdo pasar tu blog a mis segidores para que visite