Cuando salí del pequeño lugar, luego de una agradable tarde de tertulia literaria y musical, ya la noche caía sobre la ciudad. La luna llena, posada sobre las casonas adjuntas a la catedral, iluminaba la plaza entera con un maravilloso resplandor que me produjo una grata emoción. En medio de la inspiradora paz que se respiraba en esos mágicos momentos capturé el instante con la cámara de mi teléfono móvil y, enseguida, sentado en uno de los escaños que durante el día son puesto de trabajo para los lustradores de calzado: saqué mi libreta de apuntes y comencé a escribir unos versos dedicados a la blanca señora de mis ensueños. Pasaron los minutos y las horas sin darme cuenta, el frío de la noche me recordó que estaba fuera de casa y, sin demora, emprendí el regreso para intentar concluir la tarea iniciada.
VIGILIA
(Soneto)
La noche cubre con su suave manto
a la ciudad mientras la luna vela,
y el dulce arrullo de un lejano canto
entre la bruma mi penar consuela.
En el silencio de la plaza, en tanto,
mi pensamiento enardecido vuela
hacia un jardín de jubiloso encanto
tras la ventura, que mi ser anhela.
Han caído las sombras lentamente
y no arrebola el cristalino cielo,
ni fulge ya la luz en el poniente.
Vierte la esfera fúlgido torrente
cual pasa lento mi senil desvelo,
eterna ronda... divagar silente.
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Rafael Humberto Lizarazo G.
Imagen: Luna novembrina
(Foto propia)
Vigilia inspiradora...
ResponderEliminarUn abrazo.
Esos inspiradores momentos vienen con los rincones de la ciudad, como estos que saltan de las rimas de un soneto cuando se acerca la noche. Un abrazo. carlos
ResponderEliminar¡Bravo por la musicalidad de tu métrica clásica!
ResponderEliminarUn brazo.
Queda probado una vez más que el sensible poeta no deja escapar los versos que detecta aquí o allá al mismo tiempo que cumple su misión de eternizarlos para la posteridad...
ResponderEliminarAbrazo admirado, Rafael!!
Una inspiración nocturna genial.Me ha encantado el soneto.Saludos
ResponderEliminarQue bonita dibujas la plaza, la inspiración siempre te acompaña, hiciste bien en plasmarla para compartirla. Gracias
ResponderEliminarUn hermoso poema te inspiró, Rafael.
ResponderEliminarNo sé porqué pero intuía que llevabas un blog de notas.
Un abrazo.
Sensaciones inspiradas por una hermosa noche con la luz de la linterna más grande, que nos regala el cielo.
ResponderEliminarUn soneto hermoso que el poeta con su sentir pinta como si fuera una acuarela.
Un gusto pasar por tus geniales letras.
Un abrazo Rafael y feliz día.
Y ahí nomás el poeta dejó impresos sus versos para la posteridad, un abrazo Rafael!
ResponderEliminarPues una preciosa inspiración en ese soneto de una magistral noche Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Inspirados momentos que dejas inmortales en tus versos. Saludos amigo.
ResponderEliminarMuy bonito!!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es conveniente detenerse en el momento que la inspiración surge. Me ha encantado, Rafael, ya la primera parte de lucidez que dio paso a este bellísimo soneto. Una fotografía espectacular.
ResponderEliminarQue disfrutes de un buen fin de semana.