domingo, 8 de septiembre de 2024

EL ÚLTIMO ENCUENTRO




‒Sinceramente, flaco, la vida se me está yendo a pasos agigantados. El tiempo vivido es apenas un recuerdo; siento cerca el final de mi existencia y nada me conforta me dijo, tras un largo suspiro‒. A estas alturas de la vida, todo es efímero; cada día puede ser el último. Pero, de cualquier manera, hay que seguir adelante hasta que Dios lo permita concluyó apesadumbrado. Charlamos durante toda la tarde, bebimos algunas copas, evocamos viejos tiempos y, entrada la noche, nos despedimos con la promesa de que nos volveríamos a reunir el siguiente fin de semana. Sin embargo, el destino tenía otros planes: fue nuestro último encuentro.


TRIBULACIÓN
(Jotabea con estrambote)

Se desmigaja el alma mientras se va la vida,
y el corazón presiente cercana la partida.

Hay brumas pesarosas rondando en el ambiente
e incuba remembranzas el pecho resiliente;
no luce ahora erguida como antaño la frente
y gélido es el nido, que ayer fue incandescente.

Encorvada la espalda, los pasos se hacen lentos,
ceniza en los cabellos y en los ojos tormentos.

Taladra en los recuerdos la dicha ya perdida
del albor venturoso, fugaz e intermitente,
en vano los clamores y férvidos lamentos.

Los días son momentos,
son tácitos instantes, son gritos de agonía
y acecha, pavorosa, la soledad umbría.

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Derechos Reservados Copyright © 2024
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Tunja, Boyacá  
(Foto propia)


Información del Autor

Mi foto
Un soñador, simplemente. Hacedor de versos, creador de canciones e inventor de historias. Paz de Río (Boyacá) Colombia, 23 de abril del año 1952.

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