domingo, 27 de noviembre de 2011

LA CHINA QUE YO TENÍA





Cuando ayer, volví del pueblo, la china no taba "po'ahí". A yo, me pareció raro "topar" la puerta de par en par, pero me "ajiguré" que "taría" achiquerando el gana'o y no me "ajané" hasta por la nochecita cuando ya "dejinitivamente" no apareció por ningún la'o. Se llevó los tres chanchiros de ropa, los ahorritos de to'el año y hasta el mugre de radio con pilas y todo. "Quén" sabe que sería la braveza pa'joderme así de "rejeroz". Eso le cuento compadre, me'ta matando la pena y lloro cual condena'o, a pesar de ser un hombre de pantalón bien cinta'o.


L'INGRATA
(Coplas)

Solita quedó la casa
"dende" que se "jue" mi amor,
tristes se miran las tapias
y una matica sin "jlor".

No sé que diablos pasó
ni que carajos sería,
si yo tanto la adoraba
y por ella me moría.

Añorándote negrita
solito también quedé,
esperando que algún día
vuelva "po'aquí" sumercé.

Si regresaras chinita
tal vez te perdonaría,
y hasta la hijuemadre rabia
por ti "desimularía".

Ya pa'que me hago ilusiones
"po'ahí" me tendrás olvida'o,
mejor me busco otra negra
pa'vivir arrejunta'o.


Rahulig/011
DRA


Fotografía: La casa de José
Rafael H. Lizarazo


domingo, 20 de noviembre de 2011

INGRATITUD Y OLVIDO





Existió por aquí en mi ciudad, un pequeño local adonde alquilaban libros, libros que podía uno leer mientras degustaba un buen café o se deleitaba escuchando viejas canciones al son de la guitarra que tocaba don Germán, el anciano dueño del negocito. Don Germán, en su Juventud, fue uno de los mejores boleristas del país, pero pasó más de treinta años solo y abandonado viviendo en la trastienda de su negocio, sin más compañía que sus libros, algunos acetatos, su guitarra y sus recuerdos. Un buen día, se murió de repente, muy pocos fuimos a su entierro... así es la vida, así es la muerte.


ANTAÑO
(Coplas)

Generación perdida 
de héroes escondidos,
tras ingratas paredes 
revocadas de olvidos.

Olvidos que dan penas 
al colmo de la suerte
y, acongojan el alma, 
mientras llega la muerte.

Muerte que nos recuerda 
la condición humana,
porque el mismo destino 
nos tocará mañana.

Mañana cuando todos 
hayamos comprendido
que son grandes pecados: 
¡Ingratitud y olvido!

Olvido e ingratitud
ninguna deuda es chiquita,
si al sol lo tapa una nube 
y la rosa se marchita.

Marchita queda mi alma
 por culpa de la injusticia,
¡Ay!, del que se porta mal, 
con descarada sevicia.

Sevicia que causa llantos 
a lo largo del camino,
pero no podrá jamás 
sacarle el quite al destino.

Destino triste y sombrío 
de aquellos héroes viejos,
no puedo vivir tranquilo 
mirando tantos espejos.

Espejos que veo a diario 
en cualquier calle o esquina,
¡Vaya!, ingratitud tan grande
 y sociedad tan mezquina.

Mezquina, pues abandona
 a los que le dieron gloria,
  dejándolos olvidados... 
perdidos y sin memoria.

Memoria, que ahora no tienen,
los que forjaron la historia.


Rahulig/011
DRA


Fotografía: Casita de teja
De mis fotografías



domingo, 13 de noviembre de 2011

INOLVIDABLES MOMENTOS





Ensimismado en mis pensamientos pedaleaba alegremente por la vereda cuando, de repente, volví a la realidad atraído por una algarabía que provenía de algún lugar cercano. Sigilosamente me asomé por encima de un cercado de pinos y pude ver a un grupo de niños posando alegremente para una fotografía, junto a su maestra. Sin pensarlo dos veces desenfundé mi cámara y, luego de entrar en confianza, capturé la imagen de aquel tierno, sublime e inolvidable momento.


LA ESCUELITA
(Soneto)

La escuelita rural está bonita,
la maestra también es un primor;
los alumnos con todo su candor
le corean: ¡Buen día, señorita!

Entusiastas en cada mañanita
a estudiar se disponen con amor;
pues los niños son música y color
que a la vida le dan su pintadita.

¡Ay!, querida escuelita yo quisiera
volver a ti, como la vez primera,
   a estrenar mi plumilla y mi tintero...

a escribir con la tiza en el tablero
o en el patio ganar una carrera.
¡Qué no diera por eso, qué no diera!

La vida, si pudiera,
la daría... por el sublime instante:
de ser, como fui ayer, un escuelante.

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Derechos Reservados Copyright © 2011
Rafael Humberto Lizarazo G.

Imagen: Estampa escolar
(Foto propia)

sábado, 5 de noviembre de 2011

UNA VENTANITA SE ABRE






Tal vez la caída de alias "Alfonso Cano", el comandante en jefe del grupo terrorista de las Farc, abra una ventanita para la paz en mi querida Colombia. Está demostrado que las armas no son el camino y que solamente el diálogo o la desmovilización nos pueden brindar la oportunidad de volver a ver nuestros campos sembrados de paz, amor y prosperidad.


REVOLUCIÓN
(Danza)

Viene cantando Rosita
de la mano con Ramón,
vuelven llenos de alegría,
triunfó la revolución.

La revolución de besos,
la revolución de abrazos,
no de bombas ni de minas
 ni de patria hecha pedazos.

Paz y justicia se logran
con la voz y la palabra,
no con un arma en la mano
 ni con la guerra macabra.

Por eso te invito hermano
desarma tu corazón,
y convierte esos fusiles
en leña para el fogón.

Olvidemos los rencores
 de tantos males causados,
abramos surcos de amor
con azadones y arados.

Sembremos en nuestro suelo
 semillas de nueva vida,
mantengamos en el alma
la llama de amor prendida.

Adelante colombianos
salvemos nuestra nación,
vamos todos de la mano...
con Rosita y con Ramón.


Rahulig/011
DRA


Fotografía: Un remanso de Paz
Rafael Lizarazo



Información del Autor

Mi foto
Simplemente, un bohemio soñador. Hacedor de versos, creador de canciones e inventor de historias. Paz de Río (Boyacá) Colombia, 23 de abril de 1952.

Los que vuelan conmigo

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