LOS DICIEMBRES DEL AYER

Algunos años después de la muerte de mi padre sobrevino la enfermedad de mi madre y tuvimos que trasladarla a una ciudad vecina para facilitar su cuidado. Consecuentemente, la casa paterna en nuestro pueblo natal quedó prácticamente deshabitada y sumida en la tristeza. Desde entonces, se acabaron aquellas navidades en las cuales, con mucha felicidad, nos reuníamos en familia junto a los viejos... Ahora, todo es distinto, cada uno celebra por su lado y la integración familiar ha ido desapareciendo poco a poco, así como también se pierden las tradiciones.

DESOLACIÓN

(Sextillas)

Los Diciembres de hoy en día

ya no son como antaño eran,

pues los viejos no me esperan

en la casa que era mía,

 esa en que feliz vivía

antes de que ellos partieran.

Ya no me entusiasma el ir

al pueblito, por Diciembre,

porque se fue para siempre

la razón de mi sentir,

no dan ganas de reír

ni cantar junto al pesebre.

Se acabaron esos tiempos

de fraterna integración

cuando con grande emoción

y profundos sentimientos,

celebrábamos contentos

en perfecta comunión.

Recuerdo que me embargaba

una profunda alegría,

porque el corazón sabía

que Diciembre se acercaba

y la Navidad llegaba

con su dulce algarabía.

Pero el tiempo traicionero

todo lo echa en el olvido

y, del pasado ya ido,

sólo queda entre el tintero

aquel recuerdo primero,

de un lindo sueño vivido.

La rockola ya no suena

con música decembrina

ni sale de la cocina

el aroma de la cena

que, por cada Nochebuena,

era tamal con gallina.

Ya los viejos no la habitan

e implacable el tiempo pasa,

hoy los recuerdos dormitan

y vacía está la casa.

Rahulig/012

DRA

Imagen: Iglesia de Paz de Río

Archivo particular