Aquella mañana del dos de julio de 1979 iba yo en el tren, rumbo a la ciudad de Bogotá, estrenando un traje negro con rayas blancas que mi madre había sacado fiado en uno de los almacenes de ropa que había en el pueblo. El motivo de mi viaje era asistir a una entrevista con el presidente de la empresa siderúrgica más importante del país, aspirando a un empleo ofrecido para Ingenieros en Transportes y Vías. No obstante, ser uno de los más jóvenes, fui el mejor entre casi setenta aspirantes: así que, el primero de agosto del mismo año, comencé a trabajar en Acerías Paz del Río como Ingeniero de Vías en el Departamento de Ferrocarriles. De aquel tiempo, recuerdos muy agradables tengo todavía.
EL TRAJE
(Cuartetas)
Me parece estarla viendo
a mi madre tan contenta,
aquel vestido escogiendo
y rubricando la cuenta.
Muy elegante quedé
con el traje negro al fiado,
Muy elegante quedé
con el traje negro al fiado,
corbata color café
y calzado bien lustrado.
Hacia Bogotá me fui
a presentar la entrevista,
al tercer día volví
encabezando la lista.
Un telegrama llegó
trayendo la buena nueva,
de que Rafael ganó
sobradamente la prueba.
Los viejos en una pata
saltaban de la alegría,
con la noticia tan grata
de que trabajo tenía.
Al compás de alguna lira
el cuento se hizo reguero,
el hijo de doña Elvira
era un Señor Ingeniero.
El primer sueldo sirvió
para pagar lo adeudado,
y de allí mismo salió
la plata para el asado.
El vestido lo guardé
como un preciado tesoro,
y a mi madre regalé
unos zarcillos de oro.
Luego vinieron diez años
de trabajo en Acerías,
de contados desengaños
y múltiples alegrías.
Luego vinieron diez años
de trabajo en Acerías,
de contados desengaños
y múltiples alegrías.
Rahulig/015
DRA
Imágen: El tren de Acerías
De la red
Estimados amigos:
ResponderEliminarLes ofrezco mis más sinceras disculpas por mi ausencia en sus blogs, una molestia en la vista me tiene alejado de la lectura, pues la visión se hace borrosa. Espero que muy pronto pueda volver a la normalidad.
Abrazos para todos.
Que hermosura! Me encanta cómo nos cuentas tus historias. Las imágenes tan claras, que somos parte de la alegría. Gracias rafa por estos momentos entrañables. Un abrazo fuerte
ResponderEliminarBonito romance sobre una experiencia que nunca se olvida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encantó este poema tuyo, amigo poeta Rafael, transmisor de tan bellos y entrañables recuerdos. Me ha causado mucha emoción su lectura es como si hubiese estado presenciando la escena del viaje, de la entrevista y de la noticia recibida en tu casa de la obtención del puesto de trabajo para ti. Hermosamente humano todo.
ResponderEliminarFelicidades y besos. María
Espero que pronto te mejores de ese mal en la vista.
ResponderEliminarEso de encontrar trabajo a veces cuesta como para que no brincaran en un pie los viejos, de la alegría.
Saludos
Sos un genio, mis respetos.
ResponderEliminar¡que lindo Rafael! ¡la alegría del trabajo! pero por sobre todas las cosas, haberla compartido con tus padres de ese modo...... eso si que es invaluable.....
ResponderEliminarbueno bueno.... espero que, si Dios lo quiere, puedas superar ese problema en la visión amigo
ResponderEliminarQue pronto te repongas de tus ojos.
ResponderEliminarDelicioso escrito, entrañables recuerdos...
Un abrazo desde el mare nostrum.
La alegria de tus padres vale lo maximo
ResponderEliminarDeseo mejoria en la vision, cuidate
Cariños
Que hermoso cuentas todo lo que has vivido mi querido Rafael, nos haces viajar contigo en el tren de los recuerdos.
ResponderEliminarBesos y cuídate mucho.
Bom dia
ResponderEliminarRecordações que ainda nos enchem de cores e de cheiros.
O fato será apenas uma consequência,mas a entrevista e a colocação foram parte de uma vida que ainda hoje guardas com o mesmo carinho desse tempo.
Una poesía llena de vida, de ilusiones ganadas y cumplidas. Besicos.
ResponderEliminarMe imagino esa alegría tan grande que tuvieron que tener tus padres cuando ganaste esa oposición y conseguiste el empleo. Tu poema lo refleja muy bien.....todavía se siente esa emocionante alegría de obtener aquello por lo que habías luchado.Saludos cordiales
ResponderEliminarAntes que nada Rafael, espero que no sea nada importante lo de tu visión y que todo sea temporal, y como estamos en buenas manos todo hay solución.
ResponderEliminarQue buenos recuerdos nos traes hoy, pues bien Felicidades! por tu empleo que te dio un buen empujón en tu carrera de ingeniero, a tu mamá que supo elegir el buen traje y a ti que llevabas la sabiduría y lo estudiado.
Un abrazo y cuídate.
Antes de nada, que tu vista se mejore. Tu poema es magnifico y la historia del traje fiado es preciosa. Qué no hará una madre por un hijo.
ResponderEliminarNostálgicos y hermosos recuerdos que se guardan muy dentro del alma
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
¡Qué meritorio Rafael!
ResponderEliminarLos 10 años en las condiciones que describes, el éxito de entrar a una empresa de manera tan ejemplar y la abnegada historia del traje.
Abrazo.
Hermoso y real.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay momentos en la vida que nunca se olvidan. Sobre todo el cariño de nuestros padres.
ResponderEliminarEntrañable escrito.
Deseo que te recuperes de la afeción ocular.
Un abrazo.
El primer trabajo, ese instante de ilusión, de una puerta abierta a un mundo por descubrir. Y la añoranza de ese traje que trae un gran recuerdo como éste. Un fuerte abrazo y buen fin de semana Rafael. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarSon recuerdos inolvidables.
ResponderEliminarMuy emotivas y hermosas tus palabras.
Te deseo una pronta recuperación. Que vaya todo muy bien.
Un fuerte abrazo..
MERCE CARDONA.Dice, emotivas tus letras, hay cosas que no se olvidan, maravilloso poema, ¡eres único.! besos
ResponderEliminarQue bonito como lo cuentas !!!
ResponderEliminarY ahora a cuidar esa vista ,Rafael,
Un abrazo bien grande ,
El título me encanta.... Un abrazo desde Murcia....
ResponderEliminar¡Qué lindo lo has escrito Rafael! Un pasaje muy importante en tu vida, donde tu madre tiene un valor amoroso, te vistió para GANAR.
ResponderEliminarUn beso de ternura
Sor.Cecilia
¡quien no recuerda su primera entrevista profesional! Seguro que Doña Elvira dio por bien empleada la fianza del traje. Como madre me enternece enormemente el detalle del regalito de los zarcillos,
ResponderEliminarEspero que ese problema de visión sea transitorio y aunque personalmente me gusta verte por mi blog prefiero que no lo hagas hasta que no estés bien del todo. Tú escribe en el tuyo que ya pasare a seguirlas estaciones del tren de tus recuerdos, porque espero que continúe.
Abrazos , y sobre todo ¡cuidate! Loli
¡Qué bonito, Rafael!
ResponderEliminarHe recordado cuando le compramos su primer traje elegante a mi hijo mayor.
Es hermoso saber que existen hijos tan gratos y cariñosos; además de ser un excelente poeta, veo que eres magnífica persona.
Feliz fin de semana, un abrazo
YO EN LA PRIMERA ME RAJÉ. JEJEJEJEJE. MUY FULLL TEXTO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Amigo Rafael, la historia de aquella cita con tu futuro profesional, no la has podido describir mejor. Gracias a tu familia, a tu inteligencia y al aula y al maestro más excelente, conquistaste el éxito de un día y el trabajo para siempre. Un abrazo y feliz domingo. Besos a la familia.
ResponderEliminarTenías que salir airoso de aquella prueba, ¡no podía ser de otro modo!, me alegra saber que el sacrificio de tu madre en hacerte el traje, no fue en vano.
ResponderEliminarUn abrazo desde España
Que hermosos recuerdos te han traido las manos de tu madre y ese tren!!
ResponderEliminarEres unico amigCon cariño Victoria
Qué bonito relato con poema, tienes un alma noble, lo que más me gusta de conocer gente a través de las letras es que no importa el exterior, solo el alma nos llega y es, en tu caso un alma iluminada. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es la vida, Rafael, no todo es felicidad. Después del trabajo conseguido, vienen las obligaciones, y otros menesteres que nos complican la vida, pero que en el fondo son las que nos ayudan a vivir. Un abrazo. Carlos
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