Las gradas que llevan desde la parte baja del barrio hasta la calle en donde está mi casa, son ruta frecuente durante mis caminatas diarias. Anteayer, a la mitad del ascenso, me faltó el aliento y tuve que detenerme por un momento para tomar aire antes de continuar la marcha. Fue una sensación algo extraña, nunca me había sucedido. Mientras recuperaba energías, imaginé la existencia como una empinada escalera por la cual vamos subiendo: cada escalón superado nos irá acercando a la cumbre, pero también será un paso más hacia el punto final, un día menos en la vida. Por eso valoro el presente, por eso intento vivir el ahora... capoteando dificultades y haciendo lo que me es gratificante.
AHORA
(Jotabea con estrambote)
Intento ser poeta, pretendo ser cantor,
y así voy por la vida sin penas ni dolor.
Le canto a lo que tengo la suerte de tener
y a los momentos idos que nunca han de volver;
le canto a la esperanza del niño por nacer
y al hombre en el ocaso que vive con placer.
Ahora son los versos razón de mi existir,
los cantares le brindan sosiego al transcurrir.
Intento ser un bardo sencillo y trovador,
no me importa el fracaso, no le temo a perder;
no repiso lo andado... ni trazo el porvenir.
Me ayudan a vivir:
las palabras que anidan en las estrofas mías
y bordan pentagramas de innatas armonías.
__________________
Derechos Reservados Copyright © 2022
Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Escaleras de mi barrio
(Foto propia)