domingo, 26 de junio de 2016

LA SEÑORA HELENITA...





Hace ya casi veinticinco años que llegué a vivir al Barrio la Américas, aquí en la ciudad de Tunja. Desde ese entonces conozco a la señora Helena Mariño Moreno, propietaria de una tienda muy popular en nuestra comunidad. Es una tiendecita esquinera ubicada en un punto estratégico, ya que al estar sobre la avenida, es paso obligado cuando uno sale a caminar por los alrededores. Como ella es tan amable, yo soy uno de los tantos clientes que a diario se acercan hasta el establecimiento a calmar la sed y charlar un ratico. Con mucho respeto y cariño le he compuesto una cancioncita.


HELENITA
(Tropical)

La señora Helenita
siempre contenta,
cuida su tiendecita
y es muy atenta.

Yo llego tempranito
cuando amanezco,
algo enguayabadito,
a tomar fresco.

La señora Helenita
vuela que vuela,
con trago y cervecita
pa'su clientela.

Ella sus mercancías
las vende a diario,
todos los santos días
del calendario.

Por eso le agradezco
sus atenciones,
y el corazón le ofrezco
con mis canciones.

La señora Helenita
vuela que vuela,
con trago y cervecita
pa'su clientela.




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Derechos Reservados Copyright © 2016
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: La señora Helenita
(Foto propia)


domingo, 19 de junio de 2016

LA CASITA PRIMERA...





La primera casa que tuvieron mis viejos, era una casita pequeña. Nuestro padre, como tenía ideas de arquitecto, la construyó de tal manera que allí funcionaba el negocio de billares, cafetería y también nuestra vivienda. El local alojaba tres billares, seis mesas metálicas con sus respectivas sillas, la radiola y la barra. En la parte trasera del negocio quedaba la vivienda, construida alrededor de un pequeño patio: constaba de dos habitaciones, la cocina, el baño, una alberca y un cuartico para el carbón. La familia fue creciendo poco a poco y, consecuentemente, nos fuimos a una casa más grande e igualmente adecuada. Esta, sigue en nuestras manos, pero la primera se halla abandonada... ojalá pudiera hacerla mía.


MI HEREDAD
(Sextillas)

Los días más felices
están allá, en el pueblo,
  el pueblo de los viejos…
los recuerdos mejores,
los de comer perdices
ahora están muy lejos.

Los días más felices
están allá, en la casa,
  la de los tiempos idos…
los recuerdos mejores,
esos sin nubes grises
ahora están perdidos:

Los ojos de mi madre
con su dulce mirada,
la mano de mi padre
   guiando la manada…
de todo, todo aquello
ya no me queda nada.

Recuerdos solamente
de mis progenitores,
del ayer tan ausente
  con ríos de colores…
turpiales en el patio
y en la ventana flores.

Dos tumbas separadas
y un hijo dolorido,
dos tumbas conjugadas
  en un triste latido…
el latido implorante
de un corazón partido.

Los días más felices
están aquí, en el alma,
    en el alma guardados…
los recuerdos mejores
con dorados matices:
¡Jamás son olvidados!


¡FELIZ DÍA, PAPÁ!


Rahulig/016
DRDA


Imagen:La casita primera
Google Earth


lunes, 13 de junio de 2016

PARANDO LA OREJA...





Ahí estaban los dos, sentados en el escaño, hablando pausadamente en una sosegada tarde citadina. Como yo estaba descansando en una banca cercana a la de ellos, alcanzaba a escuchar el tema de su conversación: Hoy en día, compadre, se muere alguien y ahí sí se vuelve popular por esa vaina que llaman "redes sociales"; aparecen fotos del "finado" por todos lados y le escriben miles de cosas que muy seguramente no se las dijeron en vida. Malaya sea respondió el otro con notoria pesadumbre y profunda nostalgia, ¡ya pa'qué... si el difunto no las ve!


SOLEDUMBRE
(Décimas y coletilla)

No quiero ser cuando muera
póster de redes sociales
con frasecitas casuales
diciendo, ¡qué bueno era!
Quiero ser como cualquiera
de los difuntos de antaño,
los que tenían cada año
en su morada sombría
un ratico de alegría
y el amor de su rebaño.

Nuestra única realidad
es de la tierra el pedazo
donde al final del ocaso
seremos eternidad.
Yo quisiera de verdad,
cuando todo esté cumplido:
allá en mi pueblo querido
mi tumba poder cavar
y, los recuerdos sembrar,
para cosechar olvido.

Soledumbre, soledumbre
tras el dolor y la pena,
morir es una costumbre
y vivir una condena.


Rahulig/016
DRDA


Imagen: En el escaño
De mi móvil



lunes, 6 de junio de 2016

HA LLEGADO UN ÁNGEL





Tras un extenuante trabajo de parto, que se prolongó por más tiempo de lo normal, hoy seis de junio del año 2016 a las cero horas cuarenta y tres minutos nació Martina, la nueva nieta que estábamos esperando, y con inmensa alegría la hemos recibido. Este bello angelito llega como un milagro bajado del cielo ya que el embarazo era de alto riesgo, según los doctores, pero gracias a Dios terminó muy bien. Entonces, ya son cinco los nietos: Juliana, Juan Manuel, Samantha, Tania Liseth y, por supuesto, Martina... la chiquitina, el angelito recién nacido.


MARTINA
(Jotabé con estrambote)

Llegó, llegó por fin... llegó Martina,
no en barco ni en avión ni en limusina.

La trajo una cigüeña volandito
de París hasta Tunja, en su piquito;
con mitoncitos blancos, su gorrito
y un lindo mameluco rosadito.

Parece un angelito en miniatura,
delicada y preciosa su figura.

Es una porcelana tan divina
  que provoca cubrirla, despacito,
con besos impregnados de ternura.

Innata la dulzura
de Martina y Paola, cual dos rosas,
encantadoramente... primorosas.



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Derechos Reservados Copyright © 2016
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Martina y mamá.
Del  álbum familiar.




miércoles, 1 de junio de 2016

ESTEBAN CHÁVEZ RUBIO





Nació en la ciudad de Bogotá hace 26 años. Desde muy niño, comenzó a montar en bicicleta. Sus grandes dotes lo llevaron a formar parte de la selección Colombia ganando el Tour de la Avenir 2011. Luego de recuperarse de un grave accidente fue contratado, en el 2013, por el equipo profesional Orica GreenEdge; participa en la Vuelta a España 2015, gana dos etapas y porta la camiseta de líder por varios días. En este año 2016, tras ganar la etapa reina y fungir como líder durante una jornada, alcanza el segundo lugar en el podio del Giro de Italia siendo superado, heroicamente, por el múltiple campeón italiano Vicenzo Nibali.


EL "CHAVITO"
(Décimas)

El ciclismo colombiano
otra vez está orgulloso
del papel tan fabuloso
hecho en el Giro italiano.
Un muchacho bogotano
ha dado el salto a la fama,
y casi que se encarama
al sitial del campeón;
por eso con emoción
toda Colombia lo aclama.

Esteban Chávez se llama
nuestro gran escalador,
al cual como triunfador
esta patria lo proclama.
De gloria encendió la flama
porque con sus pedaladas
(en subida o en bajadas)
puso a mil los corazones
de la gente en las regiones
deprimidas y olvidadas.


Rahulig/016
DRDA




Imagenes: Esteban Chavez
De la Internet


Información del Autor

Mi foto
Simplemente, un bohemio soñador. Hacedor de versos, creador de canciones e inventor de historias. Paz de Río (Boyacá) Colombia, 23 de abril de 1952.

Los que vuelan conmigo

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